Ricardo Roa
Clarín, 04/05/2018
En la foto aparece Hugo Moyano hablando desde la
cabecera de la mesa. Lo flanquean el obispo vaticano Marcelo Sánchez Sorondo y
el amigo-vocero del Papa Gustavo Vera. Detrás de ellos hay un cartel con letras
grandes: Red Nacional Antimafia, por una Argentina sin mafias. Sin comentarios.
Todo a la vista.
El encuentro ocurrió hace poco más de dos semanas en
un local del sindicato de Camioneros. Y entre los grandes objetivos proclamados
por la red figura la lucha contra el lavado de dinero, un delito que tiene a
Moyano contra las cuerdas o que amenaza poner a Moyano contra las cuerdas.
Eso es lo que dicen datos y pruebas recolectados en
una investigación judicial sobre su gestión en Independiente. Los tiene en su
poder el juez federal de Quilmes Luis Armella a partir del testimonio de un
arrepentido: Pablo Bebote Alvarez, ex jefe de la barrabrava.
Se acumulan en una bolsa donde hay de todo:
La contratación de jugadores lesionados y
sobrefacturados. Ya fueron allanadas oficinas de la AFA y de Agremiados.
Analizan el papel del ex dirigente Fabio Fernández y un paquete de
transferencias de plata a paraísos fiscales. También depósitos derivados a
mesas de dinero locales. Está en la mira el fideicomiso Aristides en el que
figuran Moyano, Héctor Maldonado y la ex tesorera del club, Liliana Toribio.
Viajes de la barra y de dirigentes al interior y al
exterior que fueron inflados para quedarse con la diferencia. Algunos fueron
bancados por Camioneros. Las facturas terminaban en las empresas Turismo Martín
SRL y JBUS SRL.
Desvío de fondos provenientes de la venta de entradas
y de la venta en negro de entradas. Y de bonos truchos. De esas maniobras
habría participado la compañía Integradores SA.
Un capítulo especial es el de las extorsiones a
empresas como Loma Negra, Acindar y Kalciyan, la más grande fábrica de vidrios
de la Argentina. Todo para terminar obras en el estadio. Aprietes a través del
sindicato y similares a los que acostumbra hacer el sindicato. Esas operaciones
o parte de esas operaciones eran blanqueadas con la constructora Ancora SA, de
la esposa de Moyano y a la que Moyano colocó como gerenciadora de la obra
social de Camioneros.
Otra empresa en la mira sobre el lavado de dinero es
Global Finanzas, de Fabio Fernández y dueño a la vez de la cadena de restoranes
Pertutti.
Su mansión en el country Abril fue allanada por el juez en lo Penal
Económico Pablo Yadarola.
Moyano tiene siete causas abiertas. Y en el medio una
muy notoria: OCA, que ocupa a 7000 camioneros y supo ser líder del negocio
postal. Está en concurso de acreedores y tambalea. Pese a eso sponsorea a
Independiente, donde el combo de violencia y corrupción que empezó a destapar
la Justicia nadie sabe adónde puede terminar.
Cuesta entender qué hace el canciller de la Pontificia
Academia de las Ciencias del Vaticano abrazando a Moyano en una cruzada
antimafia.