sábado, 18 de enero de 2025

¿ES ÚTIL EL ESTADO?

 

 Reproducimos un artículo publicado en El Independiente, de La Rioja, por considerarlo apropiado para un análisis profundo del tema.

 

El Estado, según los textos escolarizados del secundario, representa una serie de instituciones, reglas y procedimientos que organizan la sociedad y un exitoso funcionamiento dependerá de una acertada organización, distribución y control que garantice una convivencia pacífica en la resolución de los conflictos de intereses entre sus miembros.

 

Así descripto parece muy simple, sin embargo, concepción, practica y evolución del Estado es complejo, tanto que, a partir de su surgimiento con las primeras ciudades -7.500 años antes de Cristo-, necesitó infraestructura, un sistema administrativo y un área geográfica. Y ahí apareció el Estado como organizador social gobernado por monarcas, sacerdotes o burócratas. Todavía sobrevive con unos pocos reyes prevaleciendo ministros y presidentes de una cifra no precisa de 200/206 países en el mundo de los cuales 193 son Estados soberanos, según los registros de la ONU. La permanencia milenaria de esta organización social, y pese a la cantidad de países así organizados, el Estado entró en controversia, con mucho más énfasis este año que termina. ¿Es útil el Estado? ¿Para qué sirve? ¿Está en crisis o sólo son cuestionamientos temporales?

 

Individualismo

El presidente Milei que se identifica anarco libertario comenzó a reducir al máximo el Estado argentino al que considera el gran enemigo y causante de los problemas económicos recurrentes del país. Las ideas no son nuevas, pertenecen a la Escuela Austriaca (1871) con Carl Menger resurgidas en 1970 cuando se le entregó el Nobel de Economía al austríaco F.A. Hayek.

 

Contrario al Estado que busca solucionar los problemas de la sociedad, este pensamiento económico sostiene la libertad individual y el libre mercado, dejando al individualismo la solución de sus necesidades, rechaza la intervención estatal, promueve la libre competencia, la desregulación comercial y laboral. El mercado produce y distribuye mejor los recursos por eso rechazan al socialismo, comunismo y la justicia social.

 

Milei, en consonancia con el equipo económico que lo acompaña, aplicó la escuela austriaca para liberación de precios, desregulación de actividades económicas, incluidos salarios, etc. pero, tal como el mismo lo reconoció, ahora es liberal libertario por eso mantuvo el control y la regulación del mercado financiero sobre el que se asienta gran parte de su plan económico. Es que su ministro de Economía es el mismo que tuvo la gestión presidencial de Mauricio Macri que terminó pidiendo un préstamo al FMI imposible de pagar.

 

Especulación financiera

Como en otros gobiernos -no anarco libertarios- sí liberales que sucedieron en el país, centraron su gestión en la macroeconomía financiera. Dominaron la macro, bajaron el gasto público y la inflación a costa de un ajuste fenomenal en los ingresos de la clase trabajadora que impactó directamente en el consumo, por lo tanto, en la industria, el comercio y las Pymes. No falta en el modelo, la “bicicleta financiera” o “carry trade”, única actividad económica que gestiona el gobierno nacional, además de desregular o desvincular al Estado de cuanta política haya a favor de la población.

 

Por estos días, los poderosos aprovecharon la baja del dólar oficial por la eliminación del impuesto PAIS y se bajaron de la bicicleta dejando las reservas del Central con una pérdida de 600 millones de dólares. La maniobra se atribuye a la automotriz Toyota que le pidió a la entidad monetaria los USD 780 millones que tenía circulando en la calesita dólar para hacer ganancias, mientras demoraba el pago de las importaciones. De ahí en más, las especulaciones sobre la delicada estabilidad económica y una posible devaluación inundaron el mercado financiero.

 

El Estado al que Milei quiere eliminar sigue ahí a disposición de la especulación de los grandes capitales que siguen sin invertir en el desarrollo del país y sin solucionar los problemas sociales más urgentes, por el contrario, el gobierno busca un nuevo endeudamiento con el FMI porque el ajuste no alcanzó y hay que pagar la deuda anterior.

 

¿Y para la sociedad?

El bienestar de la sociedad, fin último del Estado, no está en los planes del gobierno liberal. Dos hechos en estos días marcan los objetivos del gobierno ante la vista pasiva de las mayorías que se aferran a la esperanza en la baja de la inflación y la estabilidad monetaria.

 

Uno tiene que ver con la pobreza y quienes tienen que hacerse cargo. Monseñor Marcelo Colombo, quien fuera obispo de La Rioja, ahora presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, invitó a sumarse al Jubileo que comenzará este domingo 29 como parte de la tarea evangelizadora, pero ante la situación social anunciaron que buscarán soluciones para atender enfermos, jóvenes, migrantes y a los más pobres.

 

En ese contexto, Colombo, le mandó una carta al presidente Milei pidiéndole que genere “caminos de diálogo, entendimiento y cooperación entre todos los sectores sociales”, para “atender con especial prioridad a las necesidades de los más pobres y vulnerables de nuestra sociedad". Milei le respondió que está dispuesto a dialogar y le agradeció la “colaboración de la Iglesia en el acompañamiento a los sectores más vulnerables de la sociedad, una labor significativa en favor del bien común".

 

Para Milei, otros son los que deben trabajar por el “bien común” porque en la concepción de Estado que enarbola, la salvación está en el individualismo o en la beneficencia, en este caso, de la Iglesia.

 

En eso es coherente el presidente que quiere volver a la sociedad floreciente y potencia mundial de finales del siglo XIX y principios del XX cuando la Sociedad de Beneficencia, conformada por los sectores más pudientes, se encargaba de aliviar la situación de los pobres. Una Sociedad de Beneficencia que 50 años después fue desarticulada por el peronismo remplazándola con derechos sociales y laborales.

 

Rumbo a la esclavitud

El otro hecho tiene que ver con el Salario Mínimo, Vital y Móvil que el gobierno fijo en 279.718 pesos cuando los gremios pedían casi 600 mil. El promedio salarial es superior al mínimo, es cierto, pero millones de trabajadores informarles, beneficiarios de pensiones no contributivas, planes sociales, desempleo y becas Progresar, entre otros. se calculan con el SMVM.

 

El Vocero Presidencial con tal displicencia e indiferencia descalificó el salario mínimo y aceptó que haya “personas que estén dispuestas a trabajar por menos de ese salario”. Hasta reconoció que hoy las leyes no lo permiten, pero llegará el tiempo en que el mínimo deje de existir para trabajar solo por techo y alimentos como en la esclavitud. Repudiable postura de un representante del gobierno nacional con un salario calculado en 4 millones de pesos.

 

El Estado

Entonces, ¿sirve o no el Estado para regular la vida social y económica de la sociedad? Hay una mayoría de argentinos que apoya las medidas libertarias porque si bien reconoce y demanda beneficios, está convencida que el Estado dilapida recursos y que de la corrupción vivieron los gobiernos anteriores.

 

Hay otras mayorías que son parte de los nuevos fenómenos y acontecimientos que influyen en la vida política como la globalización, el capitalismo posindustrial, la revolución tecnológica o el dinamismo de las telecomunicaciones que exige adaptaciones del Estado a estas nuevas realidades o eliminarlo como propone Milei.

 

El Estado no estuvo presente cuando estas innovaciones aparecieron por eso se desarrollaron por fuera de las instituciones oficiales a través de la web y así llegó el mercado online junto con vínculos laborales, comerciales, financieros, mucha recreación que se expandieron por fuera de la organización y el control estatal. Por eso poco y nada les interesa el Estado.

 

Es cierto que hay contradicciones todavía en esas mayorías porque aún le reclaman al Estado mayor control ante el delito o el incumplimiento de normas. Por caso el derroche del agua en la provincia o el uso de pirotecnia sonora. Con el modelo libertario, ese control, ya no tendría que depender del Estado riojano, si de cada uno, individualmente.

 

Estado o mercado

El desafío más que a futuro, para este mismo año que se inicia, será pronunciarse a través del voto por el Estado o el Mercado, pese a que ambos por siglos convivieron.

 

Los poderosos y millonarios dueños del capital tecnológico, entre ellos Elon Musk, futuro funcionario del gobierno de Donald Trump, están muy interesados en los consumidores, por eso promueven la globalización, les interesa el mercado mundial incluso intergaláctico teniendo en cuenta que Musk ya organizó viajes al espacio.

 

No lejos de eso está el gobierno argentino -también de y para millonarios- al que poco le importa el consumo interno, pero sí exportar o facilitar inversiones de grupos económicos extranjeros en energía y minería que dejan pocas ganancias y menos trabajo.

 

Los partidarios de eliminar el Estado hablan hasta de entidades supranacionales que gobiernen el mundo, pero ninguno explica cómo se proveerán los bienes públicos y colectivos, educación, salud, justicia, seguridad, transporte, energía, ambiente, diversidades, tiempo libre, cultura y tantos más de uso común.

 

Quedan para el debate, las propuestas de los que quieren recuperar el Estado como ordenador social y económico. El peronismo insiste con la justicia social y de hecho, la Constitución riojana ha sido reformada en ese sentido, pero tal como dicen los libertarios falta más explicación sobre cómo se obtendrán los recursos -una buena idea es recaudar entre los ricos que acumulan demasiado con el trabajo y los recursos naturales de todos- pero no será suficiente. Hay que sumarle información, datos, números, cuentas, cálculos y confrontación de presupuestos, inversiones y gastos colectivos y personales para darle transparencia al Estado.

 

En La Rioja, si se analiza el uso de los recursos provinciales, quizás a grandes rasgos se puedan ver en empleo estatal, salud, viviendas, energía verde, educación, cultura y servicios, pero no hay un solo número público de cuánto se invierte, cuánto se gasta y si queda algo o si falta y si los hay son de acceso para unos pocos entendidos. Las mayorías necesitan explicaciones más simples y directas a través de todos los medios de difusión disponibles.

 

Este Mirador Político se despide hasta el primer domingo de marzo del próximo año, con el deseo perenne del bienestar social y popular para todas y todos, con fuerte pertenencia en nuestro suelo Federal y aspirando que el Tinkunaco sea nuestra bendición colectiva permanente.

 

  El Independiente - El Mirador, 29/12/24