El
dueño de la política de drogas en Argentina
por Claudio
Izaguirre
Informador
Público, 18-6-19
Para el año
1992, George Soros, iniciaba su política de drogas en toda Latinoamérica y
Europa. Su idea era en aquellos días iniciar una escalada tendiente a
liberalizar todas las drogas en el mundo, para ello debía crear grupos de
políticos, jueces, periodistas, profesionales de la salud y pensadores afines a
su idea.
El último de los
rechazos recibidos por el magnate húngaro fue de Benjamín Netanyahu, quien
prohibió cualquier injerencia en la vida política de Israel por parte de éste.
Más atrás en el
tiempo, Noruega había hecho lo mismo y Vladimir Putin impidió “los donativos de
George Soros a ONGs rusas.
Soros apuntó a
los países latinoamericanos imprimiendo más de 20 millones de dólares anuales
para estos grupos y fue ganando terreno con la idea que el consumo de drogas
debería tomarse como un derecho humano y no como un problema a resolver por el
sistema de salud.
Su primer paso
fue conquistar el discurso liberalizador y llevar al sistema judicial a todos
aquellos líderes sociales que estuvieran en contra de la despenalización de las
drogas.
El control de la
población
Como líder del
mundo, George Soros, entiende que el planeta tiene demasiados habitantes y la
comida no alcanza para todos, por ende se debe bajar la cantidad de pobladores
de 7500 millones a 500 millones, por lo cual el tema drogas no alcanza para
lograr el objetivo rápidamente.
Con esta
impronta crea el “club de los 500” o Nuevo Orden Mundial y desde allí se
impulsan distintos movimientos tendientes al control de la natalidad y la
eliminación de seres humanos sobrantes en el planeta.
Así, crea y
financia los grupos LGTB, del aborto legal, del feminismo, de la droga libre,
de la eutanasia y la restricción de medicamentos para la tercera edad, además
de financiar las migraciones en Europa creando caos financiero que luego le
permite aparecer como la solución. Agrega además, la distribución de
agroquímicos nocivos para la salud humana.
La primer
intervención que se le conoce en el mundo financiero, fue el quiebre de la
banca inglesa que le trajo como consecuencia la expulsión de Gran Bretaña de
por vida y la última fue en Uruguay que a través de su Fundación Open Society
financió la campaña de marihuana libre y le ofreció a José Alberto Mujica bajar
el riesgo país a los niveles de 1998 a cambio de la liberalización del
cannabis.
Su intervención
en Argentina
A nadie se le
escapa que Soros es el dueño del 60% de la soja que produce Argentina y de la
falta de inversión internacional en la República.
Esta falta de
inversiones que ahoga a la Nación, creada por el magnate húngaro, obligó a la
Argentina a intercambiar su política de drogas por la tranquilidad económica.
Así Jujuy inició
con la producción de 100 mil hectáreas de marihuana que regentean por un lado
Jakob Ripshtein presidente de Laboratorios Aphria de Canadá que es una de las
más de 100 empresas de Soros y Cannabis Avatora Sociedad del Estado, que
preside Gastón Morales quien tiene como todo currículum ser hijo del gobernador
de esa provincia. Esto sucede en consonancia con idéntica tarea realizada por
éste personaje y éste laboratorio en Colombia, Jamaica y por estos días también
en Paraguay
La ley de Salud
Mental ha sido un arma imprescindible para llegar a estos días, donde la droga
libre y la destrucción de los espacios de asistencia de adictos son el inicio
de la escalada final hacia una Argentina drogada.
Quienes han
colaborado con Soros durante estos años para llegar a éste día son: Eugenio
Zaffaroni, Carmen Argibay, Diana Conti, Victoria Donda, Claudio Lozano, Ricardo
Gil Lavedra, Aníbal Fernández, Mónica Cuñarro a los que se suman hoy Adolfo
Rubinstein que suplantó a Jorge Lemus y Luciano Grasso que ocupa la cartera de
Salud Mental y Adiciones.
Tanto Jorge
Lemus como André Blaque a cargo de Salud Mental y Adicciones fueron eyectados
del entonces Ministerio de Salud debido a que estaban en contra de la
desaparición de los centros de rehabilitación y neuropsiquiátricos y
suplantados por dos afines al proyecto Soros, Rubinstein y Grasso.
Las
instituciones que desde 2001 vienen apoyando y llevando adelante son:
Asociación de Reducción de Daño de Argentina de Silvia Inchaurraga con sede en
Rosario, Santa Fe; Intercambios de Graciela Tousé con sede en CABA; FAT (Fondo
de Ayuda Toxicológica) con sede en CABA de Alberto Calabrese.
Todos los
caminos iniciados por Georege Soros se encaminan hacia la destrucción del ser
humano y la creación de caos que llegan incluso al soporte económico de grupos
narcoterroristas como FARC en Colombia a través de Rodrigo Uprimny. Una campaña
en la página de peticiones de la Casa Blanca pide que sea declarado
"terrorista" y que se confisquen todos sus bienes por sus intentos de
"desestabilizar" Estados Unidos.
Para quienes
están apegados a La Biblia lo miran como el ANTICRISTO y de hecho cumple con
todos los parámetros para serlo. Para quienes trabajamos en adicciones
entendemos a las drogas no como un elemento del maligno, sino como el maligno
mismo.
La idea de Soros
de liberalizar las drogas en el planeta tiene una clara explicación. Su
objetivo es vender estas sustancias desde sus empresas acaparando como clientes
cautivos a 250 millones de consumidores solamente en América y utilizando su
Fundación Open Society (Sociedad Abierta) para soportar económicamente a todos
los grupos que se dedican a crear caos.
Argentina bajo
el influjo económico de George Soros se encamina progresivamente hacia el caos
producido por acciones aberrantes que congelan la sangre y entumecen el
pensamiento.
Claudio
Izaguirre - Presidente
Asociación
Antidrogas de la República Argentina