al programa económico del Gobierno
La Prensa,
03.01.2025
El ex ministro de
Economía Domingo Cavallo aseguró que el tipo de cambio está atrasado en un 20%
y advirtió que esta apreciación del peso es "parecida" a la que
existió en los años finales de la convertibilidad que provocaron su posterior
caída.
"Existe una
apreciación real exagerada del peso que puede estimarse en alrededor del 20%.
Parecida a la que existió en los tres años finales de la convertibilidad,
apreciación real que llevó a una deflación muy costosa porque transformó a la
recesión que se había iniciado a fines de 1998 en una verdadera depresión
económica, fenómeno que comenzó a erosionar el crédito internacional del país y
a alentar la salida de capitales", alertó Cavallo en un documento
publicado hoy en su blog.
El ex funcionario
también desestimó la posición del presidente Javier Milei, quien defiende su
modelo al asegurar que, a diferencia de aquel momento, actualmente no hay
déficit fiscal lo cual apuntala el esquema al no tener que emitir pesos o tomar
deuda.
"El argumento
de que la recesión iniciada a fines de 1998 y la depresión del período
1999-2001 se debió además a la existencia de fuertes déficits fiscales, no se
sustenta en los datos", sostuvo Cavallo.
"Hasta 1998
el déficit fiscal no existió o fue muy bajo. En todos esos años existió
superávit fiscal primario", remarcó el ex titular del Palacio de Hacienda.
Cavallo señaló:
"Es cierto que desde 1997 en adelante las provincias aumentaron mucho su gasto
público y financiaron sus déficits con créditos bancarios a altas tasas de
interés flotantes, pero tanto en el caso de la Nación como en las provincias,
el aumento exponencial del déficit se debió a la suba de la tasa de interés a
medida que el país iba perdiendo el crédito internacional, algo que tuvo más
que ver con la pérdida de competitividad de la economía que con la evolución de
las cuentas fiscales".
En ese sentido,
aclaró que "aun incluyendo el fuerte aumento de la factura de intereses
sobre la deuda pública, el gasto público total se ubicaba en 2001 por debajo
del 30% del PBI, cuando hoy aún está por arriba del 35%".
Cavallo detalló:
"Los efectos reales de la apreciación exagerada del peso son fáciles de
predecir: 1) aumentarán las importaciones no solo de insumos y bienes de
capital sino también de muchos bienes finales que sacarán de competencia a la
producción nacional que no logre aumentos rápidos de productividad, 2) se
desalentará la producción de bienes exportables, tanto del sector agropecuario
como de la industria manufacturera y los servicios, 3) el deterioro de la
cuenta corriente de la balanza de pagos, hará más difícil la adquisición por
parte del Tesoro de los dólares para pagar intereses, aun teniendo los pesos
necesarios para comprarlos en el MULC gracias al superávit fiscal
primario".
Ante este
escenario, el ex ministro consideró: "El curso de acción más recomendable,
desde mi punto de vista, es la eliminación temprana de las restricciones
cambiarias comenzando por las financieras y avanzar hacia la reunificación en
no más de tres meses, anunciando en detalle el funcionamiento del sistema de
competencia de monedas con plena autorización para la intermediación financiera
tanto en pesos como en dólares".
"En este
caso, el tipo de cambio nominal podría ubicarse a un nivel que induzca la
entrada de capitales que el Banco Central debería comprar con recursos del
Tesoro para pagar los intereses de la deuda en dólares", añadió el
ministro.
Cavallo consideró
que si bien "esta salida del cepo provocaría un salto cambiario no tendría
por qué interrumpir el proceso de desinflación".
"Pero si
bien, de las declaraciones del presidente Milei este curso de acción no parece
imposible, los temores del equipo económico sobre la volatilidad cambiaria los
ha convencido de postergarlo hasta que concluya la negociación con el FMI y se
consigan fondos frescos adicionales", razonó.
En su siguiente
planteo señaló: "Descartado o postergado para después de las elecciones
este curso de acción, el gobierno podría aplicar algunos paliativos, tales
como: 1) reducir las retenciones y aumentar los reembolsos a las exportaciones;
2) reducir transitoriamente los aportes patronales jubilatorios para aliviar el
costo laboral sin afectar los salarios de bolsillo de los trabajadores. El
costo fiscal de estas medidas será compensado con creces por su efecto anti
recesivo".
"Es natural
que las decisiones se adopten teniendo muy en claro cuál puede ser el efecto
sobre el resultado electoral del próximo octubre. El apoyo popular es
fundamental para que la reforma económica que lidera el presidente Milei tenga
éxito", concluyó.