Lo único que le faltaba al megaproyecto del tren bala era una disputa dentro del propio Gobierno y eso es lo que está ocurriendo: según la Jefatura del Gabinete no hay plata revista para la obra en el Presupuesto del 2009 pero la Secretaría de Transporte sostiene lo contrario. Existe una partida de más de dos mil millones que podrá usarse.
Ya en el plan de gastos de este año había una asignación específica para arrancar este proyecto, el más polémico de los que encara el Gobierno. Pero no pasa lo mismo con el programa del 2009. Transporte, sin embargo, dice que la cuenta “Administración de Infraestructura Ferroviaria” podrá ser empleada indistintamente para el tren bala, el soterramiento del Sarmiento o el ferrocarril rápido a Mendoza (sic).
Lo que antes estaba asignado con pelos y señales ahora aparece encubierto bajo un rubro multipropósito, donde no se identifica el destino de los recursos. Aunque la existencia de una cuenta tampoco asegura nada después del decreto presidencial de necesidad y urgencia que aumentó en 36 mil millones el gasto de este año. El Presupuesto es letra muerta.
Todo, al fin, bien parecido a un tren fantasma: está en el Presupuesto y a la vez no está, según unos funcionarios está frenado y para otros sigue en marcha. Eso sí: costará 4 mil millones de dólares. O nadie sabe cuánto.
(Clarín, 18-9-08)
Ya en el plan de gastos de este año había una asignación específica para arrancar este proyecto, el más polémico de los que encara el Gobierno. Pero no pasa lo mismo con el programa del 2009. Transporte, sin embargo, dice que la cuenta “Administración de Infraestructura Ferroviaria” podrá ser empleada indistintamente para el tren bala, el soterramiento del Sarmiento o el ferrocarril rápido a Mendoza (sic).
Lo que antes estaba asignado con pelos y señales ahora aparece encubierto bajo un rubro multipropósito, donde no se identifica el destino de los recursos. Aunque la existencia de una cuenta tampoco asegura nada después del decreto presidencial de necesidad y urgencia que aumentó en 36 mil millones el gasto de este año. El Presupuesto es letra muerta.
Todo, al fin, bien parecido a un tren fantasma: está en el Presupuesto y a la vez no está, según unos funcionarios está frenado y para otros sigue en marcha. Eso sí: costará 4 mil millones de dólares. O nadie sabe cuánto.
(Clarín, 18-9-08)