Geraldo Luís
Lino
msiainforma, 24 de noviembre de 2017
Las concesiones del gobierno alemán al radicalismo
ambientalista en el campo de la energía están costando caro, en especial, a la
industria, las pequeñas y medianas empresas, el célebre Mittelstand, o sea la
espina dorsal de la economía más poderosa de Europa, responsable del 70 por
ciento de los empleos del país.
Un artículo publicado en el sitio de internet Deutsche
Mittelstand Nachrichten (13/10/2007), titulado, “Asociación de Energía: precios
de la electricidad subirán significativamente,” reseña la dimensión de los
problemas del sector.
Según el texto, la Asociación Federal de Consumidores
de Energía (BBE) afirma que espera un aumento de 7 centavos de euro en la tasa
de subsidio de las energías renovables (conocida por las siglas EEG, de
Erneuebarer-Energie-Gesetz”- Ley de fuentes de energía renovables), que
actualmente es de 6-8 centavos por kilowat-hora. Entiéndase que en Alemania
energías renovables son la energía eólica y solar. Tres de las cuatro empresas
operadoras de redes de trasmisión del país anunciaron ya la intención de
aumentar sus tarifas, aunque de forma diferente. La de Dormunt, que opera
principalmente en los estados de Renania del Norte-Westfalia,
Renania-Palatinado y Sarre, anunció el aumento de 45 por ciento. La TransnetBW
de Baden-Württemberg cobrará un aumento menor, de solo 13 por ciento. Y la
Tenne T TSO (subsidiaria de la holandesa Tenne T) quedará en 9 por ciento.
“Esperamos que un cliente medio con un consumo de 3 500 kilowats-hora pague
cerca de 30 euros por año,” dijo una portavoz de la empresa.
La única operadora que anunció la reducción de
tarifas, de 11 por ciento, fue la 50Hertz de Alemania Oriental, ya que el
efecto de las tarifas de trasmisión en los precios cobrados de los usuarios
finales es bastante diferente en la región, de acuerdo con la Agencia Federal
de Redes (Bundesnetzagentur).
En entrevista con el periódico Bild, el ejecutivo en
jefe de la Asociación Federal de Energía y Agua (BDEW), Stefan Kapferer,
criticó que “las intervenciones para mantener estable la red de trasmisión con
fuentes renovables fluctuantes sean cada vez más dispendiosas.” Según él, la
expansión de la red debería posponerse.
Y el alza no se limita a la electricidad. El aceite
combustible aumentó 11 por ciento entre junio y septiembre, y puede aumentar
más todavía con la llegada del invierno.
Buena parte del problema se debe a la decisión de la
canciller, Angela Merkel, luego del desastre de la planta nuclear japonesa de
Fukushima, en 2011, de cerrar de inmediato ocho de las 17 plantas nucleares
alemanas, hasta ese entonces responsables del 22 por ciento de la generación de
electricidad en el país.