El Estado, según
los textos escolarizados del secundario, representa una serie de instituciones,
reglas y procedimientos que organizan la sociedad y un exitoso funcionamiento
dependerá de una acertada organización, distribución y control que garantice
una convivencia pacífica en la resolución de los conflictos de intereses entre
sus miembros.
Así descripto
parece muy simple, sin embargo, concepción, practica y evolución del Estado es
complejo, tanto que, a partir de su surgimiento con las primeras ciudades
-7.500 años antes de Cristo-, necesitó infraestructura, un sistema
administrativo y un área geográfica. Y ahí apareció el Estado como organizador
social gobernado por monarcas, sacerdotes o burócratas. Todavía sobrevive con
unos pocos reyes prevaleciendo ministros y presidentes de una cifra no precisa
de 200/206 países en el mundo de los cuales 193 son Estados soberanos, según
los registros de la ONU. La permanencia milenaria de esta organización social,
y pese a la cantidad de países así organizados, el Estado entró en
controversia, con mucho más énfasis este año que termina. ¿Es útil el Estado?
¿Para qué sirve? ¿Está en crisis o sólo son cuestionamientos temporales?
Individualismo
El presidente
Milei que se identifica anarco libertario comenzó a reducir al máximo el Estado
argentino al que considera el gran enemigo y causante de los problemas
económicos recurrentes del país. Las ideas no son nuevas, pertenecen a la
Escuela Austriaca (1871) con Carl Menger resurgidas en 1970 cuando se le
entregó el Nobel de Economía al austríaco F.A. Hayek.
Contrario al
Estado que busca solucionar los problemas de la sociedad, este pensamiento
económico sostiene la libertad individual y el libre mercado, dejando al
individualismo la solución de sus necesidades, rechaza la intervención estatal,
promueve la libre competencia, la desregulación comercial y laboral. El mercado
produce y distribuye mejor los recursos por eso rechazan al socialismo,
comunismo y la justicia social.
Milei, en
consonancia con el equipo económico que lo acompaña, aplicó la escuela
austriaca para liberación de precios, desregulación de actividades económicas,
incluidos salarios, etc. pero, tal como el mismo lo reconoció, ahora es liberal
libertario por eso mantuvo el control y la regulación del mercado financiero
sobre el que se asienta gran parte de su plan económico. Es que su ministro de
Economía es el mismo que tuvo la gestión presidencial de Mauricio Macri que
terminó pidiendo un préstamo al FMI imposible de pagar.
Especulación
financiera
Como en otros
gobiernos -no anarco libertarios- sí liberales que sucedieron en el país,
centraron su gestión en la macroeconomía financiera. Dominaron la macro,
bajaron el gasto público y la inflación a costa de un ajuste fenomenal en los
ingresos de la clase trabajadora que impactó directamente en el consumo, por lo
tanto, en la industria, el comercio y las Pymes. No falta en el modelo, la “bicicleta
financiera” o “carry trade”, única actividad económica que gestiona el gobierno
nacional, además de desregular o desvincular al Estado de cuanta política haya
a favor de la población.
Por estos días,
los poderosos aprovecharon la baja del dólar oficial por la eliminación del
impuesto PAIS y se bajaron de la bicicleta dejando las reservas del Central con
una pérdida de 600 millones de dólares. La maniobra se atribuye a la automotriz
Toyota que le pidió a la entidad monetaria los USD 780 millones que tenía
circulando en la calesita dólar para hacer ganancias, mientras demoraba el pago
de las importaciones. De ahí en más, las especulaciones sobre la delicada
estabilidad económica y una posible devaluación inundaron el mercado
financiero.
El Estado al que
Milei quiere eliminar sigue ahí a disposición de la especulación de los grandes
capitales que siguen sin invertir en el desarrollo del país y sin solucionar
los problemas sociales más urgentes, por el contrario, el gobierno busca un
nuevo endeudamiento con el FMI porque el ajuste no alcanzó y hay que pagar la
deuda anterior.
¿Y para la
sociedad?
El bienestar de la
sociedad, fin último del Estado, no está en los planes del gobierno liberal. Dos hechos en estos días marcan los objetivos del
gobierno ante la vista pasiva de las mayorías que se aferran a la esperanza en
la baja de la inflación y la estabilidad monetaria.
Uno tiene que ver
con la pobreza y quienes tienen que hacerse cargo. Monseñor Marcelo Colombo,
quien fuera obispo de La Rioja, ahora presidente de la Conferencia Episcopal
Argentina, invitó a sumarse al Jubileo que comenzará este domingo 29 como parte
de la tarea evangelizadora, pero ante la situación social anunciaron que
buscarán soluciones para atender enfermos, jóvenes, migrantes y a los más
pobres.
En ese contexto,
Colombo, le mandó una carta al presidente Milei pidiéndole que genere “caminos
de diálogo, entendimiento y cooperación entre todos los sectores sociales”,
para “atender con especial prioridad a las necesidades de los más pobres y
vulnerables de nuestra sociedad". Milei le respondió que está dispuesto a
dialogar y le agradeció la “colaboración de la Iglesia en el acompañamiento a
los sectores más vulnerables de la sociedad, una labor significativa en favor
del bien común".
Para Milei, otros
son los que deben trabajar por el “bien común” porque en la concepción de
Estado que enarbola, la salvación está en el individualismo o en la
beneficencia, en este caso, de la Iglesia.
En eso es
coherente el presidente que quiere volver a la sociedad floreciente y potencia
mundial de finales del siglo XIX y principios del XX cuando la Sociedad de
Beneficencia, conformada por los sectores más pudientes, se encargaba de
aliviar la situación de los pobres. Una Sociedad de Beneficencia que 50 años
después fue desarticulada por el peronismo remplazándola con derechos sociales
y laborales.
Rumbo a la
esclavitud
El otro hecho
tiene que ver con el Salario Mínimo, Vital y Móvil que el gobierno fijo en
279.718 pesos cuando los gremios pedían casi 600 mil. El promedio salarial es
superior al mínimo, es cierto, pero millones de trabajadores informarles,
beneficiarios de pensiones no contributivas, planes sociales, desempleo y becas
Progresar, entre otros. se calculan con el SMVM.
El Vocero
Presidencial con tal displicencia e indiferencia descalificó el salario mínimo
y aceptó que haya “personas que estén dispuestas a trabajar por menos de ese
salario”. Hasta reconoció que hoy las leyes no lo permiten, pero llegará el
tiempo en que el mínimo deje de existir para trabajar solo por techo y
alimentos como en la esclavitud. Repudiable postura de un representante del
gobierno nacional con un salario calculado en 4 millones de pesos.
El Estado
Entonces, ¿sirve o
no el Estado para regular la vida social y económica de la sociedad? Hay una
mayoría de argentinos que apoya las medidas libertarias porque si bien reconoce
y demanda beneficios, está convencida que el Estado dilapida recursos y que de
la corrupción vivieron los gobiernos anteriores.
Hay otras mayorías
que son parte de los nuevos fenómenos y acontecimientos que influyen en la vida
política como la globalización, el capitalismo posindustrial, la revolución
tecnológica o el dinamismo de las telecomunicaciones que exige adaptaciones del
Estado a estas nuevas realidades o eliminarlo como propone Milei.
El Estado no
estuvo presente cuando estas innovaciones aparecieron por eso se desarrollaron
por fuera de las instituciones oficiales a través de la web y así llegó el
mercado online junto con vínculos laborales, comerciales, financieros, mucha
recreación que se expandieron por fuera de la organización y el control
estatal. Por eso poco y nada les interesa el Estado.
Es cierto que hay
contradicciones todavía en esas mayorías porque aún le reclaman al Estado mayor
control ante el delito o el incumplimiento de normas. Por caso el derroche del
agua en la provincia o el uso de pirotecnia sonora. Con el modelo libertario,
ese control, ya no tendría que depender del Estado riojano, si de cada uno,
individualmente.
Estado o mercado
El desafío más que
a futuro, para este mismo año que se inicia, será pronunciarse a través del
voto por el Estado o el Mercado, pese a que ambos por siglos convivieron.
Los poderosos y
millonarios dueños del capital tecnológico, entre ellos Elon Musk, futuro
funcionario del gobierno de Donald Trump, están muy interesados en los
consumidores, por eso promueven la globalización, les interesa el mercado
mundial incluso intergaláctico teniendo en cuenta que Musk ya organizó viajes
al espacio.
No lejos de eso
está el gobierno argentino -también de y para millonarios- al que poco le
importa el consumo interno, pero sí exportar o facilitar inversiones de grupos
económicos extranjeros en energía y minería que dejan pocas ganancias y menos
trabajo.
Los partidarios de
eliminar el Estado hablan hasta de entidades supranacionales que gobiernen el
mundo, pero ninguno explica cómo se proveerán los bienes públicos y colectivos,
educación, salud, justicia, seguridad, transporte, energía, ambiente, diversidades,
tiempo libre, cultura y tantos más de uso común.
Quedan para el
debate, las propuestas de los que quieren recuperar el Estado como ordenador
social y económico. El peronismo insiste con la justicia social y de hecho, la
Constitución riojana ha sido reformada en ese sentido, pero tal como dicen los
libertarios falta más explicación sobre cómo se obtendrán los recursos -una
buena idea es recaudar entre los ricos que acumulan demasiado con el trabajo y
los recursos naturales de todos- pero no será suficiente. Hay que sumarle
información, datos, números, cuentas, cálculos y confrontación de presupuestos,
inversiones y gastos colectivos y personales para darle transparencia al
Estado.
En La Rioja, si se
analiza el uso de los recursos provinciales, quizás a grandes rasgos se puedan
ver en empleo estatal, salud, viviendas, energía verde, educación, cultura y
servicios, pero no hay un solo número público de cuánto se invierte, cuánto se
gasta y si queda algo o si falta y si los hay son de acceso para unos pocos
entendidos. Las mayorías necesitan explicaciones más simples y directas a
través de todos los medios de difusión disponibles.
Este Mirador
Político se despide hasta el primer domingo de marzo del próximo año, con el
deseo perenne del bienestar social y popular para todas y todos, con fuerte
pertenencia en nuestro suelo Federal y aspirando que el Tinkunaco sea nuestra
bendición colectiva permanente.
El Independiente - El Mirador, 29/12/24