sábado, 15 de julio de 2017

ORACIÓN POR HOY, ORACIÓN DE SIEMPRE

 

Señor, ¡que mis enemigos sean numerosos! ¡Que una multitud se levante contra mí! 
(Salmo 3)

Sí, Señor, os llamo, elevo mi mirada hacia Vos, porque los enemigos de la Iglesia son muy numerosos: los grandes medios, la masonería, la contra-cultura, las leyes que promueven el aborto, la eutanasia, la contra concepción, el divorcio y pronto el alquiler de vientres, la fabricación mercantil del niño, la teoría del género, los métodos pedagógicos, la idolatría del deporte, el poder del dinero y la violencia islamista. ¡Ellos son numerosos, Señor! No solo vuestra Iglesia, sino aun los hombres y toda la sociedad son amenazados por la nueva y temible esclavitud de los espíritus. 

Un gran número dice a mi alma: “No más salvación para ella, cerca de su Dios”

La gran tentación, Señor, es creer que vos no podéis salvar a los hombres. La salvación vendrá de los hombres, dicen ellos. La salvación vendrá de nuestras leyes y de nuestra técnica. Nosotros haremos reinar la paz por golpes financieros, por la inteligencia artificial, por los genes modificados y por la reescritura de la historia. Nosotros impondremos el vivir juntos, a golpes de buenos sentimientos y desarraigo. ¡No más trascendencia! Vamos a fabricar un hombre nuevo sin naturaleza, sin moral, sin sexo definido, sin historia, sin otra vocación que la de ser más fuerte, más perforado.

Pero vos, Señor, sois mi protector y mi gloria, y vos levantáis mi cabeza.

            Sí, Señor, espero en Vos. Vos que habéis elegido al pueblo judío y liberado de la esclavitud de Egipto. Vos habéis enviado a vuestro Hijo, quien murió y resucitó por nosotros. Vos nos habéis revelado el camino para participar en vuestra vida bienaventurada. Vos sois nuestra gloria, nuestra vida, nuestra felicidad. Vos habéis instituido vuestra Santa Iglesia y suscitado en cada época de la historia, santos, una minoría que humildemente y corajudamente hace avanzar vuestro reino. ¿Cómo no elevar la cabeza pensando en los pequeños niños de Fátima que han cambiado el curso de la historia?

Grito hacia el Señor y Él me escucha.

            Señor, me permito gritar hacia Vos con Abraham, con Moisés y todos los profetas. Oso gritar a Vos con Cristo, Él que fue escuchado en razón de su piedad. Si no puedo elevarme hacia Vos, si no puedo franquear el abismo, mi voz puede atravesar el espacio. Sé, con certeza, que Vos esperáis de todos,  resoluciones, una conversión y la imitación de vuestro Hijo, Jesús, que ha predicado, curado, nutrido y liberado a las almas del demonio. Pero vos esperáis en primer lugar que nosotros nos apoyemos en la gracia que viene de lo alto. Señor, dad a vuestra Iglesia religiosos que consagren su vida a gritar día y noche, hombres y mujeres que griten por aquellos que no gritan.

Me he acostado y dormido y me he despertado, porque el Señor me ha llamado.    

            Señor, creo en Vos. Tengo confianza en Vos. Espero contra toda esperanza. Como Cristo en la cruz, puedo ir hasta la muerte. Se que Vos no nos abandonarás. Podemos caer muy bajo, pero que sea entre vuestras manos. Vos nos despertaréis, como habéis resucitado a Cristo, quien ha enviado sus apóstoles a convertir a las naciones.
            Señor, levantaos


F. Louis Marie, O.S.B.

Abad de Santa Magdalena de Le Barroux
15 de junio de 2017.

Tomado de Les Amis du Monastère, n°162.