el nuevo embajador de EE.UU. ante el Vaticano
es un líder católico
Brújula cotidiana,
24_12_2024
El pasado viernes
20 de diciembre, el presidente Donald Trump ha anunciado que Brian Burch,
presidente de CatholicVote, será el nuevo embajador de Estados Unidos ante la
Santa Sede. La decisión, aunque inesperada para algunos, refleja el destacado
estatus de Burch como líder católico y feroz defensor de las enseñanzas y
tradiciones de la Iglesia. Padre de nueve hijos y cofundador de CatholicVote,
Burch ha dedicado su vida a inspirar a los católicos para que incorporen su fe
en la vida pública, lo que le convierte en una elección adecuada para este
importante cargo diplomático.
Nacido y criado en
Phoenix (Arizona), Burch asistió a escuelas católicas durante toda su infancia,
entre ellas Most Holy Trinity, St. Thomas the Apostle y St. Mary’s High School.
Posteriormente, en 1997, se licenció en Filosofía Política por la Universidad
de Dallas, una prestigiosa universidad católica de Texas. Durante los veranos
trabajaba junto a jornaleros inmigrantes en la granja de su familia, donde
cosechaba sandías y melones. Estas primeras experiencias forjaron su aprecio
por la fe, el trabajo duro y la comunidad. Reflexionando sobre estos tiempos,
Burch ha bromeado a menudo sobre el español que aprendió de sus compañeros de
trabajo, aunque no fue con “las palabras más elegantes o apropiadas”.
El liderazgo
católico de Burch le ha valido numerosos elogios, entre ellos el Premio
Cardenal John O'Connor al Defensor de la Fe, concedido por Legatus, y el Premio
San Juan Diego al Liderazgo, concedido por el Instituto Tepeyac. También es
Presidente de la Seton Academy Catholic Montessori School de Illinois. Bajo su
dirección, CatholicVote se ha convertido en una voz líder para los católicos de
todo el país, defendiendo los valores de la Iglesia y apoyando a los obispos de
Estados Unidos frente a las críticas de los medios de comunicación
tradicionales y los grupos activistas.
CatholicVote ha
adoptado posturas valientes en cuestiones críticas, en particular manteniendo
un seguimiento preciso y actualizado de los ataques tanto a las iglesias
católicas como a los centros de embarazo próvida, comenzando por los que se
produjeron tras la decisión Dobbs del Tribunal Supremo, que anuló el caso Roe
contra Wade.
Estos esfuerzos
pretenden garantizar que estos incidentes sean reconocidos y perseguidos como
delitos de odio en virtud de la legislación federal, un paso fundamental para
hacer frente al alarmante aumento de la violencia contra las instituciones
religiosas. Al tipificar estas acciones como delitos motivados por el odio, la
ley subraya la gravedad de estas ofensas y establece medidas disuasorias y
penas más severas. Este enfoque también fomenta una mayor concienciación social
sobre la necesidad de proteger las libertades religiosas y respetar las
diversas comunidades confesionales, reforzando los derechos fundamentales
reconocidos en la Constitución de Estados Unidos. El “rastreador” de este tipo
de ataques con el que cuenta CatholicVote es una de las herramientas más
completas disponibles y ha atraído la atención nacional sobre las crecientes
amenazas contra las instituciones católicas.
Una de las
victorias más publicitadas de CatholicVote se ha producido en junio de 2024,
cuando logró presionar al popular equipo de béisbol Los Angeles Dodgers para
que cancelara el homenaje a un grupo militante LGBT anticatólico de travestis,
“Las Hermanas de la Perpetua Indulgencia”, que se burlan abiertamente de las
religiosas católicas y de la fe católica en general. Inicialmente estaba
previsto que el grupo fuera homenajeado durante una ceremonia previa al mes del
Orgullo Gay. Las protestas de CatholicVote hicieron que el acto se redujera
considerablemente y que los Dodgers se comprometieran a dedicar un partido
anual en julio a las familias cristianas. La controversia atrajo una amplia
atención, que culminó con la aplastante derrota de los Dodgers por 15-0 ante
sus rivales durante el partido.
A pesar de las
críticas de los católicos progresistas que lo tachan de “guerrero de la
cultura” o de oponerse al Papa Francisco, Burch ha defendido sistemáticamente
el papado, especialmente frente al creciente número de sedevacantistas en el
país. En su momento CatholicVote dio la bienvenida a la elección del Papa
Francisco con un vídeo ampliamente elogiado, reforzando el compromiso de Burch
con la unidad dentro de la Iglesia.
Además,
reconociendo la creciente influencia de los católicos hispanos, en 2022 Burch
creó VotoCatólico, la contraparte española de CatholicVote, e introdujo “El
Lazo”, un boletín inspirado en Nuestra Señora de Guadalupe, para involucrar a
los católicos de habla hispana.
El nombramiento de
Burch ha sido recibido con reacciones positivas por parte de las organizaciones
católicas. Jonathan J. Sanford, Presidente de la Universidad de Dallas, lo ha
elogiado como “un hombre de profunda fe, fuerte carácter y genuina prudencia”.
La organización de
empresarios católicos Legatus ha celebrado su nombramiento como el de un líder
que enorgullecerá a los católicos, y Cristofer Pereyra, Presidente del
Instituto Tepeyac, lo ha calificado como un “extraordinario ejemplo de
liderazgo católico laico”.
El propio Burch ha
expresado su profunda gratitud por la oportunidad, destacando la inspiración
que recibe de su esposa, Sara, de sus nueve hijos, de su difunto padre y de
todo el equipo de CatholicVote: “Ésta es una oportunidad extraordinaria para
representar a los Estados Unidos en nuestra relación con el Vaticano.
Desempeñar este papel será una profunda responsabilidad”, ha afirmado. También
ha destacado el significado personal del momento, recordando los valores
inculcados por su padre, fallecido a principios de 2023, y la reciente alegría
de dar la bienvenida a su primer nieto.
La influencia de
Burch va más allá de su labor de defensa de los derechos. Fue el primero en
recibir y entrevistar a J.D. Vance, un católico converso que en aquel momento
era un candidato poco conocido al Senado por el estado de Ohio. Su relación se
ha convertido en una estrecha amistad, y ahora Vance está a punto de
convertirse en Vicepresidente de los Estados Unidos. Esto marca un momento
significativo para la representación católica en el liderazgo, ya que Burch se
une a un número creciente de católicos que ocupan puestos clave en la futura
administración Trump.
Esta
representación visible de católicos en el gobierno de Trump tiene el potencial
de influir tanto en la política como en la percepción pública al integrar
perspectivas basadas en la fe en la gobernanza. Pone de relieve el creciente
reconocimiento de las contribuciones católicas a las cuestiones sociales y
puede fomentar un diálogo más amplio sobre el papel de la religión en la
configuración de las políticas nacionales e internacionales. Además, señala un
compromiso con el liderazgo basado en valores que podría inspirar confianza y
compromiso entre diversas comunidades religiosas. Entre ellas se encuentran
personas como Vance, cuya historia de conversión y compromiso con los valores
basados en la fe han inspirado a muchos.
Si se confirma,
Burch se trasladará a la Embajada de EE.UU. ante la Santa Sede con cuatro de
sus hijos, siendo la primera vez desde 2012 que la embajada acoge a niños. La presencia
de su familia refleja sus arraigados valores de fe y familia, que han sido
fundamentales en su vida pública y privada. El nombramiento también pone de
relieve la importancia duradera de las relaciones entre Estados Unidos y el
Vaticano, establecidas formalmente en 1984 bajo la presidencia de Ronald Reagan
y el Papa Juan Pablo II. El nombramiento de Burch subraya el compromiso de
reforzar estos lazos, promoviendo al mismo tiempo los valores compartidos de la
dignidad humana y el bien común.