by Carlos Tórtora
Informador Público,
4-3-15
Ayer la presidente
empezó a cosechar lo que sembró con su andanada sobre la AMIA en el discurso de
inauguración del 133 período de sesiones ordinarias del Congreso. Si bien las
palabras de Ricardo Lorenzetti en la inauguración del año judicial fueron
severas para el gobierno, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, lo
superó al afirmar hoy que Irán fue el responsable de los atentados en la Embajada de Israel y de la AMIA en Buenos Aires.
Toda
una contestación al reflotamiento de la llamada pista siria del atentado a la AMIA , que la presidente
empezó a ensayar con la intención de defender del Memorándum de Entendimiento con
Irán y cargarle las tintas al menemismo. En realidad y aunque Netanyahu no lo
diga, Hezbolah, la organización terrorista que cometió el atentado a la AMIA , opera tanto en Siria
como en Irán.
Las que son diferentes, en la política argentina, son las connotaciones
internas que importan la pista iraní o la siria. Meticulosamente, el
kirchnerismo marcha de frente hacia un conflicto de poderes con la Justicia para intentar
así encubrir con una crisis política las incontables causas de corrupción que
se van acumulando en Comodoro Py.
De esto no se habla
Pero sería una vez
más el caso Nisman, que precipitó la crisis entre el kirchnerismo y la Justicia , el que
continuaría produciendo novedades sorprendentes y de graves consecuencias
penales. Una de ellas se refiere a lo ocurrido en la torre Le Parc de Puerto
Madero el domingo en el que murió Nisman. Según una versión originada en
fuentes de inteligencia, el Ministro del Interior y Transporte, Florencio
Randazzo, habría estado ese día durante varias horas en Le Parc, tal vez
mientras Nisman era asesinado. Claro está que el precandidato presidencial del
Frente para la Victoria
nada habría tenido que ver con el supuesto crimen. Randazzo habría concurrido
para visitar a una dama que vive en la famosa torre, permaneciendo en el
departamento de ella durante varias horas. [Coincide con la versión que dio en el Congreso la diputada Carrió]
Al llegar el Ministro
a Le Parc, sus custodios de la Policía Federal se habrían encontrado en la
cochera del edificio con los de Nisman. Visto que tanto éste como Randazzo
parecían estar muy ocupados en el edificio, ambas custodias habrían decidido
reunirse en el sótano del edificio organizando una amena velada que habría
durado varias horas. Ésta sería la razón de la misteriosa desaparición de la
custodia de Nisman: simplemente estaban charlando con sus colegas de la
seguridad de Randazzo. Obviamente, esta información estaría siendo
cuidadosamente ocultada por el gobierno por diversos motivos.
El primero, de
conocerse el hecho, Randazzo se convertiría obligatoriamente en un testigo del
caso y debería ser llamado a declarar. Y, además, sus custodios también
deberían hacerlo para explicar la extraña conducta de los policías que cuidaban
a Nisman y que permanecieron durante muchas horas lejos de su departamento.
Por
otra parte y aunque se trataría realmente de una coincidencia, la repercusión
interna y externa de que el Ministro del Interior y Transporte estuviera en Le
Parc mientras Nisman moría, probablemente asesinado, no ayudaría a la imagen
del gobierno. Ni a la de Randazzo, obviamente.