Por Héctor GIULIANO
(20.9.2014).
El 15.9 de esta
semana el Poder Ejecutivo presentó en el Congreso el Proyecto de Ley (PL) de
Presupuesto 2015.
Se trata del último
ejercicio proyectado por parte de la administración saliente.
El objeto de este
trabajo es formular algunas observaciones y/o comentarios sobre la parte
dispositiva de dicho proyecto relacionadas en forma directa con la Deuda Pública
Argentina.
AUMENTO DE LA DEUDA DEL ESTADO.
El PL 2015 prevé un
Déficit Fiscal de 50.000 M$ , producto de Ingresos totales por 1.202.000 M$
contra Gastos por 1.251.600 M$.
Durante los últimos
años el gobierno Kirchner proyectó siempre superávits fiscales – cada vez más
exiguos (los últimos, a nivel casi cero) - pero los saldos negativos reales al
fin de cada ejercicio fueron muy diferentes a sus previsiones: déficit de
31.700 M$ en 2011, 55.600 M$ en 2012 y 64.500 M$ en 2013; y las proyecciones
privadas para el corriente año 2014 pasan los 150.000 M$.
Según el PL en el 2015
hay vencimientos de deuda por Capital de 506.900 M$ (equivalentes a unos 53.600
MD, al Tipo de Cambio previsto de 9,45 $/US$).
Se trata de un monto
que equivale el 40 % del Gasto Público total (1.251.600 M$).
La totalidad de estos
vencimientos de deuda se “cancelan” con nuevas deudas porque la Argentina no tiene
Solvencia ni Liquidez Fiscal para afrontar tales obligaciones y por ello vive
refinanciando en forma completa y absoluta sus compromisos.
Es decir, que nuestro
país se encuentra en un estado fáctico de cesación de pagos dado que abona en
efectivo los intereses de la
Deuda Pública – que son parte del Gasto Corriente – pero
refinancia íntegramente el Capital de la deuda que vence (que no se computa como Gasto Público del
ejercicio).
Y además, se toma más
deuda: según el PL en el 2015 está previsto tomar Endeudamiento Público por
673.650 M$ (≡ 71.300 MD), lo que significa que todas las amortizaciones de
capital citadas (506.900 M$ ≡ 53.600 MD) se cancelan con nuevas deudas y a las
mismas se le agrega la toma de deuda adicional por otros 166.750 M$ (≡ 17.700
MD)
Estas cifras
oficiales ratifican la tendencia fuertemente creciente de la Deuda Pública
Argentina, que aumentó 14.600 MD en 2011, 18.800 MD en 2012, que estaba
previsto que se incrementara en 12.100 MD en 2013 y en 12.700 MD en 2014.
Otros rubros del
Presupuesto 2015 – el último de la administración CFK – aumentan todavía más
las autorizaciones de endeudamiento adicional por operaciones de crédito
público para el futuro.
Por ende, pese a los
sistemáticos y reiterados argumentos engañosos del gobierno y del establishment
financiero, no es cierto que la
Argentina se esté des-endeudando.
EL GASTO POR
INTERESES.
El PL de Presupuesto
2015 contempla el pago de Intereses de la Deuda Pública por
96.200 M$ (≡ 10.200 MD). Representan el 7.7 % del Gasto Público total y el 13.5
% del Gasto de la
Administración Central.
Esto último significa
que 13.50 $ sobre cada 100 $ de gasto directo del Estado se destina al pago de
intereses solamente.
El año próximo – como
el actual – nuestro país no paga cupones PBI (cuyo último monto anual estaba
calculado en unos 3.500 MD) porque las proyecciones de crecimiento económico no
llegan al 3.20 % del Producto.
Según los supuestos
macroeconómicos del Presupuesto, el PBI crecería sólo un 0.5 % este año y 2.8 %
en 2015.
El ahorro de pago de
estos cupones ligados al crecimiento – que de todas maneras son acumulativos al
año base 2005 – constituye paradójicamente una “ventaja”, muy relativa por
cierto, derivada de la recesión argentina.
Estas cifras de pago,
sin embargo, no se sabe si están completas, incluyendo los nuevos servicios a
pagar por las deudas que se están contrayendo en el corriente año (CIADI,
Repsol, Club de París y Holdouts).
El Presupuesto del
2014 original preveía el pago por concepto de Intereses de 77.200 M$ (≡ 12.200
MD, al tipo de cambio 6.33 $/US$). La cifra fue elevada ahora a 83.700 M$,
según el presupuesto ajustado unilateralmente por DNU del Ejecutivo y, sobre
este importe, el paso a pagar 96.200 M$ el año que viene representa un aumento
del 15 % (que sería un 25 % medido contra los primitivos 77.200 M$).
Pagar 10.200 MD de
intereses por año – que, en realidad, serán seguramente más que ese importe
porque faltarían computar nuevas deudas – significa 28 MD por día: 1.16
millones de dólares por hora que pasa de nuestra vida.
Lo que se paga de
interés de la Deuda Pública en un
día equivale al costo de un Hospital del Bicentenario, como los que se
construyen actualmente en el Gran Buenos Aires (aproximadamente 200 M$ cada
uno).
DEUDA Y DÉFICIT:
EMISION VERSUS DEUDA.
La verdadera
significación e importancia del Presupuesto en las Finanzas Públicas y en la Política Económica
ha devenido muy relativa en la
Argentina : las asignaciones convencionales o “dibujadas” de
los supuestos macroeconómicos y de partidas clave para la administración
fiscal, las facultades especiales conferidas al Poder Ejecutivo y el uso que el
mismo sigue haciendo de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) y de
disposiciones de segundo y tercer orden de importancia (caso decretos y
resoluciones) desmerecen completamente la seriedad y confiabilidad del
presupuesto público como documento indicador de Planes Económicos,
Financiamiento Público y Políticas de Estado.
Baste recordar que
apenas iniciado el corriente año 2014 – hacia fines de Enero – el gobierno
Kirchner cambió sustancialmente los supuestos macro del ejercicio y que el
presupuesto del año devino con ello totalmente desdibujado; sin que el Congreso
tomara cartas en el asunto.
El Ejecutivo modificó
la Ley 26.895 de
Presupuesto 2014 vigente en nada menos que 200.000 M$ - sobre un total de
860.000 M$ (!) – por DNU 1.246 del 1.8 pasado. Y ninguna figura relevante dijo
nada al respecto.
Las novedades que se
están produciendo hoy en relación a la Crisis de Deuda Pública que vive el país y sus
efectos derivados en materia económico-financiera no alteran sólo la política
monetaria, cambiaria y bancaria sino también la lógica misma de las políticas
de gobierno, que pasan a ser condicionadas totalmente por los hechos que se
están produciendo: aumento de la emisión monetaria para comprar dólares que se
prestan al Tesoro para pagar Deuda y para sostener los gastos del Estado debido
al Déficit Fiscal creciente, vaciamiento de las reservas del Banco Central (RI
BCRA) para sostener el pago de los compromisos externos y particularmente de
las erogaciones extra-ordinarias también vinculadas a los gastos directos e
indirectos de la misma (pago de servicios, gastos por refinanciaciones
sistemáticas, honorarios y gastos judiciales, pago de asesoramientos, campañas
de opinión, etcétera).
El Fallo Griesa en el
caso piloto de los fondos NML-Elliot y otros en Nueva York abre las puertas a
una avalancha de reclamos por parte del resto de los holdouts por una suma
total que se estima puede costarle al país entre 20 y 30.000 MD.
Los riesgos ciertos
por el problema de las cláusulas RUFO y del Acreedor más favorecido (MFC) no
terminan el 1.1.2015 y probablemente le cuesten al país la apertura de otra
nueva etapa de conflictos legales y financieros.
El gobierno CFK pugna
por echarle la culpa al juez Griesa de lo que, en la realidad, es el fracaso
del Megacanje Kirchner-Lavagna de 2005-2010 y que las autoridades porfían
negar, mientras la cuenta del endeudamiento sigue subiendo.
Se trata de un
esfuerzo gubernamental desesperado por sostener su falso discurso de supuesta
solvencia fiscal, su negativa a reconocer un default cuando el Estado no tiene
recursos fiscales para afrontar los servicios de la deuda como no sea emitiendo
sistemáticamente nuevas obligaciones – para pagar deuda con deuda – y cuando
los déficit gemelos (Fiscal y Externo) han acabado con el Mito del Modelo y de
la “década ganada”.
El “pacto con el
Diablo” de este gobierno con los poderes financieros se vence y el reclamo de la Hoja de Ruta Boudou – arreglo
compulsivo con Holdouts y Club de París para volver a colocar deuda en el
Mercado Internacional de Capitales – ha llegado a su punto de cumplimiento para
que la administración K entre de lleno en la nueva ola de endeudamiento público
que ya está en curso.
Es la exigencia
básica del Partido de la Deuda
que le está reclamando al gobierno que decline seguir financiándose con Emisión
Monetaria y que pase a financiarse con nueva y más Deuda Externa.