Autor: Pedro TREVIJANO,
sacerdote
Católicos-on-line, mayo 2020
El reciente acuerdo entre el
Partido Socialista, Podemos y Bildu ha hecho saltar en España muchas alarmas.
No pretendo hacer un artículo político, pero sí señalar las ideologías
dominantes en estos momentos en nuestro país y su relación con la Iglesia.
A primera vista y sin ánimo
de ser exhaustivo, yo señalaría la relativista, la laicista, la marxista
comunista, la ideología de género y la separatista leninista terrorista. Todas
ellas tienen en común el ser ateas y entre ellas no son incompatibles, sino que
uno puede aceptar varias de ellas a la vez.
Recientemente el Papa
emérito Benedicto XVI decía de ellas lo siguiente:
“La verdadera amenaza para
la Iglesia reside en la dictadura mundial de ideologías aparentemente
humanistas, cuya negación implica ser excluido del consenso social básico. Hace
cien años, cualquiera habría considerado absurdo hablar de matrimonio
homosexual. Hoy queda socialmente excomulgado quien se oponga a ello. Lo mismo
vale para el aborto y para la fabricación de personas en el laboratorio. La
sociedad moderna está formulando un credo anticristiano y castigará con la
exclusión social a quien se resista a él. Es totalmente natural el temor a este
poder espiritual del Anticristo, y se hace necesario realmente el auxilio de la
oración”.
Para el relativismo, Verdad
y Mentira, Bien y Mal pueden ser intercambiables, ya que como dijo San Pablo
VI, “el relativismo, que todo lo justifica y todo lo califica como de igual
valor, atenta al carácter absoluto de los principios cristianos” (encíclica
Ecclesiam Suam nº 18).
Para el marxismo comunismo,
aunque en teoría defiende la supresión de la explotación del hombre por el
hombre, en la práctica hace todo lo contrario porque para él los motores de la
Historia son el odio y la lucha de clases, por lo que es una ideología
totalitaria y criminal, como dijo en septiembre por abrumadora mayoría el
Parlamento europeo: la responsable de las mayores matanzas del siglo XX y de
las persecuciones contra los cristianos. Sus gulags no han tenido nada que
envidiar a los campos de concentración nazis. Ha sido condenado repetidas veces
por la Iglesia, por su concepción de la sociedad como totalmente ajena a la
verdad cristiana, por ejemplo por Pío XI en su encíclica Divini Redemptoris en
1937, y por Pío XII en 1949 por materialista y anticristiano.
El laicismo intenta separar
la moral de la religión y arrebatar a los padres la educación de los hijos para
confiársela al Estado. Presumen de tolerantes, pero ¡ay de ti si no estás de
acuerdo con lo que ellos defienden! De hecho, lo que ellos defienden en
cuestiones educativas,es lo mismo que defendían los nazis.
En cuanto a la ideología de
género, es hoy la ideología de moda en muchos países. Su oposición al quinto
mandamiento, con su aprobación del aborto y la eutanasia, y del sexto
mandamiento, donde su moral sexual, salvo el caso de violación, que también
condenan, es exactamente la contraria de la moral católica. La única relación
sexual no aceptable es la del marido con su esposa, porque para liberar a la
mujer hay que abolir el matrimonio y la familia.
Sobre el leninismo separatismo
y terrorismo de Bildu recordemos que terrorismo y aborto son los dos temas que
más condenas han merecido del Episcopado español. Sin embargo el documento
mejor me parece el titulado Valoración moral del terrorismo en España, de sus
causas y de sus consecuencias de 2002. En él aparte considerar el terrorismo
como intrínsecamente perverso y nunca justificable, se nos dice también: “No se
puede ser ‘neutral’ ante el terrorismo. Querer serlo resulta un modo de
aceptación del mismo y un escándalo público” (nº 15).
Si, como escribió el
cardenal Bergoglio en 2010 sobre el matrimonio homosexual, es la pretensión
destructiva del plan de Dios y detrás de ella está el demonio, creo podemos
decir tranquilamente como católicos: detrás de estas ideologías, hoy de moda y
dominantes, está Satanás. Pero a Satanás se le puede derrotar, como nos dice
Benedicto XVI, con la oración.