domingo, 26 de abril de 2020

LA SEGUNDA LÍNEA



 Liderazgo peronista subalterno 1945 - 1955

- Introducción

Raanan Rein

Los integrantes de esta “segunda línea” ofrecieron ideas, expe-riencia, capacidad de gobierno, vinculaciones con el mundo político, gremial y empresario, y habilidad para promover apoyos destinados al líder naciente. Estos “hombres detrás del Hombre” eran portadores de prestigio personal –y elementos que daban legitimidad al movimiento–que tradujeron, con mayor o menor suerte, en una labor que contribuyó sustancialmente al ascenso y consolidación de aquel, como asimismo ala modelación del justicialismo. Es que el papel de estos intermediarios no surgió, como podría suponerse, “a consecuencia” del éxito peronista, sino “antes y durante”, es decir contribuyendo decididamente al mismo debido a las funciones que cumplieron.

En otras palabras, el éxito hubiera sido imposible de lograr sin estos intermediarios. Dichos dirigentes tenían procedencias y trayectorias diversas, pero debido a la propia heterogeneidad y laxitud del peronismo lograron desempeñarse dentro del mismo al calor de la confianza que oportunamente le dispensaron Perón y Evita. Así, puede mencionarse un primer grupo que tuvo su origen en las Fuerzas Armadas, más precisamente en el Ejército: fueron los camaradas de Perón que irrumpieron en la vida política tras el golpe de Estado de 1943.

Se trata del coronel Domingo A. Mercante, mano derecha de aquel enla Secretaría de Trabajo y Previsión y luego gobernador de la pro-vincia de Buenos Aires; del mayor Carlos V. Aloé, secretario de la Presidencia de la Nación y después sucesor del anterior en la gobernación bonaerense; del general Juan Pistarini, ministro de Obras Públicas; del general Filomeno Velazco, jefe de la Policía Federal y sucesivamente interventor y gobernador de la provincia de Corrientes; del brigadier general José I. San Martín, gobernador de la provincia de Córdoba y ministro de Aeronáutica; y del contralmirante Alberto Teisaire, senador nacional, presidente del Consejo Superior del Partido Peronista y finalmente vicepresidente de la Nación.

Un segundo grupo provino de la actividad política, esto es de diri-gentes y militantes de distintos partidos que adhirieron tempranamente al naciente justicialismo. Fue el caso de Juan A. Bramuglia, luego ministro de Relaciones Exteriores, John W. Cooke, Ricardo Guardo y Héctor J. Cámpora, todos diputados nacionales –los dos últimos presidentes sucesivos de la Cámara–, Hortensio J. Quijano, vicepresidente de la Nación, y Delia Parodi, diputada nacional y presidenta del Partido Peronista Femenino, iniciada en la política por Eva Perón. Del movimiento obrero llegaron Ángel G. Borlenghi, quien se desempeñaría como ministro del Interior, Luis Gay y José Espejo, am-bos secretarios generales de la Confederación General del Trabajo.

Del mundo empresario lo hicieron Miguel Miranda, ministro de Finanzas y José B. Gelbard, titular de la Confederación General Económica, en tanto que de la burocracia estatal llegaron Ramón Carrillo, ministro de Salud, José Figuerola, secretario de Asuntos Técnicos y Roberto Pettinato, director de Institutos Penales. También hubo incorporaciones del mundo académico, como la de Arturo E. Sampay, quien se desempeñó como fiscal de Estado de la Provincia de Buenos Aires y convencional constituyente en 1949, y la de Alfredo Gómez Morales, presidente del Banco Central y ministro de Finanzas; y del periodismo, como Raúl A. Apold, quien sería subsecretario de Informaciones.

En síntesis, sus aportes y labor contribuyeron a lograr el triunfo electoral del 24 de febrero de 1946, afianzar a Perón en el poder, modelar la doctrina peronista e interpretarla –a veces con sus propios lentes–, participar decisivamente en la gestión de gobierno, así como fijar los logros del mismo y la figura de sus líderes. El libro se propone, por lo tanto, indagar en las trayectorias previas de estos dirigentes, en su posicionamiento dentro del seno del amplio movimiento peronista, en su relación con la pareja presidencial y, sobretodo, en su contribución, desde las más variadas áreas, al nacimiento y consolidación del movimiento político liderado por Perón. 

Estas dieciséis síntesis biográficas, si bien no abarcan a toda la “segunda línea” –tarea imposible de lograr por otra parte–, son lo suficientemente representativas de la misma como para que se erijan en un aporte de valía para el mejor conocimiento y comprensión del primer peronismo, de su heterogeneidad y de su complejidad. Por último, una referencia a una temática no abordada específicamente en este trabajo de compilación pero sí relacionada con él: lo que ya comienza a conocerse como “tercera línea” de liderazgo peronista.

En efecto, si fue necesaria la mediación de la “segunda línea” a nivel nacional y provincial, lo propio podría decirse de aquellos dirigentes cuyo accionar se desarrolló en el ámbito local: intendentes, concejales, referentes de la comunidad, líderes sindicales, legisladores provinciales que representaban su distrito, etc. Indagar en sus trayectorias individuales, en sus tareas de gestión, en sus lealtades, en su relación con las “fuerzas vivas” del municipio y, paralelamente, con el poder provincial, contribuirá aún más a comprender la dinámica del peronismo en la base de la pirámide, donde los líderes locales se erigieron en representantes de Perón y el peronismo –aunque sin tener contacto directo con aquel– en sus respectivos distritos. 

En otros términos, también ellos, con su labor, contribuyeron a forjar y consolidar el justicialismo, a sostener esta identidad política en coyunturas electorales y a actuar como correa de transmisión de directivas superiores a la vez que convertirse en voceros de las demandas de las bases. En la provincia de Buenos Aires por caso, desde hace unos años a esta parte se vienen realizando estudios sobre esta “tercera línea”, tanto en los grandes centros urbanos(Bahía Blanca, Mar del Plata, La Plata, Tandil, Avellaneda entre otros) como, en menor medida, en las localidades del interior (Chascomús, Pergamino, Coronel Pringles).


Raanan Rein y Claudio Panella


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