jueves, 14 de noviembre de 2024

DEGENERAMIENTO DE GÉNERO

 

Por Myriam Mitrece

La Prensa, 13.11.2024

 

Por fin está saliendo a la luz lo que se encontraba escondido tras el manto de la agenda del progresismo en materia de educación sexual.

 

Como afirmamos en nuestro libro “La Rana y el Bambú. Crítica a la educación Sexual como herramienta del cambio cultural”, en la primera década de los 2000 “El común de la gente lejos estaba de considerar que “Promover la salud sexual de los adolescentes “ incluía que puedan ser adoctrinados desde la escuela sobre “formas diversas de vivir la sexualidad” o que “potenciar la participación femenina en la toma de decisiones relativas a su salud sexual y procreación responsable “ implicaba dar rienda suelta al movimiento feminista radical e instalar el aborto libre”.

 

Llegamos aquí tras años de adoctrinamiento. Hoy lo que era políticamente correcto está comenzando a ser cuestionado. La ideología de género (sí, ideología, aunque algunos pretendan disfrazarla de perspectiva) se fue metiendo en los hogares por la vía regia de la educación.

 

En los últimos días se difundió en los medios el contenido de libros que llegan a las bibliotecas escolares de la provincia de Buenos Aires, con textos impropios, como los de Cometierra o de la China Iron.

 

También el tema de la transición de género de niños está en el tapete. La semana pasada la Dirección General de Cultura realizó un panel sobre el problema de la sexualización infantil. La vicepresidente de la Nación no dejó lugar a ambigüedades: “Esto es claro y simple, el que esté a favor de la ideología de género es un degenerado/a, y el que esté a favor de sexualizar a los niños es un pedófilo en potencia. Nuestro gobierno los va a combatir hasta que no nos quede sangre en el cuerpo”, afirmó en su cuenta de X.

 

INSÓLITA LEY

 

Pocos conocen el texto de la ley de Identidad de Género. Una ley sancionada en 2012 sin gran repercusión mediática que establece regulaciones según las percepciones subjetivas de cada individuo. Según define: “… se entiende por identidad de género a la vivencia interna e individual de género tal como cada persona la siente…” y considera que se da un trato digno cuando se respeta “…la identidad de género adoptada por las personas, en especial por niñas, niños y adolescentes… A su solo requerimiento, el nombre de pila adoptado deberá ser utilizado para la citación, registro, legajo, llamado y cualquier otra gestión o servicio, tanto en los ámbitos públicos como privados. (…) En aquellas circunstancias en que la persona deba ser nombrada en público deberá utilizarse únicamente el nombre de pila de elección que respete la identidad de género adoptada”. O sea que, en el ámbito escolar, la norma exigiría que se respete a rajatabla el deseo del niño de ser llamado, con el nombre correspondiente a su género elegido y promover que así lo acepten sus compañeros. Iniciando de ese modo la transición social de género del niño y la naturalización entre sus pares. La transición social es la antesala de la hormonización.

 

SIMPLES EFECTORES

 

Frente a un niño con disforia de género (que está disconforme con su propio sexo), el profesional de la salud debería poder enfocar el tratamiento según su criterio. Para eso estudió. Si adopta el modelo terapéutico desarrollado por Zucker y Bradley, entendería que sexo y género están estrechamente relacionados y buscaría que el niño disminuya la disforia, Si elige el de Espera Atenta (Cohen-Kettenis, y de Vries), le recomendará no realizar ningún tipo de transición durante la infancia y adolescencia y si adopta el Afirmativo (Ehrensaf) considerará que el sexo y el género no son categorías binarias, reforzará la identidad de género sentida por el niño y lo impulsará a la transición temprana.

 

La mencionada ley acepta solo el enfoque afirmativo. Transforma a los profesionales de la salud en simples efectores de protocolos coartándoles la posibilidad de actuar según sus convicciones.

 

EL INFORME CASS

 

Insólitamente, Gran Bretaña está ayudando a que se destape esta olla. Allí, en los últimos diez años, el número de menores derivados para recibir apoyo del NHS (Servicio Nacional de Salud del Reino Unido) tuvo un alarmante 4.400 % de aumento de chicas que se declaraban chicos y pedían cambio de sexo. La expresidente del Real Colegio de Pediatría y Salud Infantil, Hilary Cass elaboró un extenso informe sobre el tema, a pedido del gobierno británico. Descubrió que no hay pruebas convincentes que respalden la práctica clínica de recetar hormonas para que los menores de 18 años hagan transición al sexo opuesto. A partir de lo investigado el gobierno británico prohibió la enseñanza de temas de género y transgenerismo en las escuelas.

 

Convergen varios factores: personales, familiares, sociales y económicos. No se puede ser simplista, pero es innegable que la Educación Sexual con perspectiva ideológica de género crea un campo fértil para la confusión de los niños. En nuestro país, ya se están viendo los resultados de años de ESI ideologizada. La agrupación Manada, madres de niños y adolescentes con disforia de género acelerada, son testigos de este drama.

 

MÁS CONFUSIÓN

 

Si usted no está demasiado convencido de lo que sostengo, aquí va un fragmento del manual para Referentes Escolares de ESI para el Nivel Inicial (de 3 a 5 años), publicado en 2022 por el Ministerio de Educación, un compendio de recursos y sugerencias para docentes: “Será importante abordar la actividad (se trata de un juego sobre las partes íntimas) desde una perspectiva de diversidad corporal, para ello les proponemos tener la mirada atenta a fin de no caer en un abordaje normalizador de los cuerpos. Será fundamental evitar la palabra “normal''. Sería apropiado, por parte de la/el docente, no vincular la genitalidad con el género de manera única y lineal (nene =pene, nena=vulva). Si bien es posible que las/os niñas/os hagan esta distinción acerca de que “las niñas tienen vulva y los varones tienen pene”, es importante que esto no sea establecido como la norma por parte del equipo docente. Les sugerimos explicar que hay personas con pene y personas con vulva. … les proponemos no asignar determinada ropa a la identidad de género de las personas. En ese sentido, sugerimos no decir que “las nenas usan bombacha y los varones calzoncillos”, sino enfatizar la idea de que hay ropa, como las bombachas y los calzoncillos, que en nuestra sociedad se usan para cuidar y proteger las partes íntimas…” (pag.105).

 

Saquen sus conclusiones…