lunes, 9 de diciembre de 2024

UCRANIA


 en sus horas más oscuras

 

Cnel. My.  Gabriel Camilli

La Prensa, 08.12.2024

 

Veamos por qué. Kiev está perdiendo la guerra. El lanzamiento ruso del misil Oreshnik supone un “cambio de juego”. Pero, a la espera de Trump, los Estados Unidos y Gran Bretaña parecen no querer hacer caso de las advertencias de Moscú.

 

LOS INGENIOS MILITARES RUSOS A LA VANGUARDIA

El ‘Iskander’ es un análogo de las tres modificaciones de Atacms, mientras que el alcance del sistema ruso es aún mayor, dijo Putin recientemente. Señaló, además, que los nuevos misiles estadounidenses tienen características inferiores a los rusos.

Otras declaraciones importantes del presidente ruso en la cumbre de la OTSC:

* Los sistemas hipersónicos rusos no tienen análogos en el mundo y su producción está aumentando.

* El misil ruso X101 supera significativamente en alcance a los sistemas de fabricación europea.

* La Federación Rusa sabe cuántas armas occidentales se han suministrado a Ucrania y cuántas se prevé suministrar.

* Moscú ha llamado repetidamente la atención sobre el hecho de que permitir que Kiev lance ataques con misiles de largo alcance significa la participación directa de Occidente en el conflicto.

 

EL ORESHNIK CAMBIA LAS REGLAS DEL JUEGO

El Kremlin no sólo aprobó una nueva doctrina nuclear, sino que respondió sobre el terreno con el lanzamiento de un nuevo misil hipersónico llamado Oreshnik, que impactó en la fábrica de Yuzhmash en la ciudad de Dnipro, una planta subterránea fortificada de la era soviética que produce misiles, satélites y motores espaciales.

El Oreshnik es un misil balístico de alcance intermedio (5.500 km) capaz de albergar 6 ojivas, cada una de las cuales puede liberar hasta 6 submuniciones.

Aunque los misiles balísticos de este tipo normalmente están diseñados para albergar ojivas nucleares, Oreshnik también puede prescindir de ellas: su secreto es la capacidad de alcanzar una velocidad de Mach 10 (igual a 10 veces la velocidad del sonido, o más de 3 km por segundo).

Al caer a velocidad hipersónica sobre su objetivo, un misil de este tipo es capaz de acumular energía cinética capaz de penetrar profundamente incluso en estructuras fortificadas, pulverizándolas, gracias a las temperaturas liberadas.

Según Ted Postol, un experto estadounidense que trabaja desde hace mucho tiempo en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, se trata de un arma "completamente nueva". Los mensajes enviados por el Kremlin al revelar este misil recién desarrollado son múltiples.

En primer lugar, Moscú demostró que no estaba mintiendo cuando amenazó con una respuesta proporcional al ataque occidental con misiles en suelo ruso.

En segundo lugar, el Oreshnik representa una respuesta a la salida estadounidense del Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF) en 2019. En julio de este año, Estados Unidos anunció que desplegaría misiles nucleares de alcance intermedio en Alemania para 2026.

Moscú se anticipó a Washington, pero introdujo un arma convencional recientemente desarrollada, capaz de alcanzar casi cualquier lugar de Europa en menos de 20 minutos y prácticamente imposible de interceptar debido a su velocidad hipersónica y su maniobrabilidad. Utilizado masivamente, este misil de nueva generación puede tener efectos comparables a los de las armas nucleares tácticas (pero sin los inconvenientes de la radiación). Oreshnik es también una respuesta a la apertura oficial, por parte de los Estados Unidos, de la base de Redzikowo en Polonia. Albergará el sistema de misiles Aegis Ashore, capaz de interceptar misiles balísticos de corto y medio alcance, pero también de lanzar misiles Tomahawk armados con ojivas nucleares capaces de llegar a Moscú en pocos minutos.

Los rusos han añadido ahora esta base a su lista de objetivos prioritarios. Oreshnik se encuentra entre los posibles candidatos capaces de destruirlo.

Por último, esta arma puede representar un mensaje inequívoco dirigido a los dirigentes ucranianos escondidos en sus búnkeres de Kiev.

La Niebla de la Guerra 2.0 bien espesa. ¿Un mito inventado? Las tropas norcoreanas luchan contra los ucranianos en Kursk.

En un artículo publicado por Tim Beal, el 13 de noviembre de 2024, podemos encontrar una pista de esta formidable fakenews.


“La historia de las tropas norcoreanas puede ser descrita razonablemente como un mito, porque la afirmación central de que Kim Jong Un está acudiendo en ayuda de un desesperado Vladímir Putin enviando tropas a Kursk para luchar contra la Fuerza Aérea de los Estados Unidos y que esto representa una amenaza no sólo para Ucrania sino para la OTAN, a ambos lados del Atlántico, es más una fantasía que una realidad. Es muy probable que haya tropas norcoreanas en Rusia, en varios lugares, haciendo diversas cosas (entrenamiento, enlace, mantenimiento de sistemas, etc.), pero llamar a esto una escalada que representa la entrada de un tercer estado en el conflicto es engañoso, porque esta siempre ha sido una guerra entre Rusia y la OTAN, en la que Ucrania es simplemente la punta desechable de la lanza, esencialmente estadounidense. Es una amenaza mítica ideada para arrastrar a la OTAN a una guerra directa, en lugar de una guerra por poderes, con Rusia. No es que no haya habido numerosos intentos de proporcionar ‘pruebas’ para dar cuerpo al mito, muchas de ellas bastante risibles y que causan vergüenza a los profesionales. Por ejemplo, NK News, un medio de noticias occidental especializado en noticias de Corea y anti-Corea del Norte, ha lamentado cómo el despliegue de tropas de Corea del Norte en Rusia ha desencadenado una ola de noticias falsas. Además de historias falsas que muestran ‘soldados norcoreanos’ muertos o heridos, NK News mencionó publicaciones en las redes sociales que supuestamente mostraban a rusos probando carne de perro norcoreana. Sin embargo, el Norte y el Sur usan términos diferentes para la carne de perro, y la lata que se muestra en las fotos era surcoreana. Las noticias falsas pueden ser un asunto complicado”.

 

PERSPECTIVAS DE PAZ Y ESCENARIOS ALARMANTES


A la espera de la toma de posesión de Trump en la Casa Blanca, las perspectivas de paz no parecen halagüeñas, sobre todo porque Occidente no parece dispuesto a prestar atención a las advertencias rusas.

Sin embargo, en los últimos días Moscú se había manifestado dispuesto a iniciar negociaciones de paz, indicando algunas condiciones indispensables para Rusia, entre las que destaca la neutralidad de Ucrania.

Sin embargo, las dificultades parecen numerosas, desde la definición de las concesiones territoriales que Kiev debería aceptar, pasando por las garantías de seguridad que se le deberían proporcionar, hasta la desmilitarización del país al que Moscú probablemente no quiera renunciar.

Los nombramientos de Trump tampoco son alentadores a primera vista, ya que conformarán un equipo de política exterior formado en gran parte por halcones, aunque a veces hartos del conflicto ucraniano. Entre estos nombramientos, el último es el del general retirado Keith Kellogg como enviado especial para Ucrania.

Kellogg ha formulado un plan de paz, pero también dijo recientemente que disparar misiles Atacms al territorio ruso le dio a Trump poder de negociación adicional en una futura negociación con Putin.

A estos elementos de incertidumbre hay que sumar la enorme desconfianza que ahora desarrolla Moscú hacia Estados Unidos. Una desconfianza que llevó al ministro de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, a declarar hace unos días que una solución diplomática aún está lejos, sobre todo porque "Washington y sus satélites siguen obsesionados con la idea de infligir una derrota estratégica a Rusia".

Según coincidimos con un camarada analista argentino que sabe de esto: “Realmente hay que convencerse que los ucranianos están apostando a llegar a las negociaciones con parte de Kursk ocupado (ya perdieron casi la mitad de lo que habían llegado a ocupar en septiembre) y que Putin va a aceptar negociar territorio ocupado. En lo personal me parece un delirio, más después de los IRBM Oreshniks. En sentido contrario, los rusos han empezado a desplegar unidades de BARS (voluntarios) en Kursk, probablemente para relevar las unidades de fusileros navales y aerotransportadas a fin de emplearlas en otras áreas de operaciones.”