lunes, 30 de septiembre de 2024

EL CANAL MAGDALENA


 

Por Marcial Amiel

 

Página12, 30 de septiembre de 2024

 

Con el intendente platense Julio Alak a la cabeza, a través de la reciente resolución 474/24, quedó conformada la comisión impulsora del proyecto de dragado del Canal Magdalena. La decisión es complementaria del Consorcio de la Región Capital, conformado a principios de septiembre, por los municipios de La Plata, Berisso, Ensenada, Magdalena, Brandsen y Punta Indio.

 

Las estimaciones y estudio de factibilidad indican que el dragado inicial se repagaría en menos de un año, ya que la obra tiene un costo estimado de 40 millones de dólares y generaría movimiento e ingresos por 145 millones de esa misma moneda.

 

Sin embargo, al igual que ocurrió con la planta licuefactora que finalmente Petronas no construirá, el canal quedó en el centro de una disputa política. Por un lado, es uno de los puntos principales de la agenda del gobernador Kicillof. Por otro, su antagonista, el presidente Javier Milei, a poco de asumir, autorizó la obra de ampliación del puerto de Montevideo, que actualmente es paso obligado para los barcos que deben entrar o salir de Argentina.

 

 

De acuerdo a la traza actual, la navegación desde los ríos Paraná y Uruguay hacia la costa atlántica argentina sólo es posible virando en El Codillo y recorriendo el canal Punta Indio hasta Montevideo, y desde ahí hacia el mar argentino.

 

"Es como si para ir de una habitación de nuestra casa a otra tuviéramos que pasar por el patio del vecino", explicó a Buenos Aires/12, José Lojo, presidente del puerto platense e integrante de la nueva comisión.

 

A la vez, el dragado del "canal sur", como se lo denominaba en el siglo diecinueve, era un reclamo hasta de Manuel Belgrano, que lo mencionó en sus cartas y artículos periodisticos "por ser su navegación más segura y más práctica".

 

Quién es quién

La comisión está integrada por  Julio Alak (intendente de La Plata), David Leonardo Angueira (intendente de Punta Indio), Francisco Banegas (ATE Ensenada), Eduardo Barcesat (abogado constitucionalista), Carlos Bertola (ex Coordinador de Pesca Artesanal nacional), Fabián Cagliardi (intendente de Berisso), Raúl Calamante (CTA bonaerense), Julio César Castro, Cristina de los Ángeles Lembeye, Oscar de Isasi (ATE nacional), Antonio Di Tomaso (UOM La Plata), Gabriel Enrique Felizia (puerto Mar del Plata), Oscar Giardinelli (docente, escritor y periodista), Francisco Gliemmo (ingeniero), Mario Godoy (CTA), Lisandro Hourcade (intendente de Magdalena), Joel Vinicius Sverdlik (abogado), José María Lojo (puerto La Plata), Juan Héctor Nieves (CGT regional La Plata), Rodolfo Ojea Quintana (ex Comisión Administradora del Río Uruguay), Hernán Orduna (ex Unidad Ejecutora Especial Temporaria Canal Magdalena), Néstor Piccone (psicólogo y periodista), Graciela Rosso (ex intendenta de Luján y ex diputada nacional), José Alberto Sbattella (economista y docente), Mario Secco (intendente de Ensenada), Jorge Taiana (ex canciller y ex ministro de Defensa), Alejandro Tassone (doctor en ciencias geológicas), Horacio Tettamanti (ingeniero naval), Julio César Urien (Fundación Interactiva para promover la Cultura del Agua), Pedro Wasiejko (Astilleros Río Santiago), Diego Weinberg (biólogo), José Luis Montalvo (ingeniero civil), Guillermo Bianchi (ingeniero civil e hidráulico), Augusto Costa (Ministerio de Producción) y Juan Cruz Lucero (Ministerio de Producción).

GUERRA


 Ucrania se está desangrando

 

Por Gabriel Camilli

La Prensa, 29.09.2024

 

Cuando el otoño pasado comenzó la ofensiva rusa en el este de Ucrania, los líderes del ejército ucraniano comenzaron a formar nuevas unidades de tropas pesadas. Actualmente están operativas diez nuevas brigadas, que normalmente están compuestas por unos 2.000 soldados, cada una. Algunas brigadas son poderosas, como la 63º, pero no todas representan el refuerzo deseado en el frente.


Como informa el portal ucraniano independiente Military Land, Ucrania carece de vehículos modernos para equipar adecuadamente sus unidades militares. En consecuencia, se dice que la 154º Brigada Mecanizada está formada principalmente por vehículos militares más antiguos y ligeros: vehículos de combate de infantería con orugas BMP-1 de los años 60, vehículos de reconocimiento con ruedas BRDM-2, también de los años 60, vehículos blindados de transporte de personal con ruedas VAB de fabricación francesa de los años 70, tanques T-62 capturados, de 60 años y en parte rusos, y vehículos de seguridad con ruedas M-1117 de los años 90, donados por Estados Unidos.

El general Oleksandr Syrskyi, comandante en jefe de las fuerzas armadas ucranianas, también citó como razón la lentitud en las entregas de armas por parte de los aliados occidentales en una entrevista reciente con CNN, afirmando que "las entregas previstas de armas y equipos nos permitirán poner en servicio lo más rápidamente posible nuestras nuevas brigadas, que ya han sido establecidas y están en construcción", dijo.


Asimismo, y según el periódico ‘The Washington Post’, Ucrania se está desangrando y, sencillamente, no puede luchar eternamente. Apoyar a Ucrania “mientras sea necesario” no se corresponde con la realidad de este conflicto. La voluntad de luchar es tan fuerte como siempre, pero su ejército está exhausto por una incesante guerra con drones que no se parece en nada a la historia del combate que relatan los medios.

La consigna de apoyo de la administración Biden -“hasta que sea necesario”- simplemente no se condice con la realidad de este conflicto. Ucrania no tiene suficientes soldados para librar una guerra de desgaste indefinida. Necesita consolidar algún objetivo importante para ser lo suficientemente fuerte como para alcanzar un acuerdo decente (hasta hoy eso no sucede).


En esta columna hace meses venimos insistiendo en la falta de recursos humanos, falta de tropa, como un factor determinante para el desarrollo de las operaciones de las fuerzas ucranianas.

Esto también lo confirma el analista Rosendo Fraga: “El mismo 16 de septiembre, cuando Rusia decidió un nuevo llamado a filas, el parlamento ucraniano aprobó una norma que permite el reclutamiento militar de ciudadanos extranjeros. Lo hizo en medio de los problemas de movilización que están teniendo las Fuerzas Armadas ucranianas a dos años y medio de la invasión rusa. Ucrania -cuya población actual sería de treinta y cinco millones de habitantes- no sólo enfrenta un problema de falta de efectivos, sino también un promedio de edad muy superior al de Rusia”.


Y sigue: “El gobierno de Zelensky ha recurrido también al alistamiento forzoso entre la población carcelaria a cambio de una baja en las condenas, lo que ya había hecho previamente Rusia. Cabe señalar que el responsable del segundo intento de atentado contra Donald Trump trató, en los primeros meses de la guerra, de reclutar soldados afganos exiliados por el triunfo de los talibanes para combatir en Ucrania, aunque sin éxito, y que las unidades de extranjeros que combaten en este país hasta el momento no tienen demasiados efectivos”.

A pesar de la gran cantidad de mártires ucranianos del conflicto, la opinión general de la dirigencia de la OTAN envió el mensaje de que, sin un mayor poder de fuego, Kiev se vería obligada a aceptar los términos del presidente Ruso, Putin, para poner fin a la guerra. Siempre más medios, más dinero y más munición pero está claro que la dirigencia atlantista, aparentemente no tiene intención de admitir que esta lógica se aplicó consistentemente a lo largo de los dos años y medio del conflicto: Kiev obtuvo armas y cada vez más poderosas de sus aliados occidentales, quienes gradualmente aumentaron el nivel del conflicto con Moscú. Ucrania no ha logrado nada más (excepto el breve interludio en el otoño de 2022) que una lenta pero constante pérdida de territorio y una hemorragia continúa de hombres y equipos.

 

TASA DE MORATALIDAD


Los medios de comunicación ucranianos informaron recientemente que el país ha logrado la nada envidiable distinción de tener la tasa de mortalidad más alta del mundo, acompañada por la tasa de natalidad más baja.

Pese a ello, la dirigencia Ucraniana insistió en la necesidad de que el presidente estadounidense Biden elimine las actuales limitaciones al uso por parte de Kiev de los misiles estadounidenses de largo alcance Atacms, permitiendo así a los ucranianos atacar en profundidad el territorio ruso.

"Esto me parece incorrecto", comentaron varios analistas serios, porque "una de las principales responsabilidades de todo presidente estadounidense es evitar una guerra con una superpotencia nuclear".


Por otro lado, la discusión del 14 de septiembre entre el primer ministro Keir Starmer y el presidente Biden en la Casa Blanca, terminó sin que se haya tomado ninguna decisión sobre la cuestión de los misiles (además del Atacms estadounidense, están en juego el Storm Shadow británico y el Scalp francés, mientras que Berlín y Roma optaron por no participar).

Pero el asunto no ha sido archivado y probablemente resurgirá durante el viaje de Zelensky a Estados Unidos próximamente.

Mientras tanto, el parlamento europeo ha considerado oportuno ejercer más presión sobre los países miembros, aprobando una resolución en la que os insta a eliminar todas las restricciones al uso, por parte de Ucrania, de las armas europeas "contra objetivos militares legítimos en territorio ruso".

 

MOSCU Y EL PENTAGONO


Moscú ya ha advertido que considerará el uso de misiles occidentales de largo alcance, para impactar su territorio, como un movimiento directo de Occidente para unirse a Kiev, por el simple hecho de que este tipo de armas pueden ser utilizadas únicamente por técnicos militares occidentales a través del uso de códigos específicos y del uso de datos de satélites de la OTAN.

Por otra parte, tanto el Pentágono como varios analistas estadounidenses, han subrayado que las ventajas militares derivadas de posibles ataques profundos en territorio ruso no compensan las desventajas ligadas a los riesgos de escalada.


La reacción rusa: “Existe riesgo de guerra nuclear”. “El hecho de que el Parlamento Europeo esté conduciendo a una guerra mundial con armas nucleares”: así lo afirmó el presidente de la Duma rusa, Viaceslav Volodin, al comentar la aprobación, por parte de la Cámara Europea, del apartado 8 de la resolución sobre el apoyo a Ucrania que “pide a sus estados miembros que levanten inmediatamente las restricciones al uso de armas occidentales entregadas a Ucrania contra objetivos militares legítimos en territorio ruso”. Volodin afirmó que, en caso de ataques ucranianos en la profundidad de Rusia con armas occidentales, su país dará “una respuesta dura utilizando armas más poderosas” y agregó: “El tiempo que se tarda en volar un misil Sarmat hasta Estrasburgo es de tres minutos y veinte segundos”.

 

SIGUE LA ESPADA DE DAMOCLES NUCLEAR


El reconocido académico estadounidense John Mearsheimer, analizando las guerras de hoy, advierte sobre una conflagración nuclear, en el suplemento Animal Político, de La Razón, que publicó un análisis de la coyuntura mundial titulada ‘Jugando a la Tercera Guerra Mundial’. La nota examina los peligros geopolíticos actuales en Ucrania y Gaza.

Ucrania hoy: Mearsheimer presenta una visión pesimista de la situación actual en Ucrania. Considera que Rusia está ganando la guerra y que la posición de Ucrania y Occidente se está deteriorando rápidamente. En sus palabras, “el hecho es que los rusos están ganando, y la gente de la administración seguramente lo sabe, y seguramente saben que no hay forma de revertir la situación”. Mearsheimer cree que la administración Biden es consciente de esta realidad, aunque públicamente mantenga una narrativa diferente.

El profesor describe la situación de los Estados Unidos en Ucrania como “desastrosa”, señalando que “la administración Biden realmente se enfrenta a dos grandes desastres y no tiene salida”. Esto sugiere que considera que EEUU está atrapado en un conflicto que no puede ganar.

Riesgos: Mearsheimer identifica varios riesgos significativos de escalada en el conflicto ucraniano, siendo el más grave la posibilidad de un enfrentamiento directo entre Rusia y la OTAN, que podría llevar al uso de armas nucleares.


“Hay que recordar que lo que está sucediendo en Ucrania es algo que los rusos han dicho durante mucho tiempo que representa una amenaza existencial para ellos”, afirma Mearsheimer. Esta percepción aumenta el riesgo de que Rusia tome medidas drásticas si se siente acorralada.

El autor señala que el objetivo declarado de Occidente de “expulsar a los rusos de las filas de las grandes potencias” ha intensificado la determinación rusa: “Los rusos están obviamente asustados. No tienen intención de perder”. Esto sugiere que Rusia podría estar dispuesta a escalar el conflicto para evitar la derrota.

El riesgo de uso de armas nucleares es una preocupación central para Mearsheimer: “Si se desesperan, si piensan que estamos subiendo la apuesta de una manera que los pone en gran desventaja, pueden estar seguros de que al menos considerarán seriamente el uso de armas nucleares”. Advierte que Rusia podría usar armas nucleares contra Ucrania porque, en ese escenario, ese país “no tiene capacidad para tomar represalias”. La guerra larga e irrestricta tiene altas posibilidades de salirse de control.

 

Gabriel Camilli

Cnl My (R) - Director del Instituto ELEVAN.­

domingo, 29 de septiembre de 2024

CHINA Y EL CORREDOR BIOCEÁNICO CENTRAL

 

Como se ha reactivado la Región Centro, consideramos de interés reproducir notas ya publicadas en este sitio.



Foro Azul y Blanco, 9 de febrero de 2015

 

 

En el marco del acuerdo estratégico con China, consolidado con la reciente visita de la Presidente argentina a dicho país, está incluido un proyecto al que no se le da la importancia que tiene. Precisamente, se acaba de realizar en Santiago de Chile, un acto administrativo, en la Academia Diplomática Andrés Bello, en el cual se presentaron 22 consorcios para participar en la etapa final de la licitación del tunel de Agua Negra, cuyo presupuesto asciende a 1.275 Millones de Dólares [laséptima.info (San Juan), 9-2-2015].

 

El complejo Agua Negra se construirá a una altitud de 1.700 metros. Tendrá dos túneles, de dos pistas cada uno, con una longitud de 14 kilómetros, de los cuales cuatro estarán en el lado chileno y 10 en el argentino. Cada país se comprometió a construir la extensión que le corresponde. Al interior, los túneles estarán separados entre sí por una franja de entre 30 y 60 metros y el proyecto considera varias conexiones internas de emergencia. Cuando esté operativo, en 2025, atenderá un flujo de 2.200 vehículos al día, tanto menores como de transporte de carga y pasajeros.

 

Conexión Brasil-Chile

Si todo resulta como está programado, en 2025 este túnel formaría parte del Corredor Bioceánico Central (CBC), también llamado del Mercosur, porque a lo largo de 2.472 kilómetros -casi en línea recta- uniría Porto Alegre, en el Atlántico, con Coquimbo, en el Pacífico. Según un estudio de la Escuela de Ciencias Empresariales de la Universidad Católica del Norte (UCN), recibirá cargas de Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay, con la facilidad logística de acceso a 21 puertos, nueve aeropuertos y una red de carreteras aledañas para permitir otras conexiones.

 

Según el estudio, el CBC acortará en un promedio de tres días el viaje de la carga desde Porto Alegre hacia Shanghái, con un importante ahorro de costos para los exportadores y/o importadores. Algo similar ocurrirá con las cargas brasileñas que tienen como destino Los Ángeles o San Francisco, en Estados Unidos.

 (lasegunda.com, 3-1-15)

 

Desde hace 11 años, intentamos difundir datos y reflexiones sobre este tema, que consideramos una muestra elocuente de la carencia de una estrategia nacional, diseñada para la defensa del interés argentino. En efecto, la obra proyectada puede ser de utilidad para China, Brasil y Chile, pero no lo será para la Argentina.

 

 

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SALIDA AL PACÍFICO

 

12 de mayo de 2014

 

(www.mario-meneghini.blogspot.com.ar/2014/05/salida-al-pacifico.html  )

 

 

La presidente de Chile visitó hoy nuestro país, siendo uno de los motivos de su viaje revitalizar el Tratado de Maipú, firmado en 2009 por ella misma y la presidente argentina. Dicho tratado abarca el proyecto Aconcagua y el paso de Aguas Negras. Afortunadamente, a nuestro juicio, no se ha concretado aún este proyecto que consideramos inconveniente para la Argentina. Sobre eso publicamos un artículo hace diez años (boletín Acción Nº 68, agosto 2004), que consideramos oportuno reproducir, pues conserva actualidad para conocer la situación.

 

 

REGION CENTRO Y LA SALIDA AL PACIFICO

 

 

     En nuestra ciudad de Córdoba, se lanzó oficialmente (27/28-7-04) la Región Centro de la República Argentina, en el marco de lo previsto por la Constitución Nacional, en su última reforma, que agregó al texto el Art. 124, facultando a las provincias a crear regiones para el desarrollo económico y social.

     La Región Centro está constituida por Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos, provincias que abarcan un área de 377.l09 kms.2, y poseen una población de 7.225.449 habitantes. Santa Fe y Córdoba concentran el 60 % de la producción sojera. Entre Ríos es la provincia en la que más creció la agricultura, aprovechando excelentes tierras hasta hace poco dedicadas a una ganadería de baja productividad. En conjunto, el valor de sus exportaciones asciende a l0.l39 millónes de dólares, lo que pone en evidencia la importancia que esta región del país representa.

 

     El l2 de agosto, los tres gobernadores: Jose Manuel De la Sota (Córdoba), Jorge Obeid (Santa Fe) y Jorge Busti (Entre Ríos), fueron recibidos por el presidente Néstor Kirchner, con quien acordaron un plan trienal para la Región Centro, que tendrá por objeto motorizar proyectos de infraestructura, producción económica y políticas comunes. Entre los proyectos se encuentran la culminación de la autopista Rosario-Córdoba, la autovía Concordia-Paraná, Paraná-Santa Fe y Santa Fe-Córdoba. Además, insistieron en el reclamo de una eliminación paulatina de las retenciones por las exportaciones agrícolas, que las provincias perciben como una exacción de recursos genuinos de la región, para ser gastados en otras partes.

     El problema principal radica en la insuficiente infraestructura, que está diseñada para un equivalente a la mitad de las 37 millones de toneladas que se producen actualmente en la Región. Se estima que la infraestructura necesaria demandaría una inversión del orden de los 5.000 millones de dólares, debiendo tenerse en cuenta que el sobrecosto logístico actual para el productor, por carecer de infraestructura adecuada, que articule transporte multimodal (camiones, trenes y barcazas), se estima en 300 millones de dólares anuales (La Voz del Interior, 25-7-04).

 

     Se ha señalado la intención de promover la vinculación de los estados del sur de Brasil (Paraná, Santa Catarina y Porto Alegre), con la Región Centro y, a través de San Juan, buscar la salida al Pacífico por el puerto de aguas profundas de Coquimbo, en la IV Región de Chile (“corredor bioceánico”). Consideramos que este aspecto del proyecto debería ser estudiado con mayor detenimiento, pues posee aristas inconvenientes. En efecto, se afirma que el desarrollo del Paso de Aguas Negras, facilitaría la salida de los productos a los mercados de Oriente, con fletes más bajos.

Precisamente, en la reciente visita presidencial a China, se firmó un acta compromiso sobre la financiación que brindaría el Estado Chino a la Provincia de San Juan, para la construcción de un túnel de 14 kilómetros, destinado a bajar el Paso de Aguas Negras unos 900 metros, lo que permitiría que sea transitable los 365 días del año (La Mañana de Córdoba, 27-7-04). La obra proyectada, que incoporaría tecnología china, comenzaría a hacerse realidad en noviembre, cuando se concrete una reunión cumbre entre los presidentes de Argentina y Chile, con el presidente de China, Hu Jintao (Clarín, l4-8-04).

 

     Suele repetirse que la Argentina debe acentuar su comercio internacional, utilizando ambos océanos, como lo hace, por ejemplo, Estados Unidos. En realidad, si el gran país del norte procede así, es porque goza de soberanía en las dos costas. En cambio la Argentina, que también tenía acceso directo al pacífico, lo perdió por el Tratado de 1881, y los protocolos y arbitrajes subsiguientes. Por eso, como afirma el Cnel. Rodriguez Zía, que ha estudiado a fondo el tema: “La única geopolítica de salida a los mares que debe tener la Nación Argentina es la del Atlántico; por la muy sencilla razón que es su mar propio, donde tiene sus puertos y adonde desemboca la vertebral Hidrovía Paraguay-Paraná-Plata.”[1]

     Para la mayoría de las zonas argentinas, el problema del uso de puertos chilenos consiste en la mayor distancia y mayor demora en el previo traslado de mercaderías por la ruta terrestre. Los 22 puertos de ultramar argentinos, desde Santa Fe hasta Ushuaia, cuentan con una red de vías férreas y caminos pavimentados que facilitan el acceso a los mismos. Es evidente, entonces, que resulta lógico utilizar los puertos que, además de estar ubicados a menor distancia de los centros productores, son argentinos.

 

     Canalizar la producción de nuestro paìs por puertos chilenos constituye, no sólo un pésimo negocio, sino un verdadero desatino. Únicamente la zona de Cuyo, y parte del NOA tienen puertos chilenos más próximos que los nuestros. Pero desde Tucumán, incluso Catamarca, La Rioja y Santiago del Estero, están más cerca del puerto de Santa Fe, que del de Caldera y otros chilenos. El Litoral, la Región Centro y el norte de la provincia de Buenos Aires, tienen disponibles puertos argentinos a distancias no mayores a los 300 kilómetros. Y es de esta zona desde la cual se exporta un 90 % de la producción agraria e industrial del país.

     Como puede observarse en un mapa[2], el puerto de Antofagasta está más cerca que Buenos Aires respecto a los puertos de China norte, Japón, Taiwan y Corea; pero, desde Hong Kong y desde Manila hacia el oeste, toda el Asia está más cerca de Buenos Aires y de toda la costa sudamericana, desde Santos a la boca del Río de la Plata. Además, de Hong Kong hasta Yokohama, la menor distancia por mar es compensada, por  el mayor tiempo y costo que demanda el tránsito terrestre hacia el acceso a los puertos chilenos.

 

     Resulta inexplicable que al crearse la Región Centro se haga hincapié en el “corredor bioceánico”, y que se pretenda convencer sobre los “fletes más bajos” que tendrían con su uso las provincias de la Región Centro y La Rioja. Desde ésta última ciudad, hay 858 kilómetros hasta el puerto de Caldera, mientras existen 761 kilómetros hasta el puerto de Santa Fe (97 kilómetros menos). No hace falta aclarar que desde cualquier lugar de las provincias de Entre Ríos y Santa Fe, resulta menor el traslado al puerto de Santa Fe. Pero, como esta Región se fundó oficialmente en la ciudad de Córdoba, y en la reunión estuvieron presentes autoridades del Puerto de Coquimbo, vale la pena señalar que desde dicho puerto hasta la ciudad mediterránea la distancia es de 970 kilómetros, o sea 641 kilómetros más que para acceder al Puerto de Santa Fe desde Córdoba.

 

    Uno de los órganos de la flamante Región Centro es la “Junta de Gobernadores”; no deja de llamarnos la atención, que uno de sus miembros, el gobernador de Santa Fe, poco después de quedar constituida la Región, afirmó que: “Este es un país de paradojas: mientras la relación del costo del flete es de 7 a 1 respecto del de carreteras y de 7 a 2 con relación al ferroviario, sólo se utiliza un 7 % de la hidrovía, un 18 % del ferrocarril y un 75 % el transporte de caminos”, al tiempo que reclamó “soluciones racionales al costo del flete”[3]. En efecto, los datos que proporcionó resaltan la conveniencia del transporte fluvial, pero entonces, ¿por qué incentivar el corredor bioceánico, que exige el transporte por tierra?

 

     No caben dudas que la demanda mundial de carbohidratos y proteínas se incrementará en el futuro inmediato, y, según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), Argentina, Brasil, India y China, “serán los países con mayor crecimiento agrícola en los próximos 10 años”;  la Argentina está en condiciones de producir 100 millones de toneladas de granos y exportar 1millón de toneladas de carne (Clarín, 19-8-04). Este futuro promisorio sólo se hará realidad, si se logra diseñar e implementar una estrategia nacional de desarrollo, que puede muy bien estar vinculada a una geopolítica de integración regional, mientras se dé prioridad al interés nacional. Para ello, la Argentina debe aprovechar al máximo el transporte masivo por aguas interiores a largas distancias, dadas las ventajas en costos de fletes y tiempos de viaje. Puede aportar seguridad navegable, menores costos y velocidad, con navegación autopropulsada o en barcazas fluvio-oceánicas, por el Paraná Medio y Alto (21 pies), el Alto Paraná-Aguapey-Uruguay (15 pies), y el Paraná Inferior-Río de la Plata, con 40 pies[4].

Es claro que todo depende, en última instancia, de la decisión política. Y, como reflexionaba Toynbee, la geografía condiciona al hombre y le presenta un desafío, “o responde y lo supera, o no responde y es derrotado”.

 

     Cuando se alude a la hidrovía Paraguay-Paraná, ya se está omitiendo al Río de la Plata, siendo que lo más importante de la misma es la salida al mar, que tiene lugar por el Plata. Pero además -en el mismo folleto oficial de la Región Centro[5]-se limita la extensión de la hidrovía a 3.440 kilómetros. La extensión total de la Hidrovía Paraguay-Paraná-Plata, es de 4.189 kilómetros, desde las nacientes del Paraguay hasta las bocas del Plata. Por consiguiente, hay que sumar a los 3.442 kms. entre los puertos extremos, 260 desde Buenos Aires a las Bocas del Plata, y 477 desde Pto. Cáceres a las nacientes del Paraguay[6].

 

No está demás acotar que en el folleto oficial citado, se afirma que la Hidrovía concluye en el Puerto de Nueva Palmira (Uruguay), que es un puerto que utiliza Brasil, por convenio con el paìs vecino. Es otro ejemplo de la subordinación intelectual de nuestros dirigentes a intereses ajenos a los propios. Mientras no surjan nuevos dirigentes, que investiguen a fondo los problemas nacionales, y actuen con decisión para impulsar la restauración argentina, no se podrán aprovechar las ventajas naturales que nos otorgó la Providencia.

 

     “En la era de la globalización, donde el poder nacional parece diluirse, es de vital importancia revalorizar el patrimonio territorial como uno de los últimos reductos contra el avance de un totalitarismo globalizante que amenaza imponer un pensamiento unitario, arrasando con las individualidades nacionales y las pluralidades culturales.”[7]

 

 

[1]  Rodríguez Zía. “Puertos precisos”; Buenos Aires, Círculo Militar, 1993,  p.37.

[2]  Id., p. 169.

[3]  Obeid, Jorge; en “Primer Encuentro Argentino de Transporte Fluvial”, Rosario (La Nación, 3-8-04).

[4]  Boscovich, Nicolás. “Geoestrategia para la integración regional”; Buenos Aires, Ciudad Argentina, 1999, p. 314.

[5]  “Lanzamiento oficial de la Región Centro de Argentina”; Córdoba, 27 y 28 de julio de 2004, p. 13.

[6]  Rodríguez Zía, op. cit., p. 198.

[7]  Boscovich, op. cit., p. 198.

 

 

 

 

BREVE HISTORIA DE LA PATRIA


 

Por Jorge Martínez

La Prensa,  29.09.2024

 

Entre la abundante obra que dejó el admirable Juan Luis Gallardo, fallecido el pasado mes de agosto a los 89 años, un título suele destacarse por su intención formativa y la claridad con la que está escrito. Se trata de Crónica de cinco siglos: 1492-1992 , el magnífico repaso de la historia patria cuya primera edición apareció en 1995.

 

En la nota preliminar, Gallardo explicaba que lo había escrito pensando en los jóvenes argentinos, “que se interrogan sobre el pasado para tratar de entender el presente e intentar prever el futuro” . Suponíamos que esa necesidad se volvía más intensa a la hora de abordar el pasado reciente, motivo por el cual se había propuesto ser más minucioso en los capítulos que seguían a la revolución de 1943.

 

El libro, aclaraba Gallardo, era un “trabajo sencillo, desprovisto de toda pretensión erudita”. Lo había llamado “crónica” porque él no era historiador; mientras que su afán primordial consistió en ser “ameno y razonablemente ecuánime” .

 

Por ello sus páginas no albergaban “querubines ni satanases, monstruos abominables ni paladines refulgentes: tan sólo los hombres y mujeres que construyeron nuestra nación, con sus virtudes y sus miserias”. Advertía, eso sí, que el texto dejaría ver “algunas de mis preferencias y antipatías, cosa inevitable ya que no carezco de ellas” .

 

La obra, según la tercera edición corregida que publicó Vórtice en 2007, estaba dividida en 44 capítulos de extensión breve y riguroso orden cronológico. Al final de cada uno de ellos apareció un pequeño recuadro que, con intención didáctica, destacaba un dato curioso o revelador de lo que acababa de narrarse. Todo con un prólogo pertinente firmado por el P. Aníbal Fosbery.

 

Síntesis

 

El logro más destacado de Gallardo, aunque no el único, es la acertada síntesis con la que resumió un tema vasto y de múltiples aristas . Lo conseguí respetando un esquema general pero también gracias al estilo, que es conciso sin ser inexpresivo, y ágil sin abrumar con datos o fechas sacadas de contexto.

 

Gallardo comienza su libro en 1492, con el descubrimiento de América, para dejar en claro el origen hispano y católico de lo que llamamos “la Argentina”. Recuerda por eso que la conquista incorporó “a la Civilización Cristiana un inmenso continente” y exalta a quienes se adentraron en “las vastas regiones conquistadas”. “Fueron soldados los que afirmaron su posesión -subraya-, misioneros los que las evangelizaron, doctores los que las injertaron en una cultura milenaria, heredada de Grecia y Roma” .

 

Cuando se interna en el segmento más específico de nuestra historia, no eluden los temas controvertidos, esos que suelen ser minimizados o soslayados en la historiografía oficial. Así, comenta el papel sospechoso que tuvo la masonería en determinados acontecimientos clave; registra la insistencia en sancionar leyes contrarias a la moral católica tradicional, como la del divorcio, que fue vetada por Yrigoyen y fomentada por Alfonsín, y pone de manifiesto los verdaderos efectos -no los idealizados- de la Reforma universitaria de 1918.

 

Pero su pluma siempre está dispuesta a rescatar, con inspiración poética, lo más valioso de entre el tumulto de episodios, como el rechazo a las invasiones inglesas o el cruce de los Andes. Respecto de la segunda gesta escribe: “No es necesario contar con una imaginación muy viva para representar el extraordinario espectáculo que debieron ofrecer las columnas patriotas, estirándose por las quebradas y progresando junto a los desfiladeros del imponente macizo, montadas, a pie, con los caballos y mulas de la novia, arrastrando sus cañones, azules los uniformes, rojas la bocamangas, pardos los ponchos contra el blanco enceguecedor de las nieves eternas, envuelto el avance por las rachas de viento helado, animándose los hombres con cantos y gritos de coraje. bajo el centelleo de las armas” .

 

ECUANIMIDAD

 

Es evidente y logrado su esfuerzo por alcanzar la ecuanimidad. Lo demuestran las palabras con las que definen las características de “unitarios” y “federales” (esa “singular dicotomía que corre a lo largo de nuestra Historia, marcándola con un trazo tantas veces sangriento” ) o las que emplea para abordar los méritos y defectos de la posterior “Generación del 80”.

 

Viniendo de un nacionalista católico de toda la vida, tal vez pueda sorprender su elogio de la gestión de Agustín P. Justo. “El gobierno de Justo -señaña- resultó un buen administrador y durante el mismo se llevarán a cabo importantes obras públicas, tal como ha sucedido frecuentemente en la Argentina cuando un militar ocupa la primera magistratura”. Asombra menos su categórico juicio favorable de la presidencia de Juan Carlos Onganía: “Con la asunción del general Onganía quizás haya tenido comienzo el mejor gobierno que conoció la Argentina en las últimas décadas” .

 

Asimiladas dentro de la narración que fluye con soltura aparecen breves semblanzas de algunos de los personajes más relevantes de cada etapa. Gallardo otra vez procura ser medido, aunque a veces se permite una pizca de malicia y otra más de humor.

 

Es severo con Rivadavia, de quien recuerda que “quiso abolir las tradiciones arraigadas y, naturalmente, suscitó primero el recelo y después la resistencia de una población cuyas costumbres se propusieron alterar extensamente y para siempre” . Se burla un poco del Sarmiento prócer escolar: “Talentoso, apasionado y egocéntrico, tuvo notables dotes de escritor. En sus primeros años no faltó a la escuela porque no fue a ella, ya que lo educó un clérigo que era tío suyo” .

 

Y no pasó por alto el “misterio” que rodeó la trayectoria de Hipólito Yrigoyen: “Criollo, silencioso, cuando hablaba o escribía lo hacía en un lenguaje peculiar, enfático y elusivo al mismo tiempo, casi siempre enrevesado. Patriota, velo por la dignidad argentina, manteniendo una política internacional autónoma. Su madre era hija de un mazorquero ejecutado después de Caseros, hermana de Leandro Alem, con quien tuvo Yrigoyen serias desavenencias”.

 

ILLIA Y ALFONSÍN

 

Con el presidente Arturo Illia, uno de los tantos herederos del yrigoyenismo, se mostrará más filoso (“Es astuto, calmoso y lento, encarando los trepidantes problemas que aquejan al país con la misma pachorra que atendiera a su clientela pueblerina”). Lo mismo que con el “socialdemócrata” Raúl Alfonsín, de quien apunta: “Recibido de abogado, no ejerció su profesión, salvo para iniciar la sucesión de su padre y para firmar, con otros letrados, la defensa de algún guerrillero detenido. Participó activamente en las pujas del comité radical y en partidas pueblerinas de naipes, que se prolongaban hasta la madrugada”.

 

Conforme el relato supera el final del siglo XIX, Gallardo, que era miembro de una familia con notable protagonismo político y cultural en estas tierras , empieza a dar cuenta de esa participación.

 

Menciona las funciones que complementó su abuelo, Angel Gallardo, a quien evoca en un recuadro por su actuación en la “Revolución del Parque” de 1890. Destaca que su padre, Luis F. Gallardo, integró la “Legión Cívica” creada después del golpe. de 1930. Acota que un tío, Guillermo Gallardo, fue preso tras participar de la fallida sublevación contra Perón de 1951. Y apela a sus propios recuerdos de situaciones en las que estuvo presente, como la manifestación del día de Corpus Christi de junio de 1955. , donde terminó quemada una bandera argentina en un hecho confuso que fue usada por el peronismo “para acusar a los católicos de traición a la Patria” y que “éstos imputaron al gobierno...devolviendo la acusación” .

 

En unos de los últimos capítulos cita las estrofas que “cierto poeta” (es decir, él mismo) se dirigió al célebre “corte de manga” con que un joven oficial argentino prisionero reaccionó a la rendición en Malvinas, gesto que quedó inmortalizado en una filmación. de los propios vencedores.

 

El plan original de la obra, recordó su editor en Vórtice, Alejandro Bilyk, contemplaba trazar un recorrido histórico que avanzara desde la Conquista hasta la recuperación de Malvinas.

 

“Ese era el periplo de los 'cinco siglos' -recuerda Bilyk-, el verdadero inicio y el mejor cierre, como se advierte en la acuarela (hecha por el propio Gallardo) con la que quiso ilustrar la tapa de la primera edición, donde se dan la mano el conquistador español y el soldado de Malvinas”.

 

Los destinatarios del libro, ya se ha dicho, eran los jóvenes, y la gesta del Atlántico, un posible modelo donde inspirarse hasta que concluya esa “larga espera” en la que imaginaba estancada a la Argentina. Una espera que, según puede leerse en las líneas finales del volumen, determinaba dos obligaciones: “la de saber seguir esperando, aun contra toda esperanza; y la de asumir el deber patriótico de empeñarse por verla transformada en jubilosa realidad” .