cayeron más que el
triple que las del mundo
Alfil, 18 febrero,
2021
El muy bajo piso
-menos de US$55.000 millones- en exportaciones del año pasado de Argentina dará
lugar a un rebote en 2021. Sin embargo, no será una mejora tan grande como la
deseable. Las previsiones oficiales auguran que crecerán 10%; llegarían a unos
US$60.500 millones, cifra aún 28% menor a la del récord alcanzado en 2011 y
menor a la que se logró en siete de los
10 años que integraron el decenio 2011/2020.
Por esas cifras,
la consultora DNI repasa que las exportaciones seguirán representando 0,3% del
total mundial o aún una cifra algo menor: la participación más baja desde que
hay registros. Hace 60 años representaban 0,8% del total planetario.
Por otro lado, las
importaciones argentinas rondarán los US$41.000 millones en 2020 (22% menores
que las de 2019 y las más bajas dese hace 12 años); y se prevén 16% mayores
este año, cuando todavía estarán por debajo de los valores de cualquiera de todos
los años del período 2010/2020. No recuperarían por ello aún fuerza suficiente
para apuntalar el crecimiento económico sustentable: niveles bajos de
importaciones suponen débil acceso a bienes de capital, reposición de equipos,
insumos y tecnología.
Marcelo Elizondo,
titular de DNI, señala que la buena noticia es que la flecha marcará hacia
arriba en 2021. Para ello será una relevante razón que -según OCDE- después del
descenso del producto bruto mundial en 2020 producido por la pandemia Covid-19,
la previsión para 2021 es que la economía global crezca 4,2% en 2021 y 3,7% en
2022. Esto es: la demanda mundial traccionará nuevamente.
La respuesta
argentina tendrá como principal motor a las ventas a Asia. Se prevé que el PBI
de China y el de India se eleven 8%. Habrá relevantes compras desde China,
India y también Vietnam (son ya segundo, quinto y sexto principales
país/mercado para las exportaciones argentinas en el globo). El segundo motor
estará en Latinoamérica (allí se dirige otro 30% del total) donde el Mercosur
representa el mayor región/destino para nuestras ventas externas (13% del
total).
En esa línea hay
que repasar que el porcentaje de caída de las exportaciones al Mercosur en 2020
fue del doble que el de caída general a todos los destinos. Y que Latinoamérica
es una región poco atractiva para una estrategia sustentable de inserción
externa porque muestra una usual mediocre performance y consecuentemente tuvo
la mayor caída en importaciones desde todo origen en 2020 en el mundo (-13.5%).
El subcontinente se recuperará con compras desde todos los orígenes que
crecerán 6,5% en 2020, según OMC-. Brasil es el principal mercado para las
ventas externas Argentinas en 2020 y
repetirá esa condición este año (se espera que el PBI de Brasil crezca 3,9% el
año próximo). El otro es Chile, el cuarto mayor para la Argentina en todo el
mundo.
Fuera de ellos,
como destino aparecerá en relevancia luego la Unión Europea (12% del total de
exportaciones en 2020); y como mercado lo harán los Estados Unidos (el tercero
en el mundo, con 5% del total).
En sus ventas
externas Argentina se apoyará una vez más en las agroexportaciones. Por
capacidad productiva y porque los precios serán un aliado. Están especialmente
dirigidas a Asia y a Europa. Y están integradas por tres tipos de productos:
los llamados primarios (como porotos de soja, trigo, maíz, frutas o carnes sin
procesar), los bienes con procesamiento intermedio (como aceites, harinas,
jugos concentrados) y algunos productos elaborados (como vinos, lácteos o carnes
procesadas). Estos productos lograron una participación récord de 70% en el
total de ventas externas de bienes en 2020 y se transforman en el principal
vehículo para una inserción productiva externa.
Mas atrás en
relevancia aparecerán las exportaciones de manufacturas industriales, que en
2020 han representado solo 23% del total (la mínima participación en el total
en 30 años) y que este año podrán mejorar en algo por la esperada relativa
recuperación de la demanda brasileña (destino del 40% del total de exportaciones
industriales argentinas, preeminentemente explicado por productos de la
industria automotriz).
El superávit
comercial previsto por la ley de presupuesto para 2021 para la balanza
comercial de bienes es de unos US$15.000 millones. DNI indica que se espera en
el mundo una tendencia hacia la normalización de la economía. La OCDE asevera
que la producción global volverá a los niveles previos a la pandemia al
completar 2021. Y la OMC expresa que –como consecuencia de que la base de
comparación serán los malos resultados de 2020- todas las regiones
experimentarán grandes aumentos porcentuales en los volúmenes de exportación e
importación en 2021.
La OMC asevera que
la caída del comercio internacional mundial de 2020 ha sido en términos
relativos menos intensa que la que generó la crisis financiera de 2009: la
contracción del PIB global ha sido más fuerte en la actual recesión que en la
anterior mientras que la caída del comercio fue más moderada porque el comercio
mundial de mercancías solo disminuye algo más que la del PIB mundial en lugar
del séxtuplo observado durante el colapso de 2009.