martes, 18 de noviembre de 2014

DESPENALIZAR EL CONSUMO DE DROGAS, NOS PUEDE CAUSAR UN GRAN DAÑO


Por: Pedro Luis García

Norte, 15-11-14

Según investigaciones de los especialistas, está documentado que el alcohol y el tabaco son las drogas legales de mayor consumo, y consideradas como sustancias de entrada para el uso de las ilegales, como mariguana, cocaína. Particularmente, la mariguana es la droga ilegal de mayor consumo entre la población Argentina.

Se tiene conocimiento de que cualquier droga, sea legal o ilegal, es peligrosa, y que todas generan efectos nocivos en el organismo de quien las consume, aunque éstos varían en tipo y grado de severidad de acuerdo con la sustancia de que se trate, la forma de consumo, la cantidad y las características individuales de los que consumen.

Ante estos descubrimientos, puede aseverarse que no existe alguna droga inocua, todas conllevan un potencial de riesgo y daños a la salud, bienestar y el funcionamiento social de los individuos. La evidencia científica nacional e internacional aporta información confiable sobre los daños y los riesgos a la salud que se relacionan con el consumo de marihuana, así como las diversas consecuencias que ésta representa para la sociedad y el Estado.

El consumo de marihuana se asocia signicativamente con el de otras drogas, con un pobre desempeño escolar y con el desarrollo de problemas posteriores. En el Congreso Internacional de Adicciones de años anteriores, que anualmente organiza el Centros de Integración Juvenil, diferentes conferencistas especialistas de la temática, aseguraban que la despenalización de la mariguana en algunos países no ha resultado en un declive, del consumo, sino al contrario, lo que reafirma la regla infalible en esta materia: a mayor disponibilidad, mayor consumo. Tampoco ha evitado que el consumidor de esta droga migre al abuso de la cocaína o la heroína. Los partidarios de la legalización quieren que la droga se trate igual que el alcohol. Esperan que de esta manera podamos sacar la droga del mundo de la criminalidad y podamos actuar con mayor eficacia contra los abusos.

 Hay tres razones que los especialistas exponen para manifestar que esta propuesta siempre será un camino intransitable. En primer lugar ya tenemos suficientes problemas con el alcohol. Aquí en el país al igual que en otros países el ascendente consumo de alcohol entre los jóvenes es un tema de gran preocupación. En los próximos años tendremos que idear una política muy estricta para poner una barrera contra el creciente abuso de alcohol. Por lo tanto, no sentimos la necesidad de exponer a la juventud a más seducciones peligrosas. En segundo lugar, el uso masivo de estupefacientes puede tener consecuencias desastrosas para la sociedad. Mientras que el consumo moderado de alcohol no tiene por qué causar problemas en las relaciones sociales, esto sí ocurre con el consumo general de estupefacientes.

 En tercer lugar, es impensable que drogas duras como la heroína y la cocaína puedan ser vendidas sin ningún impedimento, por ejemplo a los jóvenes; igual de inimaginable es que las drogas duras sean más fáciles de obtener que los medicamentos con receta. Siempre se impondrán restricciones a la venta y en consecuencia siempre seguirá existiendo un mercado negro. Por eso la despenalización total de las drogas es una ilusión política sobre drogas en Argentina Por eso una política tolerante sobre drogas blandas será cada vez menos probable.