Por Héctor GIULIANO
(28.6.2014).
Ya lo hemos
planteado: el rey está desnudo y hay que decirlo.
Si el paciente está
enfermo de cáncer hay que reconocerlo y decírselo porque fallar en la
identificación del problema y/o trampear en su diagnóstico van contra cualquier
terapia posible.
Todo ocultamiento de
la realidad va a ser peor.
EL FALLO Y SUS
CONSECUENCIAS.
La sentencia Griesa,
ratificada en sus tres instancias judiciales en los Estados Unidos, deja
agotadas las instancias legales de la Argentina en dichos tribunales y totalmente
vulnerada cualquier alternativa de solución en materia financiera, como no sea
seguir comprometiendo más deuda pública que no se puede pagar:
a) A la suma de los 1.500 MD (Millones de
Dólares) de este caso testigo NML-Elliot y otros se debe agregar la avalancha
segura del resto de los holdouts que – hayan hecho o no juicio todavía – van a
sumarse a los reclamos legales contra la Argentina, con resultado cierto y rápido, por un
monto total que se estima en más de 20.000 MD.
b) La falencia central de la estrategia
legal seguida por el gobierno Kirchner fue no cuestionar la legitimidad de las
acreencias de estos holdouts, aceptando la competencia de tribunales
extranjeros y sin realizar una auditoría previa de la deuda en default, lo que
llevaba inexorablemente a una derrota legal del Estado Argentino.
c) La actual administración quedaba así
expuesta a una encerrona financiera y jurídica que era sólo cuestión de tiempo,
como parte de la política institucional de vivir pateando sistemáticamente para
adelante obligaciones que no se pueden pagar y seguir tomando deuda nueva.
d) El gobierno Kirchner, en su
desesperación por seguir ocultando el fracaso del Megacanje Kirchner-Lavagna
del 2005-2010, no sólo se empeña en presentarlo aún como “exitoso” sino que,
como agravante, lo invoca para seguir pagando la servidumbre de sus intereses.
e) La Argentina no puede evitar las consecuencias,
directas o indirectas, de la
Cláusula RUFO o del Acreedor más favorecido – que firmó este
gobierno entre las cláusulas leoninas aceptadas con el Megacanje 2005 – porque
una de dos: o va a tener otro frente de tormenta frente a protestas y reclamos
de los bonistas del canje o va a tener que intentar estirar de cualquier forma
sus efectos dilatando hasta el 2015 cualquier arreglo definitivo sobre la forma
de pago a los fondos buitre (colocándose así en la paradójica situación de burlar la cláusula RUFO para el 93 % de los
bonistas que entraron en el canje, cuyos derechos enfatiza querer proteger).
f) Con o sin fallo Griesa, la Argentina se encuentra
en default, un default por insolvencia fiscal y por iliquidez: sólo puede
enmascarar esta realidad apelando a continuar cancelando deuda con nueva deuda
y asumiendo más obligaciones impagables que, en su mayor parte, espera
transmitir al nuevo gobierno electo en 2015.
Las instancias
legales se han agotado y el gobierno Kirchner clama por poder pagar la próxima
cuota de intereses – correspondiente a los bonos Discount del Canje – este 30.6
y pide “negociar” el cumplimiento del fallo del juez Griesa que lo obliga a una
humillante gestión de regateo con los fondos buitre a través de una variante
insólita: que el juez designa a un “mediador” para posibilitar el cumplimiento
de su propia sentencia (!).
La administración
Kirchner probablemente espera, entre los atajos posibles, que se le dé alguna
variante de tipo “solución Gramercy”: la compra por otro fondo de inversión a
NML-Elliot y compañía de los derechos de la sentencia Griesa para luego
canjearlos por nuevos bonos de la Argentina. Pero ello es “pan para hoy, hambre
para mañana”.
En medio del
revoloteo de toda una legión de socios del Club de la Deuda que pugnan por no
perderse el negocio combinado de comisiones, gastos por colocaciones de
títulos, asesoramientos, etc. – incluso con versiones de sobre-pagos a los
fondos buitre por acuerdo secreto - en estas circunstancias las autoridades
siguen proclamando su “vocación pagadora” y su aceptación a cumplir con la Hoja de Ruta Boudou volviendo
al Mercado Internacional de Capitales, precisamente para tomar más deuda.
REPLANTEO DEL
PROBLEMA DEUDA.
Si existiera alguna
vía de solución al problema de la Deuda Pública Perpetua la misma nunca pudiera
darse bajo las actuales condiciones del endeudamiento: es necesario replantear
los términos de discusión de la deuda; y a ello ya nos hemos referido:
1. Blanquear el DEFAULT para ir a una
re-estructuración forzosa y no voluntaria de la Deuda.
2. Verificar todas las acreencias, esto es
AUDITAR LA DEUDA,
que significa investigarla.
3. Sólo con el dictamen de la deuda
legítima y la demostración de la capacidad de repago, sentarse con los
acreedores para ajustar las formas de la RE-ESTRUCTURACIÓN.
Pero el requisito
básico del Default es su totalidad: no hay default parcial – como se manejó, en
cambio, el problema en el 2002, en que salimos de una Crisis de Deuda con más
endeudamiento – sino integral, es decir, un default en el que deben
contemplarse los derechos de todos los acreedores y no sólo el privilegio de
los acreedores privados extranjeros.
Cuando se habla de
default total esto quiere decir, entonces, que tiene que haber respuesta
también a cómo, cuando, cuánto y quién paga la enorme Deuda intra-Estado
acumulada por este gobierno, que es el 60 % de la Deuda del Estado Central; y
de la cual ni autoridades ni voceros del Partido de la Deuda dicen media palabra.
Porque los fondos de la ANSES prestados
compulsivamente al Tesoro – que es la plata de los jubilados - también tienen
que ser devueltos, porque las divisas que la administración Kirchner retiró y
retira vaciando las reservas del Banco Central (BCRA) no son del gobierno sino
el respaldo de la
Moneda Nacional y de toda la Balanza de Pagos del
Estado Argentino, porque las autoridades tienen que decir cómo se arregla ahora
el entuerto de haber empapelado al Sector Público (con el Banco Nación a la Cabeza, aparte de la ANSES y el BCRA) con títulos
impagables y porque tiene que definirse qué pasa con el rol de la deuda
cuasi-fiscal del BCRA como mecanismo de compra de reservas con deuda.
En este contexto de
la nueva Crisis de Deuda el Congreso tiene que retomar su función y los
legisladores tienen que cumplir con sus obligaciones constitucionales de
arreglar la Deuda
Pública:
a) Obligando una reformulación de la Ley de Presupuesto 2014 con
los verdaderos números posteriores al cambio de los supuestos
macro-económicos, producidos justamente
al inicio de este ejercicio.
b) Retirando la delegación de facultades
especiales al Poder Ejecutivo para retomar en forma directa el manejo de la
cuestión de la Deuda.
c) Revisando toda la normativa legal y
administrativa vigente en materia de Endeudamiento del Estado.
Se trata, muy
probablemente, de la última oportunidad histórica para hacer estas cosas; pero
para ello se requiere: CAPACIDAD, HONESTIDAD Y CORAJE.
RENDICION ANTE EL
PARTIDO DE LA DEUDA.
Tal como lo venimos
diciendo, el gobierno Kirchner – como los que lo precedieron - no tiene otra
Política de Deuda que la de seguir re-endeudándose (pago de deuda con más
deuda) y hacerlo así para volver a los mercados de capitales a tomar deuda
nueva.
La Argentina está nuevamente en situación de default, vive en
situación de default, pero lo oculta con el mecanismo de la Deuda Perpetua:
toda obligación que vence por capital se refinancia.
Con esto se cumple
con la falacia central del Partido de la Deuda: tomen deuda aunque no la puedan pagar
porque, mientras puedan aguantar el pago de los intereses, nosotros les
refinanciamos el principal y además le damos más deuda.
El gobierno K - un
gobierno debilitado, incoherente y corrompido - es hoy un peligro para los
intereses del Estado: éste gobierno está aceptando cualquier cosa en materia de
Deuda (CIADI, Repsol, Club de París, Bonar 2017, más préstamos multilaterales,
deuda cuasi-fiscal del BCRA, deudas igualmente impagables de provincias y
municipios, de empresas y organismos del Estado, etc.).
Hemos llegado a un
punto de inflexión que impone el blanqueo de la realidad: el costo de la
ficción de no reconocer la nueva Crisis de Deuda sólo empeora la
situación.
Es el camino hacia
una rendición forzosa y segura ante el Partido de la Deuda y la Banca Internacional
que lo sostiene mientras se escenifica una resistencia que no existe: una
rendición “exitosa” más en el camino de servidumbre financiera del Sistema de la Deuda.
Pero es, además, la
peor de las rendiciones, que es la rendición sin lucha: porque EL QUE SE RINDE
SIN PELEAR NUNCA TERMINA DE RENDIRSE.