“La Iglesia tiene que hacer política, la
política de la construcción de los pueblos”
Vida Nueva, 4-8-21
Viaje exprés del
secretario de Estado de la Santa Sede, Pietro Parolin. Apenas unas horas para
participar en el II Encuentro de Líderes Católicos que se celebra este fin de
semana en Madrid. El cardenal italiano participó en una jornada en la que pudo
escuchar las voces de los diferentes organizadores y patronos de esta reunión.
El político
italiano Rocco Buttiglione, como consejero de la Academia, sostuvo que “la
Iglesia tiene que hacer política, pero la política de la iglesia no es la
política de los partidos sino la de la construcción de los pueblos y las
naciones”. Así, expuso cómo la Iglesia no es el único actor que debe abordar
este reto, pero sí debe comprometerse como uno más en ello. De la misma manera,
aclaró que su posicionamiento no ha de ser “partidista”.
Un espacio
adecuado
En esta misma
línea, el presidente del partido Unión de Centro planteó cómo debería ser la
presencia de los políticos católicos: “Somos socialistas, demócratas cristianos
o de Vox, pero antes que todo, somos católicos, universales”. “Dentro de esta universalidad, cada uno
encuentra su espacio adecuado”, apreció, si bien alertó que fuera de ella “no
hay sinfonías sino choque”. Por eso, apuntó a los presentes que “no debemos
tener miedo a las contradicciones” fruto de los posicionamientos particulares,
si se viven desde “la comunión con Jesucristo”
Buttiglione
advirtió de que “vivimos un tiempo de populismos”. Frente a ello, el pensador
italiano apuntó que “necesitamos una nueva clase de líderes que tengan entraña
y corazón de pueblo, pero también cabeza para entender la complejidad del mundo
de hoy”.
Junto a esta idea,
también se sumó a la propuesta del papa Francisco de construir una “patria
grande”. Así, instó a conformar “una
clase diferente que lleven a las clases populares a reconstruir la identidad
del pueblo” y de esta manera conformar “una humanidad reconciliada en Cristo”.
De la misma manera, defendió que “una comunidad nacional no es auténtica si no
escucha la voz de los pobres”, por lo que esta debe ser también una de las
prioridades de los políticos católicos.
Manual ideal
“Muchos de nuestros partidos no están a la altura de
los desafíos de las sociedades modernas”, defendió el portavoz de la Fundación
Konrad Adenauer, Wilhelm, Hofmeister. Por eso, defendió la existencia de este
encuentro en tanto que los participantes se conviertan en embajadores de
“valores éticos y morales” desde “el manual ideal de la Doctrina social de la
Iglesia, que debe ser consultado continuamente por los políticos”.
En nombre del
nuncio Bernardito Auza, presente en la ordenación episcopal del obispo de
Mondeñedo Ferrol; el primer consejero de la Nunciatura en España, Daniele
Liessi, explicó que la política está llamada a “recuperar su alma” desde “una
orientación a la verdad, la justicia y la paz”.
El diplomático confió en que esta cita permita “confirmar la consciencia de que somos de la tierra como dice Jesús,
llamados a sazonar con nuestro compromiso y dedicación la dinámica concreta de
la vida diaria”.
Guerra cultural
El consejero de Educación de la Comunidad de Madrid,
Enrique Osorio, señaló que la política “no puede ser entendida sino como un
servicio a los ciudadanos, para promover ciudadanos libres”. El político
popular alertó de cómo estamos atravesando “una guerra cultural” que busca
“destruir desde una ingeniería social·, especialmente en materia educativa,
tachando a la ley Celaá de ser una “ley adoctrinadora” y que cae en “una deriva
laicista”.
Como anfitrión, el
cardenal Carlos Osoro agradeció al Papa la encíclica ‘Fratelli tutti’, punto de
partida para promover “la mejor política”, que es la que busca promover este
encuentro. Junto a él, el presidente de la Fundación Universitaria San Pablo
CEU, Alfonso Bullón de Mendoza, expuso el compromiso de la Asociación Católica
de Propagandistas con la presencia de los católicos en la vida pública y en la
política.
Así, remarcó cómo
a lo largo de su historia los propagandistas han participado en el más amplio
espectro de partidos, convirtiéndose incluso la ACdP en “una de las fuerzas que
impulsó la transición”. “La vocación política está dentro de la ACdP siempre
dentro de una conjunción de núcleo de ideas desde de la Doctrina Social de la
Iglesia”, defendió.