domingo, 10 de mayo de 2020

CORONAVIRUS




Un senador y epidemiólogo francés habló sobre la cuarentena obligatoria

Infobae, 9 de mayo de 2020

 “Desconfinar o no desconfinar, ésa es la cuestión”: así empezó Claude Malhuret su intervenciòn en la sesión del Senado francés que debatía el apoyo al plan de salida del confinamiento presentado por el Primer Ministro, Edouard Philippe.

Malhuret se declaró fascinado por la proliferación de expertos -”cuántos más hay, menos entendemos”- y le dedicó su fina ironía al líder del movimiento “Francia insumisa”, Jean-Luc Mélenchon, al que trató de “profesor de la Facultad de Medicina de La Habana”, en alusión a sus simpatías por el castrismo. Su salida suscitó las risas de la audiencia. Los medios calificaron luego su comentario de “tackle” de Malhuret a Mélenchon.

La oratoria fluida pero tranquila de Malhuret, a la vez que salpicada de comentarios ocurrentes, sacudió la solemnidad del Senado y fue lo más comentado en las redes. Su inspirada defensa del capitalismo y de la democracia liberal, que en el marco de la pandemia muchos eligen como chivos expiatorios, impactaron al público en momentos en que Francia debate cuándo y cómo salir del confinamiento. El senador fue tema de los debates televisivos posteriores y dividió las opiniones entre quienes defendieron su intervención y los que se sintieron aludidos y algo ofendidos.

Actualmente, Claude Malhuret es senador por el departamento Allier y presidente del grupo “Les Indépendants –République et territoires”. En el pasado, este epidemiólogo presidió la asociación humanitaria de origen francés Médicos sin Fronteras. También fue alcalde de la ciudad de Vichy y Secretario de Derechos Humanos durante la gestión de Jacques Chirac.

En su discurso, de respaldo al Primer Ministro, Malhuret apuntó a desmontar los que considera falsas teorías sobre la pandemia, sus causas y consecuencias, preconceptos que no son exclusivamente franceses, como se podrá apreciar.

“La más absurda de las falsas ideas es que el liberalismo es la causa de la pandemia. En este país, donde muchos prefieren a Robespierre antes que a Tocqueville, donde siempre prefieren equivocarse con (Jean-Paul) Sartre a tener razón con (Raymond) Aron, siempre la culpa la tiene el liberalismo. Sin embargo, incluso los más ignorantes antimundialistas, populistas y complotistas deberían saber, porque hasta Google lo dice, que Pericles, muerto por la peste en 429 a.C., y el rey San Luis, muerto de lo mismo en 1270, jamás habían siquiera escuchado las palabras capitalismo o liberalismo”, dijo el Senador.
Y remató: “El COVID no es una enfermedad de la mundialización. Es una enfermedad y punto”.

También cuestionó la idea de que los regímenes autoritarios enfrentaron la pandemia con más eficacia, idea que calificó directamente como “estupidez”. “La causa de la enfermedad es el virus -afirmó-; y la causa del drama es el régimen chino que escondió la verdad durante un mes”.

“Es por eso que hay 25.000 muertos en Francia y cientos de miles en el mundo”, acusó.

“Los únicos países que se las arreglaron bien fueron las cuatro democracias asiáticas: Taiwán, Hong Kong, Singapur y Corea del Sur”, argumentó. Y pronosticó: “Es gracias a la democracia liberal y a sus progresos científicos que las pestes fueron vencidas como también lo será ésta mañana”.También aseguró que los que afirman que “nada será como antes”, en el fondo buscan reflotar las mismas ideas rancias que defendieron en el pasado: “Anuncian revoluciones, pero aprovechan la crisis para reciclar ideologías archi perimidas; muerte del capitalismo, fin de la técnica, decrecimiento. elogio del populismo, retorno a las fronteras, nacionalismo.”

Finalmente, alentó al Premier francés a cruzar su Rubicón -en alusión a la salida del confinamiento- “sin temblar”.

 Una crisis económica, y la que viene será una de las peores, causa muchas más víctimas que el virus
Lo elogió por haber privilegiado hasta ahora la vida de la gente y haber suspendido la economía. Pero a continuación, dijo: “El 11 de mayo, al abrir las calles, las casas, las empresas y las administraciones, no dejemos que nadie diga que estaríamos haciendo lo inverso, optar por la economía contra los hombres. Al contrario, mantener el confinamiento o levantarlo demasiado tímidamente causaría hoy muchas más víctimas”.

Lo enumeró de esta manera: “Primero, las víctimas de otras patologías, mucho más numerosas de lo que pensamos, y que no se tratan desde hace dos meses. Luego, porque una crisis económica, y la que viene será una de las peores, causa muchas más víctimas que el virus. Y aunque el hecho de no poder cifrarlas les permitirá a todos los que no entienden nada de economía y que no aman esta disciplina, y en Francia son muchos, acusarlo a usted de preferir las ganancias a la salud de nuestros conciudadanos, hay que abrir las puertas y hacerlo sin dudar.”

En apoyo a su planteo, citó a Richelieu, que decía: “No hay que temerle a todo, pero hay que preparar todo”.