CARACAS. Los bonos que el gobierno argentino le vende desde hace casi tres años a Venezuela han desencadenado aquí un escándalo creciente, que involucra a bancos, funcionarios, intermediarios y operadores internacionales, que compran los papeles y obtienen así ganancias millonarias. El sustento del negocio es el control de cambios que rige en este país desde 2003. Un ex vicepresidente venezolano incluso llegó a vincular, meses atrás, estas operaciones con el caso de la valija de Antonini Wilson.
Se trata de una cadena en la que pocos pierden, que aprovecha la diferencia entre el dólar oficial que el gobierno de Hugo Chávez ha dispuesto para este país (2150 bolívares por divisa) y el paralelo, que llegó a los 6900 el año pasado y ahora está en 4200 bolívares. Es, además, el único motivo por el que a Venezuela le resulta atractivo asistir financieramente a la Argentina, que ya le vendió bonos por 5636 millones de dólares, desde 2005 hasta hoy.
“Es el caso de corrupción más grande de la historia de Venezuela -dijo a La Nación el economista Orlando Ochoa-. Esto es corrupción africana.”
(Fuente: La Nación, 2-3-08)
Se trata de una cadena en la que pocos pierden, que aprovecha la diferencia entre el dólar oficial que el gobierno de Hugo Chávez ha dispuesto para este país (2150 bolívares por divisa) y el paralelo, que llegó a los 6900 el año pasado y ahora está en 4200 bolívares. Es, además, el único motivo por el que a Venezuela le resulta atractivo asistir financieramente a la Argentina, que ya le vendió bonos por 5636 millones de dólares, desde 2005 hasta hoy.
“Es el caso de corrupción más grande de la historia de Venezuela -dijo a La Nación el economista Orlando Ochoa-. Esto es corrupción africana.”
(Fuente: La Nación, 2-3-08)