Por EDUARDO MONDINO EX DEFENSOR DEL PUEBLO DE LA NACION.
Todos estos años hemos escuchado que la acción de este gobierno era la construcción de un “modelo”, al cual luego le incorporaban las más diversas adjetivaciones: “nacional y popular, latinoamericanista, progresista, igualitario, social, revolucionario, histórico”.
Si repasamos los hechos desarrollados en estos ocho años en orden a la transparencia en el uso de los recursos públicos, la calificación del “modelo” está muy lejos de tales adjetivos, diría más bien en las antípodas . La nómina es larga: Parte de las primeras denuncias por sobreprecios en la obra pública no bien comenzó la gestión de Néstor Kirchner (quien ya venía con un poco transparente manejo de los fondos de la provincia de Santa Cruz que se depositaron en el exterior).
El manejo arbitrario de la enorme masa de recursos en materia de transporte (casi $ 34.000 millones), que deriva en causas judiciales que involucran a Ricardo Jaime.
El procesamiento de Capaccioli en la causa de los “medicamentos truchos” , quien comandaba la recaudación para la campaña presidencial del 2007.
El dinero que aparece sin ninguna lógica en el baño de la entonces ministra Felisa Miceli ; ella renunció y pasó a desempeñar tareas en la Fundación Madres de Plaza de Mayo, donde hizo un informe que ocultó y que recién se conoce en estos días, reconociendo situaciones irregulares.
Antonini Wilson ingresando ilegalmente al país 800 mil dólares , que después dijo que no le pertenecían y que se los dieron en una valija sus compañeros de vuelo, funcionarios del Gobierno.
Las empresas intermediarias con domicilio en Miami y Panamá que les cobraron un 15% de comisión a los exportadores de maquinarias a Venezuela. Nadie nunca pudo explicar cuál era la función en esas negociaciones de Claudio Uberti, oficialmente director de OCCOVI. Uberti fue uno de los pasajeros del avión que vino de Venezuela con Antonini Wilson.
El desmesurado crecimiento del patrimonio del matrimonio Kirchner durante su gestión presidencial , cuando se presume que estaban dedicados exclusivamente a gobernar el país. Igual crecimiento tuvieron algunos secretarios privados, más los amigos que hoy manejan importantes negocios en áreas como el petróleo, el juego y los medios de comunicación.
El uso discrecional de fondos de la ANSeS, que va desde el fútbol hasta la colocación de comisarios políticos en empresas.
La utilización de fondos nacionales de obra pública para condicionar la posición de gobernadores e intendentes , ordenando además qué empresas deben realizar las obras.
Este manejo de lo público permite afirmar que estamos ante una monarquía, no en una república.
Con esta línea llegamos a los negocios de Sergio Schoklender con la pantalla de la construcción de viviendas de la Fundación Madres de Plaza de Mayo . A este “modelo” no le importa nada, ni respeta nada, todo es una gran farsa propagandística. No han dejado nada por contaminar: hoy hasta han puesto bajo sospecha un símbolo de los derechos humanos, como son la Madres. La ética pública ha sido arrasado por un devastador tsunami de indecencia. Este es, entonces, “el modelo de la corrupción”.
Clarin, 19-6-11