al
fiscal Di Lello
Alberto Buela (*)
Es muy probable que
esto que vamos a escribir no sirva para nada o que no llegue a ninguna de las
partes interesadas.
Para mis amigos
será un esfuerzo mío más para gastar pólvora en chimangos, pero, qué le vamos
hacer: nuestra tarea es razonar.
La intervención del
PJ dispuesta por la juez Servini buscó a un hombre con imperium como Barrionuevo para cumplir su orden. Éste cumplió, se
hizo cargo del edificio de Matheu y no tocó nada, ni siquiera abrió las
oficinas.
El razonamiento del
fiscal Di Lello es el siguiente: Barrionuevo
no puede cumplir con ecuanimidad su función porque no es ajeno a las divisiones
del PJ.
Qué pretende Di Lello,
un interventor antiperonista? O peor aun, un interventor que le guste a él? Su
razonamiento está cargado de subjetividad extrema.
Di Lello usa todo
su poder como fiscal para impedir que un hombre como Barrionuevo realice su
trabajo de interventor porque no le gusta. Tan así es que utiliza la falacia ad hominem para descalificarlo: “no puede cumplir con ecuanimidad… no resulta
ajeno a las divisiones del PJ…es público y notorio que tiene una vida política
activa. En una palabra, “Barrionuevo es un incapaz”.
En orden a los
hechos el dictamen del Di Lello ignora los desfalcos y malversaciones de fondos
que realizó la comisión anterior en el seno del PJ. (la empresa Gestar es un
ejemplo tangible).
Barrionuevo, como
dijimos, hasta ahora no hizo nada. Se quedó quieto como perro en bote. Incluso
da la impresión de que existe una orden no expresa de no pasar por el PJ, y que
el asunto está manejado más por sus abogados que por él mismo.
Nosotros, que no
somos abogados, creemos que la intervención debería ya haber emitido una
declaración de principios y objetivos mostrando que se busca poner al PJ al
servicio del Movimiento peronista y al mismo tiempo nombrando los 35 miembros
del consejo del partido para poner así en marcha, y sin más dilaciones, al
peronismo en su conjunto.
Esto es lo que está
esperando el pueblo peronista que quiere triunfar en el 2019.
(*) arkgueta,
aprendiz constante