Por Héctor
GIULIANO
(18.1.2025)
Hace pocos días el
gobierno Milei – a través del Ministerio de Economía (MECON) – ha dado a
conocer los datos oficiales de la Deuda Pública Argentina a fin del Ejercicio
2024.
El stock de la
Deuda en cabeza de la Administración Central al 31.12.2024 informado por las
autoridades es de 466.700 MD.
A este saldo cabe
agregarle los cupones ligados al PBI, que suman unos 12.700 MD, por lo que el total
de la Deuda asciende en realidad a 479.400, prácticamente 480.000 MD.
La Deuda al final
del gobierno Fernández-Fernández/Massa - medida de la misma manera – era de
438.000 MD.
Por ende, la Deuda
Pública del Tesoro durante el primer año de la gestión Milei, tomando cifras
oficiales – de punta a punta – habría aumentado unos 41.400 MD.
LA MECÁNICA DEL
AUMENTO
El Boletín Mensual
de Deuda del MECON a Diciembre 2024 informa un aumento de la Deuda en todo el
año pasado de 96.000 MD.
Pero en Diciembre
2023 – inmediatamente después de asumido el poder – Milei había producido una
macro-devaluación que redujo el valor de la Deuda Nominal en Pesos, expresada
en Dólares, en el equivalente a 54.600 MD por lo que, si se descuenta esa
“licuación” de la Deuda en Moneda Local que se produjo al inicio de su
presidencia, el saldo neto del aumento de la Deuda Total durante el actual
gobierno no sería de 96.000 MD sino coincidente con los 41.400 MD arriba
citados.
Más, qué ocurre
con los stocks reales del endeudamiento por Tipo de Moneda dada la nueva
relación Peso-Dólar?
A Noviembre 2023
el stock de la Deuda en Pesos que dejó la administración kirchnerista era el 38
% de la Deuda Total (hoy es el 45 %) y prácticamente en su totalidad está
constituida con cláusula de ajuste según Inflación (CER) y/o según Tipo de
Cambio (Dólar), el que resulte mayor.
Este proceso de
cambio, muy gravoso, en la renovación de prácticamente todos los títulos de
deuda en pesos convirtiendo la Deuda en Moneda Nacional a Deuda Indexada (que
se hace vía roll over o refinanciamiento de las obligaciones al vencimiento) se
llevó a cabo fundamentalmente bajo la gestión Massa en el MECON, durante el
último año de la administración K.
Cuando
Milei-Caputo, apenas asumido sus cargos (Diciembre 2023), provocan con su
macro-devaluación esa gran licuación de la Deuda en Pesos equivalente a 54.600
MD obtienen así, gracias a ello, una reducción “artificial” importante en el
stock de la Deuda Total (siempre medida en dólares), que termina el Ejercicio
con un saldo de 383.400 MD.
Pero la contracara
de este “ahorro nominal” inicial de Milei – conseguido vía devaluación – es que
la Deuda tuvo lógicamente un aumento muy importante expresada en Pesos, pasando
de 147 B$ al 30.9.2023 (419.400 MD) a 310 B$ al fin del año (383.400 MD) y luego
a 356 B$ al 31.3.2024 (415.600 MD).
Esto significa que
la base de cálculo del Capital de la Deuda en Pesos más que se duplicó y
consecuentemente también el importe de los Intereses a Pagar por esa deuda
aumentada, que luego – con el correr de los meses - se hizo más rentable aún
para los acreedores debido al retraso cambiario (el mismo atraso del Tipo de
Cambio que mejoró las ganancias especulativas por Carry Trade o Bicicleta
Financiera a los Fondos de Inversión Extranjeros).
Por ende, esa
reducción nominal provocada por la devaluación de Diciembre 2023 se fue
ajustando primero por cláusula Dólar y después por Inflación en los meses
siguientes, a medida que los vencimientos de Deuda en Pesos indexada se iban
produciendo.
De este modo no
solamente se “compensaba" la reducción inicial de los 54.600 MD,
“dosificándola” mes a mes, sino que además se dejaba la puerta abierta para que
tales ajustes - por CER y/o por Dólar - se sigan produciendo indefinidamente
ante cualquier variación de ambas variables de referencia.
La ecuación de
ganancia de los Acreedores Financieros de la Deuda Pública en Pesos
experimentaba así un salto cuantitativo relevante porque la base de cálculo del
Capital Indexado se había más que duplicado y luego el atraso cambiario acrecentaría
todavía más esa rentabilidad medida en Dólares.
Por último, cabe
también otra observación porque no queda claro el aumento que se está
produciendo actualmente en la Deuda por el incremento derivado de la
Capitalización de Intereses por Anatocismo, ya que la Argentina no llega a
pagar la totalidad de Intereses Devengados sino que una parte de los mismos se
transforma en Capital y genera más Intereses, lo que configura la mecánica
clásica de la Usura – el cobro de Intereses sobre Intereses, por el mecanismo
del Interés Compuesto, sin capacidad de amortización del Capital o Principal –
y cuya cuantificación no es informada por el Gobierno.
Este dato – el de
los intereses que se capitalizan - es de aclaración importante dado que nuestro
país, salvo excepciones menores, no paga amortizaciones de Capital sino que
refinancia total y sistemáticamente tales vencimientos, bajo un sistema de
Deuda Perpetua: Letras/Bonos “Viejos” que vencen son canjeados por “Bonos
Nuevos” y lo que se paga son sólo los Intereses. Y aun así estos intereses no
se cumplimentan en su totalidad, dando lugar a la citada capitalización de las
diferencias impagas.
Más aún, como no
se conoce el quantum de esta capitalización de intereses, se especula con
fundamento que el superávit fiscal obtenido por el gobierno Milei a través del
duro ajuste recesivo que viene aplicando desde hace un año - que está destinado
a pagar Intereses de la Deuda Pública – no sería verdadero porque estaría
ocultando el monto de estos Intereses Devengados que se cubren transformándolos
en más Deuda.
LA DEUDA Y EL
BANCO CENTRAL (BCRA)
Resta, para
finalizar, hacer un breve comentario sobre el traspaso de la Deuda Cuasi-Fiscal
del Banco Central (BCRA) al Tesoro.
No está claro ni
ha sido informado en forma expresa cuánto es el total de esa Deuda transferida
y no se han explicitado los acuerdos con los acreedores, de manera que sólo
puede intentarse interpretar el tema por inferencias y en números gruesos.
Un ejemplo de esto
es la Deuda con Importadores, que según un relevamiento del BCRA a Enero 2024
era de 42.600 MD, de los que unos 10.000 fueron cubiertos con bonos BOPREAL
(Bono para la Reconstrucción de una Argentina Libre) por parte del propio
Banco, siendo que constituyen Pasivos en Dólares, y los 30.000 restantes no se
conoce bajo qué régimen se encuentran, lo mismo que otros 10-12.000 MD
estimados de Utilidades/Dividendos de Empresas no transferidos a sus Casas
Matrices.
Pero el principal
interrogante reside en la falta de información sobre los términos del arreglo
de transferencia con los acreedores del BCRA para su pase al Tesoro.
Durante el
Ejercicio 2024 el Stock de Letras de Liquidez (Leliq del BCRA) se redujo en
unos 21 B$: una baja ≡
29.100 MD, producto de la disminución de Pasivos Remunerados (Leliq y Pases
Pasivos) y de la variación por Tipo de Cambio: Dólar de 808.5 al 31.12.2023
contra 1.032,5 $/US$ a fin del 2024.
Suponiendo que la
mayor parte de esa Deuda del BCRA se transformó en Deuda del Tesoro (en
condiciones más caras) y aunque resta saber cuánto fueron esos montos
efectivamente transferidos, se entiende que los mismos explicarían el grueso
del aumento neto de la Deuda de los 41.400 MD citados.
El uso de la Deuda
Consolidada – Tesoro más BCRA – para apreciar la variación de la Deuda del
Estado es válido pero debiera precisarse claramente qué rubros de los Estados
Financiero-Contables se toman en cuenta para el cálculo. Y además, con el mismo
criterio, debieran darse a conocer también los Pasivos de los Organismos
Nacionales, Fondos Fiduciarios, Empresas Públicas, Provincias/Municipios,
Avales Oficiales y Juicios contra el Estado con sentencia en firme, todo lo
cual constituye la Deuda Pública Nacional, información que los gobiernos
mantienen en secreto.
CONSIDERACIONES
FINALES
Todo lo dicho
hasta aquí depende de la confiabilidad en los pocos datos oficiales que se
conocen en concreto y del estado de las negociaciones en curso sobre nuevas
Deudas – con Organismos Internacionales y con grupos financieros privados -
dada la falta de información oficial clara y concreta acerca del manejo de la
Deuda Pública. Pero en lo relativo a los datos oficiales editados por el
Gobierno queda abierta, en lo inmediato, al menos una triple duda:
Cuánto sería el
monto de los intereses totales acumulados durante el primer año de la gestión
Milei y qué parte de los mismos están computados en el total de indexaciones
del Ejercicio, que suman casi 80.000 MD (79.800) sobre el total de variaciones
de 96.000 MD registradas durante el 2024.
Cuánto es el total
de los Intereses Pagados y Devengados en el Ejercicio dado que la Tasa Promedio
Ponderada de la Deuda, según el MECON, era del 8.45 % anual (último dato
disponible, al 30.9.2024) y ello aplicado al stock entonces existente de
472.800 MD arrojaría un resultado de 40.000 MD de Intereses por Año (!)
mientras que el Proyecto de Presupuesto 2025 enviado al Congreso prevé un Gasto
Total de Intereses a Pagar por 7.0 B$ (≡
14.400 MD al Tipo de Cambio allí previsto de 487 $/US$ promedio, un importe que
hoy se reduciría prácticamente a la mitad). Empero, aunque la cifra se redujera
en esa proporción – la mitad, a unos 20.000 MD anuales - la misma constituiría
más del doble de lo que se está pagando, que son menos de 10.000 MD; mientras
que la otra mitad se estaría entonces capitalizando.
El Ajuste Fiscal
en curso para poder pagar más intereses de la Deuda tiene por finalidad expresa
volver al Mercado Internacional de Capitales – cosa que ya está ocurriendo a
través de los Organismos Multilaterales de Crédito (FMI, Banco Mundial y BID) y
del reciente préstamo “experimental” Repo por 1.000 MD – aunque con ello
aumentaría no sólo la Deuda sino también el Gasto Público por Servicios de
Intereses.
Con el agravante
que dentro del Sistema de Deuda Perpetua en que está metida la Argentina –
refinanciación (roll over) permanente de los vencimientos – el país entra así a
una nueva etapa de endeudamiento sin capacidad de repago, ya que los Superávits
Primarios a costa del duro Ajuste estarían sirviendo sólo para cubrir la mitad
de los Intereses y ni hablar del Capital o Principal de las obligaciones
financieras del Estado.
Por eso no resulta
casual o circunstancial que la administración Milei se maneje sin Presupuesto
aprobado por el Congreso sino en forma discrecional, bajo un esquema de tipo
Dictadura Financiera a través de Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU), ya que
el Presupuesto es la explicitación y cuantificación necesaria del Plan
Económico-Financiero de un Gobierno y la falta del mismo, pese a que el
Parlamento está en funciones, no sólo configura una irregularidad abierta en el
manejo de las Finanzas Públicas sino también, paralelamente, denota la falta de
objetivos concretos demostrables, de ausencia de transparencia y de no acceso a
la Información Pública.
Resaltando el
hecho de que esta maniobra de la administración Milei en torno a la Deuda y el
Presupuesto se lleva a cabo – ya por segundo año – con la complicidad fáctica
de la denostada “Casta política” que el presidente dice combatir.