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Juan Grabois ya le dicen el “D'Elía rubio” y hasta Cristina Kirchner le pidió
moderación
Nicolás Wiñazki
Clarín, 08/09/2019
El dirigente social Juan
Grabois, 36 años, cofundador del Movimiento de los Trabajadores Excluidos
(MTE), de la Federación Argentina de Cartoneros (FACCyR) y de la Confederación
de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), tiene poder.
Según cálculos
extraoficiales, este nuevo aliado de Cristina Kirchner y Alberto Fernández es
el referente de alrededor de trescientas cooperativas dedicadas a diferentes
rubros laborales y organiza otros trescientos talleres para dar contención en
barrios carenciados.
La CTEP tendría ciento
ochenta mil afiliados, y un poder de movilización de cincuenta mil personas.
Esas cooperativas y otros adherentes a la "economía popular" reciben
desde hace años cientos millones de pesos del Estado Nacional.
Grabois es amigo del Papa
Francisco. Fue nombrado consultor ad honorem en el Consejo Pontificio de la Paz
y la Justicia Social de El Vaticano.
Pero el poder de Grabois
nace, además, gracias a un atributo esencial para influir en la discusión
pública. Tiene una lengua rápida, creativa, brutal, hábil y conflictiva.
Esa fortaleza en la retórica
política es al mismo tiempo una debilidad. Grabois habla y sus aliados
políticos suelen taparse los oídos. Una paradoja de la que sobran ejemplos. El
último se produjo el martes pasado.
El dirigente de la CTEP
difundió un video por Facebook en el que anunciaba que le propondría al candidato
presidencial Fernández una reforma agraria para que desaparezcan de la
Argentina quienes él describió como "terratenientes". Su propuesta
incluye la expropiación de 50 mil parcelas de tierra para redistribuirlas entre
"pequeños productores".
Grabois pide que la
Argentina redistribuya su población impulsando desde el Estado el cambio de la
propiedad de las tierras más fértiles del país.
¿Grabois es un vocero de lo
que Kirchner y de Fernández, que no dicen en público lo que piensan hacer en el
poder debido a una estrategia para instalarse como moderados?
El mismo Grabois se desdijo
a las pocas horas: su propuesta, recalculó, no "representan al Frente de
Todos ni a la posición oficial de nadie". Fuentes del PJ-K aseguraron a
Clarín que fue candidata a vicepresidenta, Cristina Kirchner, la que lo llamó a
para exigirle que le baje le tono a su plan rechazado por casi todos los
actores de la economía y la política.
Fernández (Alberto) se había
reunido el 29 de agosto con la Mesa de Enlace que representa a la producción
del agro, integrada por Daniel Pelegrina, de la Sociedad Rural Argentina; Dardo
Chiesa, de Confederaciones Rurales Argentinas; Carlos Achetoni, de Federación
Agraria y Carlos Iannizzotto, de Coninagro.
El candidato les aseguró que
el largo conflicto con sus representados que empezó en el Gobierno K en el año
2008 "era historia". Y agregó que de ser electo Presidente él jamás
impulsaría un escenario de confrontación. También prometió que el Estado no
intervendría en ese mercado. Les dijo: "Hablen conmigo". Y además
agregó: "Mi gestión se va a sostener en el peronismo".
La dirigencia del campo.
describió a la reunión como "positiva".
Y entonces habló Grabois.
Su propuesta de reforma
agraria fue rechazada por esa misma dirigencia y también por el ministro de
Agricultura, Miguel Etchevere, entre otros voceros del oficialismo y de la
oposición.
El único dirigente del
espacio kirchnerista que defendió al líder de la CTEP fue uno de los jefes del
Movimiento Evita, Emilio Pérsico: "Tenemos que avanzar hacia allí",
dijo, en alusión a la expropiación de tierras por parte del Estado.
¿Cuál es el verdadero Frente
de Todos?
¿El que propone
expropiaciones de campos y redistribución de la tierra o el que le asegura a la
Mesa de Enlace del Campo que nada de eso ocurrirá?
Este enigma es uno de los
tantos que surgen de acuerdo a las diferentes posturas sobre diversos temas que
convergen en esa alianza electoral.
¿Fernandez impondrá sus
ideas sobre el ultracristinismo?
Grabois nada con su lengua
en el medio de dos corrientes internas Para desmentirse a sí mismo, destacó,
como se dijo, que su reforma agraria no representaba ni a Alberto ni a
Cristina. De ese modo, dio a entender de modo no tan solapado que en el Frente
de Todos convive una conducción bicéfala.
Grabois después acusó dal
macrismo y a los medios de haber usado sus ideas para "generar
miedo".
El joven abogado y dirigente
se ganó la simpatía de la ex presidenta cuando la acompañó a los tribunales
federales el día que debió defenderse como imputada en la mayor causa de
corrupción que se investigó en democracia, el Caso Cuadernos de las Coimas K,
en la que ella es la principal acusada de haber organizado un sistema de pago
de sobornos montado desde el Estado. Eso pasó en agosto del 2018.
Desde aquel día, Grabois
empezó a acercarse cada vez más a la militancia dentro del espacio K.
Encabezó actos junto a
Máximo Kirchner.
Grabois asegura que Cristina
es "víctima de una persecución judicial".
Y fue quien más defendió que
la hija de la ex presidenta debía ausentarse del país para no ir a juicio oral
en otro caso de supuesta corrupción, conocido como "Los Sauces".
Florencia, la única hija de
los Kirchner, está en Cuba tratándose un problema de salud.
"Yo sé que Florencia
está gravemente enferma", dijo en una entrevista periodística. Y agregó:
"Si fuera el abogado de Florencia, o el amigo de Florencia, me hubiese
subido a un avión con ella y la hubiese llevado a un país que no tuviera
convenio de extradición".
En medio del debate por la
situación judicial de Cristina, Grabois aseguró que estaba convencido de que
"existe la posibilidad de que la maten".
Esa denuncia de un posible
magnicidio se sostuvo solo en retórica: no aportó pruebas que fuera más allá de
sus palabras.
Después de la marcha en
apoyo a Macri que se realizó el 24 de agosto, Grabois descalificó a los manifestantes
diciendo que apoyaban a un "selecto club de garcas", y además los
rechazó porque, según él, era gente mayor. Según su análisis, la juventud
votará en forma masiva a la fórmula K.
Ser joven, como se sabe
gracias a la experiencia empírica y el conocimiento científico, no es una
virtud.
Grabois suele dividir a la
sociedad de acuerdo a su rango etario pero también a su posición económica.
Alguna vez se quejó de que
ningún pobre integraba las listas de candidatos K.
Él mismo entró en esa contradicción
de calificar la moral y la ética de las personas de acuerdo a sus modos de
vidas, la mayoría no buscados.
"Si hubiera tenido que
juntar cartones", dijo en una entrevista, "hubiera salido a chorear
de caño".
Esa vez aclaró que hablaba
de sí mismo.
Y no de todos de sus
representados.
Como es evidente, esos
cientos de personas decidieron vivir sin robar. Cartonean y esperan mejorar su
economía con paciencia y trabajo.