domingo, 22 de febrero de 2015

TOSHIRO SHIVA: EL VECINO JAPONÉS DE NISMAN


Guillermo Cherashny

Informador Público, 21-2-15

Apenas tres días después de la muerte violenta de Alberto Nisman, se habló de un vecino chino de su mismo piso que podía pasar a su departamento a través del conducto del aire acondicionado. Pero en realidad su vecino no era chino sino japonés; se llama Toshiro Shiva y es directivo de la empresa NEC, que se dedica a la tecnología de comunicaciones. El sábado anterior a la muerte de Nisman, cuando éste despachó a su custodia policial, Shiva fue a llevar al aeropuerto de Ezeiza a su mujer, que viajó por un tiempo a Tokio, su tierra natal. 

Cuando fue llamado a declarar, no tuvo ningún inconveniente en hacerlo pero resulta muy raro que la fiscalía a cargo de Viviana Fein nunca informara sobre el vecino del fiscal y da la casualidad que el directivo de NEC declaró que su esposa, antes de irse a Japón el martes anterior al domingo fatal, vio a dos hombres que trabajaban en el conducto del aire acondicionado que une a los dos departamentos y por el que se puede acceder a uno u otro en forma indistinta.

El agente iraní
Esta declaración demuestra que pudieron ingresar al departamento del fiscal en forma silenciosa, darle un golpe que lo desmayara y luego ejecutarlo con un tiro a dos centímetros de la oreja. Como ya dijimos en otra nota, la fiscal Fein está empecinada en archivar la causa caratulándola como suicidio, tal como le piden Alejandra Gils Carbó y Sergio Berni. Especialmente este último, ya que los hombres bajo su comando entraron al departamento del fiscal después de las 23 horas del domingo y Fein recién llegó a la 1.48 hs. del lunes. O sea, más de dos horas en las cuales los dirigidos por Berni ensuciaron la escena y la pisotearon, sin usar zapatos de plástico para no borrar huellas. Como si fuera que lo hicieron a propósito para ocultar los rastros del asesinato del fiscal.


Dekba, un sitio de la inteligencia militar israelí, publicó que Nisman fue asesinado por un falso desertor iraní que le vendió que otro funcionario de la inteligencia persa había desertado y tenía información vital que darle. Habrían combinado entonces que el encuentro fuera el sábado a la noche, cuando no estaba la custodia, y que golpearía tres veces la puerta como contraseña para que Nisman le abriera. De este modo, el sicario iraní habría entrado, primero lo golpeó y luego lo ejecutó. Ese mismo artículo dice que el gobierno argentino estaba al tanto del falso desertor iraní y que liberó la zona y el edificio para que Nisman fuera ejecutado y que el asunto venía de antes, porque el régimen de los ayatolas había dictado una fatwa contra Nisman. 

Sea cierta esta información o no, está claro que alguien pudo ingresar por el aire acondicionado o golpeando tres veces con una clave para una reunión secreta. Son versiones ambas que tienden a descalificar la teoría pericial de que no intervino otra persona y que la fiscal Fein “compró” en paquete con moño. También existe la posibilidad de que Nisman le abriera la puerta a una amante y que atrás de ella entraran dos sicarios que días más tarde también habrían matado a la mujer que apareció carbonizada y cuyo cuerpo nadie reclama. Es que podría ser, como dice CFK, “una mujer que no se gana la vida decentemente”.