Marcelo Silva de Sousa
LA NACION, 21 DE ENERO DE 2017
A poco de iniciada la guerra con Gran Bretaña, en 1982, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) avanzó en una alternativa para desactivar el conflicto bélico que consistía en la devolución del territorio a la Argentina y la relocalización de los isleños en Escocia o que, en su defecto, adoptaran la nacionalidad argentina. Así lo reveló un documento clasificado de la agencia de inteligencia, publicado ayer por el diario británico Daily News.
En el documento, que se conoce 35 años después de su redacción, el entonces presidente de la CIA Henry Rowen le propone a Paul Wolfowitz, asesor de Ronald Reagan en el Departamento de Estado, una solución al conflicto armado.
El plan de entrega de la soberanía de las islas a la Argentina preveía un período de tres años para su aplicación definitiva. El jefe de la CIA barajaba dos posibilidades para los isleños: su relocalización dentro del territorio británico, obteniendo un beneficio económico, o la adopción de la nacionalidad argentina.
"Por un período de tres años, los habitantes de las islas tendrán la posibilidad de considerar si quieren quedarse en las islas o si quieren reubicarse en otro territorio británico, sea en el Reino Unido o en cualquier otro bajo soberanía británica, con un subsidio por el traslado de US$ 100.000 por persona", consigna Rowen en el documento.
El documento, de cinco páginas y titulado "Solución a la crisis de las islas Falklands (Malvinas)", no presenta la fecha exacta de su redacción. Pero es probable que haya sido firmado entre el 2 de abril de 1982, cuando Leopoldo Galtieri dispuso la invasión del territorio, y el 1° de mayo, día en que Gran Bretaña comienza las acciones bélicas, a 12.000 kilómetros de Londres.
El funcionario del gobierno de Reagan explica que el costo de la relocalización de los isleños sería cubierto por los gobiernos argentino y británico, en partes iguales. En la evaluación destaca que ese costo representaría poco más de la mitad de lo que le costaría al Reino Unido el envío de tropas a la región para entrar en combate. Además, la Argentina debería afrontar el costo de los daños causados por la invasión que ya se había efectuado.
"En caso de que los 1800 residentes aceptaran la oferta, el costo total sería menor a los 200 millones de dólares, una cifra equivalente a la mitad de lo que estimativamente cuesta mandar la flota británica a las islas", detalla el documento.
El plan de entrega de la soberanía consignaba en uno de sus artículos un asterisco sobre la eventual soberanía argentina. Tenía que ver con el petróleo. "Si se hallan depósitos en la zona económica exclusiva de 200 millas alrededor de las islas, la explotación será conjunta entre el Reino Unido y la Argentina."