miércoles, 30 de octubre de 2024

MARÍA MARTÍNEZ DE PERÓN

 

 contra el Imperio Británico

 

Por Jorge Martín Flores *

La Prensa, 28.10.2024

 

El pasado 17 de octubre, la Vicepresidente de la Nación Argentina, Victoria Villarruel descubrió en el Senado un busto de la ex Presidente de la República Argentina y ex Líder del Movimiento Justicialista María Estela Martinez de Perón. Retratada por el artista artista Roppo Marsch, con un Santo Rosario colgando de su cuello, con la Virgen de Luján en el centro, el crucifijo en el corazón y abrazando la banda presidencial argentina.

 

Nosotros analizaremos este gesto, político e histórico, que a nuestro criterio marca un antes y un después. Por un lado vindicatorio hacia la figura silenciada de Isabel Perón y por otro lado, de una toma de posición clara y de valentía probada por parte de la Vicepresidente quien afirmó que “a la Historia no se la puede barrer bajo la alfombra”. Y aunque guste o no guste, Isabel fue, es y será parte de nuestra historia. La realidad es que no se puede entender la historia argentina reciente, silenciando la figura de Isabel Perón.

 

Pues fue un 24 de marzo de 1976, el día en que la Sra. se convirtió en la primera desaparecida del nefasto y autodenominado Proceso de Reorganización Nacional. Presa injustamente durante cinco años a manos del gobierno cívico-militar y silenciada durante 44 años por la historia oficial y los sucesivos gobiernos democráticos.

 

Pero todo tiene un fin. Y fue este 17 de octubre de 2024. Un día de reparación histórica, con un gesto claro hacia la pacificación y unidad nacional. Pues sin orden, justicia y paz, no existen las condiciones necesarias para anclarse el bien común de la Patria.

 

REACCIONES

 

La inevitable polémica desatada contra este acontecimiento continúa demostrando que la figura de Isabel Perón, continúa siendo objeto de confusión, difamación, vestiduras rasgadas de derechistas e izquierdistas, fruto de la desinformación malintencionada con respecto a su gestión, figura y persona. A ellos les digo con José Ortega y Gasset que “Ser de izquierda es, como ser de la derecha, una de las infinitas formas que el hombre puede elegir para ser un imbécil”.

 

Pero al mismo tiempo, se puede observar un panorama interesante de adhesiones a este gesto que nuclean a personas que vienen luchando durante décadas por colocar la figura de Isabel en el lugar meritorio que le corresponde. A ellos mi homenaje.

 

MARCO HISTÓRICO-POLÍTICO

 

Isabel recibió un país desangrado, fracturado, dividido, en profunda crisis. En estado de guerra interno. En un clima de beligerancia en aumento, con bandos aparentemente irreconciliables. Divisiones dentro y fuera del peronismo, divisiones dentro y fuera de las Fuerzas Armadas, divisiones dentro y fuera de la Iglesia Católica, divisiones en el espectro político, sumado al aprovechado accionar creciente de las guerrillas para desestabilizar el gobierno democrático (elegido por más del 60% de los votos) e instaurar un régimen socialista siguiendo las directivas de Cuba; y la gestión malintencionada de muchos medios de comunicación que potenciaban el caos.

 

Isabel llegó para continuar el legado de su difunto esposo Juan Domingo Perón, fallecido el 1° de Julio de 1974: Un proyecto de pacificación y unidad nacional. En este contexto, gobernó Isabel. Era la primera presidente mujer de nuestra Patria y en el mundo bipolar de Guerra Fría. No temió el combate. Lo tenía encima. Y con entereza cristiana e ideas claras, lo enfrentó. Reflejan esto sus palabras en carácter de Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, el viernes 9 de enero de 1976 en el Teatro Colón, durante la entrega de sables a la nueva promoción Jóvenes Oficiales: “En esta hora de lucha, es preciso que tengamos bien claro cuál es la realidad que enfrenta nuestra patria. Estamos siendo atacados y el ataque al que somos sometidos, en diversos frentes, va dirigido esencialmente a los cimientos de nuestra nacionalidad. Existe un frente económico en el que se intenta destruir nuestra capacidad de decisión para someternos a los dictados de grupos de intereses internos y sectarios aliados a los centros de poder económico y financiero internacional. Existe un frente político en el que se persigue quebrar los principios de unidad nacional con los que éste gobierno accedió al poder. Existe un frente moral en el que se pretende por la exaltación de un materialismo desenfrenado, socavar los valores éticos de conducta para con la sociedad y con la familia. Existe un frente psicológico en el que se busca confundir, desorientar y engañar al pueblo argentino, para quebrar el temple de su espíritu y la fe en su propio destino. Campañas sistemáticas con claros fines agresivos atacan la majestad de las instituciones del Estado y lesionan el sentimiento de seguridad de los habitantes de la Nación.

 

Para ello se han usado todos los recursos, desde los medios de comunicación hasta el rumor sibilino e insidioso.

 

Finalmente, existe un frente terrorista, ateo, mercenario, inhumano y delirante, empeñado en trastocar nuestros principios y valores más esenciales, regando con sangre inocente nuestro suelo patrio. Es ésta la realidad subversiva en la que tendréis que desarrollar vuestra acción”.

 

Podemos ver con claridad que había comprendido que la lucha de fondo, no se limitaba a peronismo vs antiperonismo, ni a Fuerzas Armadas vs. Guerrillas, o a izquierdas vs. derechas, liberales vs. marxistas. Pues, al decir de Félix Sardá Salvany: “El liberalismo es pecado” y siguiendo al Padre Bojorge: “El liberalismo es la iniquidad”. Continuando las enseñanzas probadas en la historia, decimos con el Papá Pío XI que el socialismo y el comunismo o marxismo leninismo “es intrínsecamente perverso”.

 

La realidad era mucho más compleja, pues decía Isabel: “Os sumáis a un combate en el que defenderéis el acervo cultural que todos los argentinos han forjado a través de la historia; combate en el que se deciden en definitiva la persistencia de la doctrina de Cristo, la vigencia de los valores y principios por los que dieron su sangre muchas generaciones de argentinos”.

 

En esencia, el conflicto era entre la Patria y la Antipatria. Más profundo aún, entre la revolución y la contrarrevolución, es decir, entre la rebelión de la nada y el orden del ser, entre el materialismo y la reafirmación del orden natural y sobrenatural.

 

Semejantes denuncias le iban a costar muy caro. No todos tenían su intuición y exacto análisis de la realidad. Esos mismos oficiales que custodiaban sus espaldas fueron los que la apuñalaron derrocando su gobierno y fueron los primeros que borraron su figura y gestión de la historia. Al tiempo que fue cercada por todos los partidos políticos que apoyaron el golpe y por el ala de la “tendencia” o del “entrismo”, sector radicalizado dentro del peronismo, infiltrado por el marxismo. Abandono y traición, interna y externa. Derrocamiento. Prisión y expulsión. Ostracismo forzado. Falsificación histórica. Conspiración del silencio.. ¿Por qué?

 

LA GESTIÓN POLÍTICA ANTI BRITÁNICA

 

Como enseña el profesor Gustavo Colaprete, Isabel representa “el último gobierno peronista” en primer lugar y en segundo lugar “el último gobierno argentino que se opuso cabalmente a los intereses del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte en nuestro territorio”.

 

Hoy, afirmar lo primero, ya es en sí políticamente incorrecto: Isabel tuvo una guía: las 20 verdades peronistas y especialmente sus tres banderas. Y mantuvo a nivel internacional una tercera posición. “¡No tan rápido!” Diría cualquier progresista. Vamos a los hechos: No contrajo nueva deuda externa. Al comenzar el tercer gobierno peronista el 25 de mayo de 1973, la deuda era de u$s 5.189 millones de dólares, y al 24 de marzo de 1976 seguía siendo de u$s 5.189 millones de dólares, con los intereses pagos. Desempeñó un gobierno genuinamente social con un plan de construcción de viviendas, sancionando la "Ley del Sistema Nacional Integrado de Salud" y la "Ley de Contrato de Trabajo 20.744", no superada por ninguna otra legislación. Al ser derrocada, existía solamente un 4% de pobreza y un 2,7% de desempleo.

 

El gobierno de Isabel Perón se opuso a los intereses del imperio británico en nuestra Patria, especialmente a partir de la conformación de un gabinete que giró alrededor de la figura de Julio Carlos González, secretario Legal y Técnico de la Presidencia y, al mismo tiempo, secretario Privado de la jefa de Estado.

 

Enunciemos algunas medidas:

 

Cómo vicepresidente, viajó a la Antártida Argentina y llevó adelante una reunión de ministros reivindicando nuestros derechos soberanos sobre la porción correspondiente al continente del futuro.

 

Ya como presidente, nacionalizó las bocas de expendio de combustibles, junto a los depósitos bancarios (cuya anulación se vió reflejada en la crisis del 2001) y las agencias noticiosas extranjeras.

 

Interceptó armamento destinado a la guerrilla, enviadas desde Gran Bretaña: 160.000 proyectiles destinados a la embajada británica y remitidos de contrabando en la carga de un buque. Contrabando de ametralladoras marca Stirling, por nombrar sólo los casos conocidos e interceptados. Desde este marco combatió a la subversión en todos sus ámbitos. Además del Operativo Independencia que permitió a las Fuerzas Armadas combatir a la guerrilla del ERP con la ley en la mano en los montes tucumanos; con la sanción de la "Ley de represión de la subversión", incorporando al mismo tiempo a la subversión económica, decretando, por ejemplo, el arresto del directorio de Bunge y Born por subvención a la guerrilla. Y anticipándose a su tiempo, sancionó la "Ley de represión al narcotráfico".

 

Pidió mediante la Cancillería, el retiro del embajador inglés el 13 de enero de 1976, consecuencia de la decisión unilateral del Reino Unido de suspender las negociaciones sobre las Islas Malvinas y de enviar la misión "Shackleton" (que descubrió yacimientos de petróleo en las Islas del Atlántico Sur) habiendo ordenado Isabel Perón el cañoneo de una nave británica, el 4 de febrero de 1976, por su incursión en aguas territoriales argentinas.

 

Si esto fuera poco, tras la Guerra del Atlántico Sur de 1982, el Parlamento Británico por el Consejo de la Corona, elaboró el Informe de Lord Franks, publicado en enero de 1983. Este informe trajo una sinopsis de la Inteligencia Británica sobre la Argentina que arranca del año 1965. Refiriéndose a las relaciones con el Gobierno Peronista este importantísimo documento dice textualmente: “Enero 22, 1976: los comandantes argentinos son contrarios a aprobar cualquier medida militar susceptible de facilitar el mantenimiento en el poder del régimen de la Señora de Perón. Si bien es posible que se establezca una corta tregua, es previsible la toma de nuevas medidas (por parte del Gobierno Peronista) contra los intereses británicos bajo forma de un aumento de presión hostil, tanto política como económica".

 

Afirmó el Julio González: “El documento está reproducido en el diario “La Nación” en su edición del día 2 de Abril de 1983 página 9. Como es de ver, los británicos pre anunciaban la caída del Gobierno Constitucional con dos meses de anticipación”. ¿Coincidencias? Dudoso.

 

CONCLUSIONES

 

Fue inminente el cumplimiento de la sentencia que Winston Churchill dió en Yalta con respecto a los destinos de nuestra Patria: “No dejemos que la Argentina sea una potencia, arrastrará tras de sí a toda América Latina. La estrategia es debilitar y corromper por dentro a la Argentina. Destruir sus industrias, sus fuerzas armadas, fomentar divisiones internas apoyando a bandos de derecha a izquierda, atacar su cultura en todos los medios, imponer dirigentes políticos que respondan a nuestro imperio. Esto se logrará, gracias a la apatía del pueblo y a una democracia controlable donde sus representantes levantarán sus manos en masa en servir a su misión. Hay que humillar a la Argentina.” Al respecto, dijo el historiador británico y profesor de ciencias políticas en la universidad de Birmingham, Harry Ferns, en su obra La Argentina: "Como no sea mediante una guerra civil devastadora, resulta difícil imaginar cómo puede deshacerse la revolución efectuada por Perón”. Y ello ocurrió: Guerra fraticida, herida insondable, ni olvido ni perdón, soberbia inclaudicable.

 

El golpe cívico militar que derrocó a María Estela Martinez de Perón, vino para "voltear las chimeneas que levantó el General Perón" en palabras de Isabel. Pues el gobierno de facto se dispuso y trabajó por la dependencia del país bajo las garras del poder internacional del dinero. Como lo continúan haciendo los sucesivos gobiernos democráticos que en esto, todos coinciden y colaboran descaradamente en la política de la entrega, de la deuda eterna y de la desmemoria. Por ejemplo, los tratados de Madrid de 1990 -conocidos como “el Versalles Argentino”- congelaron las negociaciones por la soberanía en el Atlántico Sur y convirtieron de hecho a la República Argentina en una colonia británica, son ratificados y actualizados permanentemente. Dejó escrito un amigo, que tiene mérito para llevar el pseudónimo de el ´Pensador Pulenta´: “Los administradores de la dependencia por supuesto que van a ocultar los logros del gobierno de Isabel y perseguirla cuando sea necesario porque es el recuerdo nítido de que la Argentina liberada, cuando hay un líder, una doctrina y un pueblo organizado es posible”.

 

Por ello, afirmamos que es tiempo de hacer historia y no simplemente memoria, pues la memoria falla, pero la historia es una disciplina que, al decir de Cicerón, actúa como maestra de vida y testigo fiel del pasado. Parece que vivimos en una sociedad con Alzheimer. Y sin testigos fieles, sin maestros, sin historia, no podremos proyectar un futuro genuino y auténticamente argentino, pacificador, superador y resiliente. Dios quiera que la verdadera historia de Isabel nos congregue hacia ello.

 

* Profesor de Historia.