pendiente de la aprobación del Papa
Por INFOVATICANA |
19 febrero, 2022
El sacerdote José
Luis Rubio Willen, responsable de la Comisión para la Beatificación y la
Canonización de la Reina Isabel la Católica, aseguró que la causa ya está en el
Vaticano y “está esperando el momento en que el Papa vea la oportunidad de su
beatificación. Sólo falta eso”, recoge Aciprensa.
En declaraciones
al semanario Alfa y Omega, Rubio Willen explicó que han sido numerosas las
gracias y favores que la reina Isabel la Católica ha hecho, pero que ya hay un
milagro reconocido realizado por su intercesión que podría ser el que le
consiguiera la beatificación.
Se trata de la
curación repentina, total e inexplicable de un sacerdote que “estaba en el
hospital por un cáncer de páncreas muy avanzado. Cuando la familia de este
sacerdote bajó a la capilla de los Reyes Católicos en Granada a pedir a la
reina su intercesión, el sacerdote, en ese momento, se recuperó de manera
inmediata. Y ese favor fue reconocido ya por Roma como un milagro atribuido a
Isabel”, explicó el sacerdote.
Según destacan
desde Alfa y Omega, el proceso de canonización de la reina Isabel la Católica
comenzó en 1957 gracias a una mujer que pidió a Pío XII que abriera el proceso.
Se abrió de manera formal 10 años después en la archidiócesis de Valladolid que
fue donde falleció y en donde se han acumulado más de 20 tomos de documentación
histórica y favores realizados por su intercesión.
El responsable de
la causa de canonización de la reina española asegura que de reconocerse el
milagro y obtener el visto bueno del Papa Francisco, “se va a beatificar la
reina más grande de la historia universal. No hay ninguna otra mujer como ella,
y eso que ha habido otras reinas santas. Con Isabel cambió la historia y se
entró en la época moderna. Ella cambió los mapas que había entonces y su misión
pasó a ser llevar a América la evangelización”.
Para el sacerdote,
la vida de esta reina es la muestra de que “se puede hacer compatible la pasión
cristiana con la política”, ya que “ella nunca trabajó para sí misma y
engrandecerse, sino para engrandecer a todos sus súbditos, incluidos los
indios, a los que quiso equiparar en derechos los españoles”.
Isabel la Católica
es un ejemplo para los cristianos de hoy porque “ella siempre fue ella misma y
fue con la verdad por delante. No tenía una doble vida, fue una mujer de una
sola pieza”.
La editorial Homo
Legens ha publicado un libro de José María Zavala en el que se ahonda sobre las
razones por las que Isabel debería subir a los altares.