08-03-2015 / EFE
El ministro de
Exteriores, chino, Wang Yi, aseguró que el terrorismo es un "azote de la
humanidad" contra el que su país lucha codo a codo con la comunidad
internacional, aunque subrayó que también debe buscarse el desarrollo económico
y el diálogo con los países que más sufren esta lacra.
"Al mismo tiempo
que luchamos para que el espectro del terrorismo no se propague o halle
refugios, tenemos que promover apropiadamente el desarrollo económico y social
así como un diálogo entre civilizaciones en pie de igualdad", señaló Wang
en una rueda de prensa donde repasó la agenda internacional del país asiático.
Aunque China o sus
ciudadanos por ahora no han sido objetivo declarado de los múltiples atentados
y ataques del autoproclamado Estado Islámico (EI), Wang destacó que China
también "ha sufrido el terrorismo" en su territorio, en forma de
acciones que Pekín atribuye al Movimiento Islámico del Turkestán Oriental
(ETIM).
Este grupo, según el
Gobierno chino, busca con acciones armadas próximas al yihadismo la
independencia de la región noroccidental china de Xinjiang, habitada por
minorías de religión islámica ligadas a los pueblos de Asia Central, tales como
los uigures.
"Ese movimiento
es una amenaza clara y presente a nuestra seguridad", afirmó Wang de un
grupo al que China ha atribuido diversos ataques con explosivos, vehículos
suicidas y armas blancas que han causado decenas de muertos especialmente en el
último lustro.
Debido a esa amenaza,
aseguró el ministro, China "quiere trabajar con otros países, bajo el
espíritu del respeto mutuo y la igualdad, para hacer frente juntos a las nuevas
amenazas y retos que plantea el terrorismo".
Grupos uigures en el
exilio aseguran que el régimen comunista chino utiliza la lucha internacional
contra el terrorismo para justificar la represión de su etnia y religión, y
defienden que muchos ataques en Xinjiang y otras zonas de China son actos
desesperados fruto de tal represión, no acciones organizadas.