Polonia aprueba una ley sobre el Holocausto y desata
duras críticas de Israel y Estados Unidos
Idafe Martín
Clarín, 2-2-18
Polonia aprobó una polémica ley sobre el Holocausto
que generó duras críticas por parte de Israel y advertencias desde Washington.
La Polonia nacionalista que choca con Europa por su deriva autoritaria
pretende, según Israel, reescribir la historia.
El Senado polaco aprobó en la noche del miércoles la
nueva legislación. Polonia castigará con tres años de prisión a cualquier
nacional o extranjero que se refiera a los campos de exterminio nazis en
Polonia, por ejemplo Auschwitz o Treblinka, como “campos polacos” o acuse a
Polonia de haber sido cómplice en los crímenes de Hitler.
La ley, bautizada como “Defensa de la reputación de la
República y de la nación polaca”, castiga a quienes “atribuyan a la nación o al
Estado polaco, de forma pública y a pesar de los hechos, la responsabilidad o
la corresponsabilidad de los crímenes nazis cometidos por el Tercer Reich
alemán, crímenes de guerra u otros crímenes contra la paz y la humanidad”.
Los legisladores polacos que impulsaron la nueva ley
aseguran que la plantearon para luchar contra el uso de la expresión “campos de
la muerte polacos” cuando se hace referencia a campos nazis en territorio
polaco. Polonia estuvo ocupada por las tropas alemanas.
La ley apunta directamente a periodistas –polacos o
extranjeros- porque descarta que pueda usarse contra artistas o académicos.
También es extraterritorial porque afecta a cualquiera “independientemente de
las leyes vigentes en el lugar donde se cometa el acto”.
El gobierno israelí había exigido que los senadores
polacos rechazaran la ley porque considera que es un intento de negar que parte
de la sociedad polaca colaboró con los nazis en la exterminación de los judíos
polacos. El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu dijo que su país no
tolerará “que se distorsione la verdad y se reescriba la historia o se niegue
el Holocausto”.
Las críticas a Polonia llegaron también desde Yad
Vashem, el Memorial del Holocausto en Jerusalén, que anunció que se oponía a la
nueva ley polaca porque busca borrar la asistencia que los alemanes recibieron
de parte de la población polaca. El comunicado de Yad Vashem explica que la ley
polaca puede suponer “que se borren verdades históricas” y que seguirá apoyando
las investigaciones “sobre la compleja verdad” de la actitud polaca hacia los
judíos durante la Segunda Guerra Mundial.
Legisladores israelíes respondieron presentando un
proyecto de ley que castigaría a quien minimice el papel jugado por los
colaboradores de los nazis con la misma severidad que a quien directamente
niegue la existencia del Holocausto.
Israel vive la nueva ley polaca como un ataque. Yaïr
Lapid, jefe del partido centrista Yesh Atid, escribió en Twitter: “Condeno
firmemente esta nueva ley que intenta negar la complicidad polaca en el
Holocausto. Fue concebido en Alemania pero cientos de miles de judíos fueron
asesinados sin haber visto nunca un soldado alemán. Hubo campos de la muerte
polacos y ninguna ley puede cambiarlo”.
Washington y Bruselas también reaccionaron con
críticas. El Departamento de Estado estadounidense dijo en un comunicado que la
nueva ley polaca “podría tener repercusiones sobre los intereses y las
relaciones estratégicas de Polonia con Estados Unidos e Israel”.
El vicepresidente de la Comisión Europea Frans
Timmermans dijo esta mañana que “la responsabilidad de los campos de la muerte
está en el régimen nazi y nadie más, pero todos los países bajo ocupación
tuvieron muchos héroes que resistieron y gente que colaboró”.
Polonia perdió en la ocupación nazi y la Segunda
Guerra Mundial a seis millones de habitantes, la mitad de ellos judíos. Más de
6.700 polacos han sido condecorados como ‘Justos entre las naciones’, el
galardón que entrega Israel a quienes pusieron su vida en peligro para salvar a
judíos.
El Estado polaco no colaboró oficialmente con los
nazis y su gobierno legítimo estuvo refugiado en Londres durante la Segunda
Guerra Mundial. Pero la inocencia de las instituciones polacas no se extiende,
según los historiadores, a toda la ciudadanía. Ciudadanos polacos se dedicaron
a denunciar o directamente a atacar a sus vecinos judíos durante la ocupación
nazi e inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial. Otros impidieron
que judíos supervivientes del Holocausto pudieran volver a sus hogares acabada
la guerra.
Los críticos de la ley temen que se use para limpiar
ese pasado y reescribir la historia para que el pueblo polaco en su conjunto se
convierta en un héroe o un mártir inocente de cualquier crimen y se olvide el
antisemitismo, las expropiaciones de propiedades de judíos y los crímenes que
sufrieron a manos de polacos.
Después de décadas de silencio, una obra del
historiador polaco-estadounidense Jan Tomasz Gross, exasperó a la Polonia más
nacionalista. En el libro “Los vecinos, una masacre de judíos en Polonia” (2002),
Gross explica cómo campesinos polacos mataron en 1941 a 1.600 judíos en la
localidad de Jedwabne.