domingo, 21 de septiembre de 2014

DEUDA PÚBLICA Y PRESUPUESTO 2015



Por Héctor GIULIANO

(20.9.2014).

El 15.9 de esta semana el Poder Ejecutivo presentó en el Congreso el Proyecto de Ley (PL) de Presupuesto 2015.

Se trata del último ejercicio proyectado por parte de la administración saliente.

El objeto de este trabajo es formular algunas observaciones y/o comentarios sobre la parte dispositiva de dicho proyecto relacionadas en forma directa con la Deuda Pública Argentina.

AUMENTO DE LA DEUDA DEL ESTADO.

El PL 2015 prevé un Déficit Fiscal de 50.000 M$ , producto de Ingresos totales por 1.202.000 M$ contra Gastos por 1.251.600 M$.

Durante los últimos años el gobierno Kirchner proyectó siempre superávits fiscales – cada vez más exiguos (los últimos, a nivel casi cero) - pero los saldos negativos reales al fin de cada ejercicio fueron muy diferentes a sus previsiones: déficit de 31.700 M$ en 2011, 55.600 M$ en 2012 y 64.500 M$ en 2013; y las proyecciones privadas para el corriente año 2014 pasan los 150.000 M$.

Según el PL en el 2015 hay vencimientos de deuda por Capital de 506.900 M$ (equivalentes a unos 53.600 MD, al Tipo de Cambio previsto de 9,45 $/US$).

Se trata de un monto que equivale el 40 % del Gasto Público total (1.251.600 M$).

La totalidad de estos vencimientos de deuda se “cancelan” con nuevas deudas porque la Argentina no tiene Solvencia ni Liquidez Fiscal para afrontar tales obligaciones y por ello vive refinanciando en forma completa y absoluta sus compromisos.

Es decir, que nuestro país se encuentra en un estado fáctico de cesación de pagos dado que abona en efectivo los intereses de la Deuda Pública – que son parte del Gasto Corriente – pero refinancia íntegramente el Capital de la deuda que vence  (que no se computa como Gasto Público del ejercicio).

Y además, se toma más deuda: según el PL en el 2015 está previsto tomar Endeudamiento Público por 673.650 M$ (≡ 71.300 MD), lo que significa que todas las amortizaciones de capital citadas (506.900 M$ ≡ 53.600 MD) se cancelan con nuevas deudas y a las mismas se le agrega la toma de deuda adicional por otros 166.750 M$ (≡ 17.700 MD)

Estas cifras oficiales ratifican la tendencia fuertemente creciente de la Deuda Pública Argentina, que aumentó 14.600 MD en 2011, 18.800 MD en 2012, que estaba previsto que se incrementara en 12.100 MD en 2013  y en 12.700 MD en 2014.

Otros rubros del Presupuesto 2015 – el último de la administración CFK – aumentan todavía más las autorizaciones de endeudamiento adicional por operaciones de crédito público para el futuro. 

Por ende, pese a los sistemáticos y reiterados argumentos engañosos del gobierno y del establishment financiero, no es cierto que la Argentina se esté des-endeudando.

EL GASTO POR INTERESES.

El PL de Presupuesto 2015 contempla el pago de Intereses de la Deuda Pública por 96.200 M$ (≡ 10.200 MD). Representan el 7.7 % del Gasto Público total y el 13.5 % del Gasto de la Administración Central.

Esto último significa que 13.50 $ sobre cada 100 $ de gasto directo del Estado se destina al pago de intereses solamente.

El año próximo – como el actual – nuestro país no paga cupones PBI (cuyo último monto anual estaba calculado en unos 3.500 MD) porque las proyecciones de crecimiento económico no llegan al 3.20 % del Producto.

Según los supuestos macroeconómicos del Presupuesto, el PBI crecería sólo un 0.5 % este año y 2.8 % en 2015.

El ahorro de pago de estos cupones ligados al crecimiento – que de todas maneras son acumulativos al año base 2005 – constituye paradójicamente una “ventaja”, muy relativa por cierto, derivada de la recesión argentina.

Estas cifras de pago, sin embargo, no se sabe si están completas, incluyendo los nuevos servicios a pagar por las deudas que se están contrayendo en el corriente año (CIADI, Repsol, Club de París y Holdouts).

El Presupuesto del 2014 original preveía el pago por concepto de Intereses de 77.200 M$ (≡ 12.200 MD, al tipo de cambio 6.33 $/US$). La cifra fue elevada ahora a 83.700 M$, según el presupuesto ajustado unilateralmente por DNU del Ejecutivo y, sobre este importe, el paso a pagar 96.200 M$ el año que viene representa un aumento del 15 % (que sería un 25 % medido contra los primitivos 77.200 M$).

Pagar 10.200 MD de intereses por año – que, en realidad, serán seguramente más que ese importe porque faltarían computar nuevas deudas – significa 28 MD por día: 1.16 millones de dólares por hora que pasa de nuestra vida.

Lo que se paga de interés de  la Deuda Pública en un día equivale al costo de un Hospital del Bicentenario, como los que se construyen actualmente en el Gran Buenos Aires (aproximadamente 200 M$ cada uno). 

DEUDA Y DÉFICIT: EMISION VERSUS DEUDA.

La verdadera significación e importancia del Presupuesto en las Finanzas Públicas y en la Política Económica ha devenido muy relativa en la Argentina: las asignaciones convencionales o “dibujadas” de los supuestos macroeconómicos y de partidas clave para la administración fiscal, las facultades especiales conferidas al Poder Ejecutivo y el uso que el mismo sigue haciendo de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) y de disposiciones de segundo y tercer orden de importancia (caso decretos y resoluciones) desmerecen completamente la seriedad y confiabilidad del presupuesto público como documento indicador de Planes Económicos, Financiamiento Público y Políticas de Estado.

Baste recordar que apenas iniciado el corriente año 2014 – hacia fines de Enero – el gobierno Kirchner cambió sustancialmente los supuestos macro del ejercicio y que el presupuesto del año devino con ello totalmente desdibujado; sin que el Congreso tomara cartas en el asunto.

El Ejecutivo modificó la Ley 26.895 de Presupuesto 2014 vigente en nada menos que 200.000 M$ - sobre un total de 860.000 M$ (!) – por DNU 1.246 del 1.8 pasado. Y ninguna figura relevante dijo nada al respecto.

Las novedades que se están produciendo hoy en relación a la Crisis de Deuda Pública que vive el país y sus efectos derivados en materia económico-financiera no alteran sólo la política monetaria, cambiaria y bancaria sino también la lógica misma de las políticas de gobierno, que pasan a ser condicionadas totalmente por los hechos que se están produciendo: aumento de la emisión monetaria para comprar dólares que se prestan al Tesoro para pagar Deuda y para sostener los gastos del Estado debido al Déficit Fiscal creciente, vaciamiento de las reservas del Banco Central (RI BCRA) para sostener el pago de los compromisos externos y particularmente de las erogaciones extra-ordinarias también vinculadas a los gastos directos e indirectos de la misma (pago de servicios, gastos por refinanciaciones sistemáticas, honorarios y gastos judiciales, pago de asesoramientos, campañas de opinión, etcétera).     

El Fallo Griesa en el caso piloto de los fondos NML-Elliot y otros en Nueva York abre las puertas a una avalancha de reclamos por parte del resto de los holdouts por una suma total que se estima puede costarle al país entre 20 y 30.000 MD.

Los riesgos ciertos por el problema de las cláusulas RUFO y del Acreedor más favorecido (MFC) no terminan el 1.1.2015 y probablemente le cuesten al país la apertura de otra nueva etapa de conflictos legales y financieros.

El gobierno CFK pugna por echarle la culpa al juez Griesa de lo que, en la realidad, es el fracaso del Megacanje Kirchner-Lavagna de 2005-2010 y que las autoridades porfían negar, mientras la cuenta del endeudamiento sigue subiendo.

Se trata de un esfuerzo gubernamental desesperado por sostener su falso discurso de supuesta solvencia fiscal, su negativa a reconocer un default cuando el Estado no tiene recursos fiscales para afrontar los servicios de la deuda como no sea emitiendo sistemáticamente nuevas obligaciones – para pagar deuda con deuda – y cuando los déficit gemelos (Fiscal y Externo) han acabado con el Mito del Modelo y de la “década ganada”.

El “pacto con el Diablo” de este gobierno con los poderes financieros  se vence y el reclamo de la Hoja de Ruta Boudou – arreglo compulsivo con Holdouts y Club de París para volver a colocar deuda en el Mercado Internacional de Capitales – ha llegado a su punto de cumplimiento para que la administración K entre de lleno en la nueva ola de endeudamiento público que ya está en curso.

Es la exigencia básica del Partido de la Deuda que le está reclamando al gobierno que decline seguir financiándose con Emisión Monetaria y que pase a financiarse con nueva y más Deuda Externa.