El gobierno se deshizo de las hidroeléctricas
de Comahue para juntar divisas
Urgente 24, 03 de
diciembre de 2025
El gobierno
nacional consiguió un ingreso récord de US$ 706.885.298,49 con la privatización de las cuatro principales
represas del Comahue —Alicurá, El Chocón, Piedra del Águila y Cerros Colorados—
ubicadas en las provincias de Neuquén y Río Negro, un número mayor a lo
esperado.
El monto final
superó ampliamente las expectativas oficiales: el ministro de Economía, Luis
Caputo, había estimado una recaudación de alrededor de US$ 500 millones por las
concesiones, en su estrategia de captar divisas para reforzar las arcas
públicas.
Las ofertas a las
concesiones
La apertura de las
ofertas económicas —llevada a cabo la semana pasada— y la posterior revisión
técnica culminaron con la adjudicación de los complejos a operadores privados,
en su mayoría compañías locales. Solo en el caso de Cerros Colorados se abrió
una instancia adicional para mejorar propuestas.
Según la
Secretaría de Energía, la participación de ocho empresas en el proceso
demuestra “confianza del sector privado en el marco institucional argentino”.
La competencia sostenida y las reglas claras habrían sido claves para
garantizar un resultado favorable al Estado.
Sin embargo, no
faltaron las críticas. Seis senadores en representación de las provincias de
Neuquén y Río Negro, emitieron un comunicado en el que denunciaron
irregularidades en la operación. El senador por Neuquén y firmante de ese
comunicado, Oscar Parrilli, dijo a Radio Universidad que las represas
"fueron sacadas a la licitación sin base" y sumó que el Tribunal de
Tasaciones "no las tazó y, directamente, se dejó que sean los oferentes
los que establezcan el precio que querían pagar por una concesión de 30 años,
de un negocio seguro y alto es rentable". También agregó que, según la
tasación realizada por otra parte por la Cámara Argentina de la Construcción,
las represas están valuadas en más de US$ 5.000 millones y "se las está
entregando hoy, en total, por 684 millones de dólares". Según el senador,
las represas "se las regalaron a los amigos del Gobierno".
Los adjudicatarios
de las concesiones
Respecto a los
adjudicatarios, la unidad de energías renovables del Grupo MSU, conocida como
MSU Green Energy (BML) se quedó con la concesión del complejo El
Chocón–Arroyito; la firma Central Puerto renovó su operación en Piedra del
Águila; y el grupo Edison Inversiones resultó adjudicatario de Alicurá y Cerros
Colorados. El complejo El Chocón–Arroyito, sobre el río Limay, posee una
potencia instalada de 1.418 MW. MSU anunció una inversión inicial de US$ 235,7
millones y un compromiso adicional de US$ 230 millones para obras de
modernización. Por su parte, Alicurá cuenta con una capacidad de 1.000 MW;
Piedra del Águila con 1.400 MW; y Cerros Colorados con 450 MW. En conjunto, las
hidroeléctricas del Comahue suman cerca de 4.170 MW, equivalente al 10 %-15 %
de la matriz energética nacional. El Gobierno prevé que los concesionarios
asuman todas las inversiones necesarias para garantizar la operación segura,
eficiente y sostenible de los complejos, tal como exige el pliego de
licitación. La privatización del Comahue representa un hito en la estrategia
del Ejecutivo de generar ingresos en dólares, en un contexto de urgencia por
reforzar reservas externas y atraer inversiones. Hasta hace poco, se estimaba
un ingreso mínimo cercano a US$ 684 millones, según la apertura de ofertas.
Pero ahora, el
saldo obtenido sorprendió por su magnitud y pone al Gobierno en una posición
favorable para cumplir con sus objetivos económicos de corto plazo. Las
represas concesionadas abastecen un porcentaje importante de la demanda
energética del país, por lo cual la nueva etapa de gestión privada implicará
también un aumento en las regalías para Neuquén y Río Negro, un canon por uso
del agua, y la creación de un fondo para obras de protección hídrica —medidas
reclamadas históricamente por ambas provincias. La venta de las hidroeléctricas
del Comahue le dejó al Estado una inyección millonaria inesperada, pero también
plantea desafíos: que los nuevos concesionarios garanticen inversión,
transparencia y el mantenimiento de una de las fuentes de energía más
estratégicas de Argentina.