miércoles, 10 de junio de 2020

REGALÍAS PETROLERAS




Final anunciado: de los US$ 630 millones de los fondos de Santa Cruz, sólo quedan US$ 9.607


Lucía Salinas

Clarín, 09/06/2020

La fondos de Santa Cruz siguen generando polémica. De los US$ 630 millones que recibió la provincia en 1992 por regalías mal liquidadas de YPF ya casi no queda nada. Según un informe que presentó la gobernadora Alicia Kirchner ante el Tribunal de Cuentas, 28 años después de que su hermano Néstor recibiera esos fondos, solo quedan US$ 9.706 en una cuenta del Banco Nación.

Esos fondos siempre estuvieron rodeados de sospechas. Incluso hubo varias causas judiciales que buscaron desentrañar qué había pasado con esas millonarias regalías. El ex presidente y gobernador Néstor Kirchner fue ambiguo y poco transparente con el manejo de ese dinero que estuvo depositado en cuentas off shore y hasta supuestamente personales. Incluso la oposición en Santa Cruz llegó a afirmar que eran unos US$ 1.000 millones.

La irrisoria cifra de US$ 9.706 surge de un informe que presentó la gobernación ante el Tribunal de Cuentas de la provincia. El informe, que fue aprobado el 27 de mayo pasado en medio del coronavirus, fue aprobado aunque la oposición dejó asentadas sus disidencias. El Tribunal tiene mayoría de oficialistas que responde a la hermana Kirchner.

Incluso la cifra podría ser menor, ya que ese monto corresponde a los fondos que había en la cuenta corriente número 39559/8 del Banco Nación sucursal Plaza de Mayo al 31 de diciembre de 2019.

Del informe también se desprende que por la administración de esos ahora escasos fondos el Banco Nación cobra una comisión por mantenimiento de la cuenta de 13 dólares mensuales que contabilizan un total de US$ 156 al año.

La saga de este dinero comenzó cuando Santa Cruz recibió, en 1992, un resarcimiento por regalías petroleras mal liquidadas de YPF. Eran US$ 630 millones. Néstor Kirchner transitaba su primera gobernación. El dinero fue depositado, primero, en una cuenta del Credit Suisse que generó por años intereses y comisiones que no se vieron reflejados en su repatriación. Incluso, la UCR santacruceña denunció que Néstor Kirchner puso el dinero a su nombre durante varios años.

La primera denuncia por los fondos de Santa Cruz que hizo el abogado radical Juan Carlos Iglesias en 2003 estaba en un juzgado de Comodoro Py pero los operadores judiciales de Kirchner lograron que el juez se declarara incompetente y mandarla a un juez adicto de Santa Cruz que terminó cerrándola.

La ex diputada de Cambiemos Elisa Carrió denunció que parte de los fondos se habrían usado para “apalancar” un crédito del UBS que se usó para la compra del 25 por ciento de las acciones del YPF-Repsol por parte del grupo Petersen.

Cuando los repatrió, luego de años de denuncias y de nula información sobre el manejo de ese dinero, el Frente Para la Victoria prometió destinar ese dinero "a la industrialización de la provincia". Pero eso nunca ocurrió, y sólo U$S 38 millones se usaron para la construcción de una cementera en Pico Truncado. Los números siempre fueron poco claros. Desde 1996 a 2002 no hubo rendición de los activos santacruceños. En 2003 Sergio Acevedo asumió la gobernación y dos años más tarde prometió la repatriación, algo que ocurriría en 2007.
¿Cuánto dinero había entonces? El FPV admitió en 2003 en la legislatura provincial que se habían incorporado otros US$ 532 millones a los más de US$ 600 millones cobrados originalmente, sin explicar el origen de ese dinero. Así, los fondos de Santa Cruz en el exterior habían llegado a sumar US$ 1061 millones. Luego, cuando se hizo el anuncio de la repatriación, blanquearon sólo U$S 554 millones.

Todo este marco fue analizado en el informe del Tribunal de Cuentas por la representante de la oposición, Yanina Gribaudo, que fue la única que no convalidó la rendición. Cuestionó que la Provincia no explicó cómo se fueron gastando año tras año esos fondos millonarios. "Este Tribunal de Cuentas nunca ejerció el control sobre esa gestión financiera - patrimonial y el registro de los fondos desde 1992 a 2002. Por lo tanto, no se puede certificar el saldo inicial que se toma como referencia los ejercicios anteriores porque no se realizaron los procedimientos de auditorías", explicó en su voto.

Para la abogada Gribaudo la rendición expone "falta de credibilidad del saldo" que se aprobó años anteriores, e "impide aprobar los informes anuales elevados por el Ministerio de Economía".

Ese saldo fue cuestionado siempre por la UCR que detectó que había saldos que no concordaban con lo blanqueado. "Este Tribunal nunca pudo determinar técnicamente a cuánto ascienden los activos financieros extra presupuestarios", dice Gribaudo y recuerda que incluso en otras rendiciones omitieron computar un monto cercano a los US$ 6 millones.

A favor de la aprobación del informe votaron el presidente del Tribunal, Carlos Ramos y las vocales María Morales y Romina Gaitán, todos oficialistas.

La historia de la repatriación de los fondos es oscura y está llena de irregularidades. El ex gobernador Acevedo anunció el regreso de la plata en 2005, pero recién se concretó en 2007 bajo la gestión de Daniel Peralta. En ese entonces se depositaron US$ 199 millones desde el exterior que iban a ser usados supuestamente para solucionar un conflicto con los docentes que reclamaban aumentos de sueldos en medio de una tensión social. Pero un año después, Kirchner desde la presidencia sólo permitió que se usen US$ 27 millones de dólares para los docentes.


Para fines 2010, según el Tribunal de Cuentas, sólo quedaban $ 390.883.816 millones (unos US$ 95 millones de aquel entonces). Oficialmente, el gobierno de Peralta anunció ese año que destinó unos US$ 80 millones de esos fondos para cubrir el déficit presupuestario. En el medio, otra vez hubo oscuridad y desmanejo sobre el dinero

De hecho, desde el Tribunal de Cuentas santacruceño confirmaron a Clarín que el último expediente tenía fecha del 31 de diciembre de 2012 con una rendición de 30.000 dólares. Ese mismo año, en mayo, Cristina Kirchner desde Tucumán dijo que los Fondos "se evaporaron"  sin dar más explicaciones. La entonces presidenta responsabilizó por los desmanejos a los últimos gobernadores de su provincia, Acevedo y Peralta, quienes llegaron al poder con el respaldo y apoyo de Nestor Kirchner y eran parte del Frente Para la Victoria.