That is the question
Francisco Martínez
Peñaranda
Adelante España,
Mayo 31, 2022
Cada siglo tiene
sus tiranos, sátrapas, dictadores, expansionistas, colonialistas,
conquistadores y endiosados que quieren quedárselo todo.
Nabucodonosor,
Napoleón, Hitler o Stalin, llegaron hasta donde pudieron, hasta donde les
dejaron llegar, porque en cada caso hubo
un “machote” que estuvo dispuesto a saltar al cuadrilátero a pararles los pies
y ponerles límites.
Todos ellos son
personajes históricos, rostros conocidos.
Pero el tirano del
siglo XXI no tiene rostro. Es algo así, como el ojo de Sauron, del “El señor de
los anillos”. Todo lo ve, todo lo controla, todo lo vigila. Pero es, un ENTE
sin rostro.
La sanidad
internacional, la economía internacional, la energía, la alimentación, la
educación la cultura, todo, todito es objeto de su ambición desmedida y son
cada vez más y más su espacio y sus dominios.
Este ENTE, mueve
los hilos del mundo desde la sombra, a través de un ejército de sicarios, de
esbirros obedientes y de orcos incondicionales.
Este Sauron del
siglo XXI, pretende las propiedades, quedarse con todo y su avaricia es
ilimitada. Y al mismo tiempo, pretende decirnos a los pobres mortales, que “no
tendremos nada y seremos felices.”
Pero Sauron, no se
contenta sólo con eso, también quiere las vidas, las voluntades, quiere, las
almas. Y estimado lector, esto no se llama conspiranoia, esto se llama
globalismo.
En diciembre del
año 2021 La Asamblea Mundial de la Salud, alcanzó un consenso para poner en
marcha la negociación de un acuerdo para la lucha contra las pandemias. El
objetivo es establecer políticas comunes frente a futuras pandemias. En otras
palabras, someter a las naciones al dictado de la OMS, un organismo internacional,
fuera de la democracia, cuya ejecutiva está fuera de todo control y a quien no
se le puede exigir responsabilidad ni cuentas de sus actuaciones.
Esta organización
podrá dictar normas con carácter vinculante y de obligado cumplimiento, en
contra de muchas constituciones nacionales de sus estados miembros. Medidas
restrictivas y de confinamiento, vacunas obligatorias y lo que le venga en
gana.
Todos deberán
someterse a sus dictados. Y para colmo de nuestras penas, este organismo, está
financiado principalmente por magnates y corporaciones empresariales y fondos
de inversión con intereses económicos evidentes. Y aunque según la declaración
de Helsinki este conflicto de intereses está prohibido, se lo saltan
alegremente a la “torera”. Así, ¡porque yo lo valgo!
Muchos países
desarrollados, cederán en la próxima cumbre de Ginebra o quizás en la
siguiente, su soberanía a esta organización globalista, con la excusa de la
seguridad.
Hoy será una
emergencia sanitaria, mañana una emergencia energética, pasado mañana puede ser
una emergencia alimenticia y quizás más adelante una emergencia climática.
Y este es el truco
que estos trileros del globalismo se han sacado de la manga. Y todo sea dicho,
les va fenomenal, la gente traga y traga sin rechistar. La frase que emplean es
muy rimbombante y a la vez hipnotiza a los que la escuchan: “Estamos limitando
su libertad, para garantizar su seguridad”.
La gente queda
bloqueada y ceden sus libertades más elementales a cambio de que Sauron le dé
la tranquilidad y una supuesta seguridad. Obedecen como corderitos, e insultan
a los que dicen que ponen en peligro “el interés general” por falta de
solidaridad.
No nos podemos
imaginar, ni por asomo, la dictadura que se nos avecina, ¡echémonos a temblar!
Una noticia, que
me ha impactado mucho es, que Australia ha prohibido a la población cultivar
sus propios alimentos, y el motivo que aducen, es la bioseguridad. ¡Cómo no!
No podrán por
tanto, tener en su huerto, unos tomates o patatas, o unos naranjos para autoconsumo.
Esto será perseguido por la policía, pudiendo entrar en las propiedades
privadas sin orden judicial.
Y esto que parece
estar, allá en las antípodas, es lo que viene a pasos de gigante hacia
nosotros, no tenga usted la más mínima duda, tardará más o menos, pero esta es
la intención.
Es evidente y
fácil de entender: Si controlas el miedo y el alimento, tendrás el poder total.
Lo del miedo, ya han demostrado que saben hacerlo, con la pandemia, provocada o
instrumentalizada, sobre esto hay opiniones. Y ahora van a por lo demás,
energía, alimentos, clima etc.
No obstante,
conseguir sus objetivos, no es tarea sencilla. Para construir la “nueva
normalidad” este proyecto, del “gran reinicio” y aquello de “no tendrás nada y
serás feliz” que se proclamó en el Foro Económico de Davos. Como digo, para
conseguir esto, hay que demoler primero lo existente. Del mismo modo que para
hacer un bloque de apartamentos, se necesita tirar primero la antigua casa
familiar.
Pero resulta que
muchos de los que viven en esta casa, no están dispuestos a que entre la pala
excavadora ni la apisonadora.
En esta casa están
su historia y sus recuerdos, sus libros y discos de juventud, y también sus
proyectos e ilusiones de futuro, anclados en estas raíces. Estos cimientos son
sólidos y sustentan nuestra experiencia humana. Estas casas son nuestras
naciones, nuestra patria.
Algunos
mandatarios, han entendido muy bien que el globalismo es el enemigo, es la
excavadora que viene a demoler nuestra historia, nuestra cultura y nuestra patria.
Víctor Orbán es un
claro ejemplo, lo tiene claro, cristalino. Con la defensa de la cultura
cristiana de su país y de sus valores, lo que hace es ni más ni menos que
hacerle cara al gigante, aun a costa de que le quiten las subvenciones y fondos
de ayuda financiera como medio de extorsión y de chantaje.
A su gobierno no
le importa, porque saben, que si dejan
entrar las ideologías que sustentan el globalismo, están destinados a la
extinción como nación.
El adoctrinamiento
en las escuelas, en referencia a la planificación familiar, los “derechos
reproductivos” y el “supuesto respeto a la diversidad”, enmascara y significa
en la práctica, la destrucción de la familia, la promoción del aborto y la
perversión de la infancia. Ellos saben todo esto, y no están dispuestos a
consentirlo.
Donall Trump
también comprendía estas estrategias, y por esto, puso en marcha políticas a favor de la
familia y en contra de las ideologías. No me cabe duda de que ni es un practicante
religioso ni nada por el estilo, es un tipo que va a lo suyo. No obstante, es
un empresario, un líder de éxito y un estadista y sabe reconocer claramente que
sin raíces, un árbol se seca más pronto que tarde. Por esto se lo quitaron de
en medio sin miramientos. Porque era una grave molestia para el Ojo de Sauron.
Patria, no
significa patrioterismo barato y exaltado. Conviene no confundir los
términos. Patria significa padre,
historia, experiencia humana, raíces, cultura y libertad.
En tanto en cuanto
no comprendamos de lo que va este peligro del globalismo, no estaremos a salvo.
El nuevo tirano,
no quiere quedarse con nuestra herencia familiar para que nosotros seamos
felices como proclamó Klaus Schwab, en el Foro Económico de Davos, sino para hacernos sus esclavos. Porque el
modelo de esclavitud en esta época actual, es mucho más sofisticado, las
cadenas y grilletes que nos acechan, son de un carácter más sutil, pero no por
eso menos tiránico. Si no hemos
entendido esto, estimado lector, tenemos un grave problema.