María Elena Polack
La Nación, 12 de febrero de 2018
La plata no hace a la felicidad, decían hasta el
cansancio nuestras abuelas mientras buscaban cómo llevar adelante el hogar con
los sueldos de nuestros abuelos. Podría decirse que hoy la remanida frase es
aplicable especialmente a la educación: la plata no hace a la calidad
educativa.
El aumento entre 2005 y 2015 del porcentaje del
producto bruto interno (PBI) destinado a la educación no se refleja en las
aulas del nivel primario ni del secundario. Muy por el contrario, pareciera que
nada ha cambiado.
El 53,6% de los chicos de 15 años no supera el nivel
mínimo de lectura; el 50,9%, el de ciencia, y el 66,5%, el de matemática. Esa
es la triste conclusión de las pruebas internacionales PISA, que midieron
saberes en escuelas públicas y privadas de todo el país. Para peor, casi el 50%
de los alumnos que ingresan en el secundario no logran terminarlo, en el futuro
de esos jóvenes la posibilidad de trabajos calificados es una quimera.
Ninguna provincia refleja mejor la distancia entre los
fondos destinados a la educación y los resultados obtenidos como Santa Cruz.
Líder del ranking por segundo año consecutivo en huelgas docentes que han
privado de clases a los alumnos de escuelas públicas por más de medio año, sin
embargo, es la provincia que también encabeza la evolución positiva de fondos
entre 2005 y 2015. Y, vaya paradoja, es donde se pagan los mejores sueldos
mensuales a los docentes.
Sin embargo, Santa Cruz acapara otro hito educativo
argentino que ningún otro distrito pareciera querer disputarle: es la única
provincia que al día de hoy, sí, el 12 de febrero, no ha logrado terminar el
ciclo lectivo 2017, que en el resto del país concluyó entre principios y
mediados de diciembre pasado. Es más, después de un mes de vacaciones, las
clases para terminar el año debían comenzar el 5 pasado. Lo único que empezó
fue el nuevo año de paros docentes.
El 79% del gasto educativo se destina a salarios
docentes y de personal administrativo en sus distintas escalas. El 21% restante
se utiliza para el resto de la actividad que debe repercutir en el aula de un
modo más que positivo. En épocas electorales, los políticos discuten muchos
temas, pero coinciden en que "la educación es prioridad". Pero, tras
un resultado favorable en las urnas, la situación no cambia. La plata, es
claro, no hace a la calidad educativa.