miércoles, 31 de diciembre de 2008

Los apologistas de la droga

OJO CON ARDA, UNA ASOCIACIÓN ENGAÑOSA
Christian Sanz


Hace un par de semanas, recibí el cordial llamado de una periodista amiga que me pidió que participara en su programa de radio. Mi sorpresa fue mayúscula cuando supe que lo que pretendía era enfrentarme dialécticamente contra una oscura organización llamada ARDA, abocada a la despenalización del consumo de drogas y sospechosamente preocupada en “enseñar” a los adictos cómo drogarse sin hacerse “demasiado daño”.
Luego de un breve repaso sobre cuestiones de estupefacientes y sus nefastas secuelas, me dirigí a la radio en cuestión -FM Class- y me dispuse a esperar el clave momento del cruce telefónico.
Luego de la presentación del programa y los comentarios de rigor, se produjo la comunicación esperada con uno de los miembros de ARDA, Nicolás, quien explicó cuál era la tarea que desarrollaban y de qué manera la llevaban a cabo.
Ante tales afirmaciones, pregunté si en lugar de “ayudar” a drogarse de manera más segura a los adictos no era mejor hacer una campaña de concientización sobre el flagelo de la droga. “De lo contrario, en lugar de prevenir futuras adicciones estamos impulsando a seguir drogándose a los que ya lo hacen”, aseguré.
Nicolás, mi interlocutor, se quedó sin palabras y sólo atinó a decirme que algunas drogas no eran tan malas “como se dice por ahí”. Puntualmente se refería a la marihuana, a la que estúpidamente categorizó como “droga blanda”.
Mi réplica no tardó en llegar y, luego de explicarle los daños que produce esta droga a través del THC*, pregunté a Nicolás si conocía algún estudio científico reciente sobre los daños producidos por ella.
Con evidente desconocimiento, el indignado interlocutor trató de citar algunos estudios del pseudofilósofo Antonio Escohotado, obviamente alejados de todo lo que a método científico respecta.
Cuando le comencé a explicar esto último, volvió a cambiar de tema y me dijo que “cada uno tiene derecho a hacer lo que quiere en su intimidad”, en evidente referencia al consumo de estupefacientes. Rápida de reflejos, mi amiga y colega le comentó una elocuente anécdota, de la cual yo mismo había sido testigo.
“Hace un par de semanas fuimos a un hogar en el cual se hacen cargo de niños abandonados y entre ellos había un gordito hermoso de un año de edad que estaba ciego por un defecto congénito, producto del consumo de drogas de su propia madre. Creo que no es tan sencilla la cuestión de la intimidad”, disparó la brillante periodista.
La charla no daba para más. Los argumentos de ARDA habían caído y no teníamos intenciones de seguir haciendo pasar papelones a nuestro interlocutor, quien se despidió con evidente amargura.
Luego de ello, me aboqué a explicar cuáles eran los verdaderos daños producidos por las drogas y cómo estos eran disfrazados por gente como la de esta agrupación.
Hablé, entre otras cosas, de estudios realizados con animales que han dejado en evidencia cómo la marihuana deprime el sistema inmunológico del cuerpo, dejándolo con pocas defensas y disminuyendo el número de espermatozoides proporcionalmente a su consumo. De hecho, en consumidores crónicos se han encontrado espermatozoides anómalos.
Asimismo, comenté que el uso de marihuana aumenta el ritmo cardíaco hasta en un 50%, mientras que su consumo prolongado aumenta la posibilidad de un ataque cardíaco, y recordé que en casi el 100% de los fumadores se presenta el llamado "síndrome amotivacional" que vuelve a sus consumidores apagados, opacados, distraídos, con movimientos lentos y sumamente olvidadizos.


Una de piratas

ARDA, como decíamos en un principio, es una asociación supuestamente abocada a “reducir los daños” que pudieran producir las drogas. Su nombre es engañoso, ya que sus siglas refieren Asociación de Reducción de Daños de la Argentina, pero no hablan de drogas, lo cual produce confusión en quien lee su nombre.
Bajo ese lema, este grupo asegura “bregar por un cambio en la legislación sobre drogas que avance en la despenalización de las figuras de ‘tenencia de estupefacientes para consumo personal’ y ‘tenencia simple’”. Estas palabras, que van a contramano del sentido común, son el latiguillo constante de sus integrantes, quienes desconocen los nefastos resultados de lo sucedido en países en los que se ha despenalizado el consumo de drogas.
Para sostener sus estúpidas afirmaciones, invocan sin pudor el artículo 19 de la Constitución Nacional, que habla de las acciones privadas de los hombres.
Lo que olvida gente como Silvia Inchaurraga -presidenta de ARDA- cada vez que invoca tal norma es que la constitución, cuando habla de “acciones privadas”, aclara que éstas no deben afectar a terceros, lo cual descarta de plano dicho argumento.
Otro de los objetivos de ARDA habla de “promover y llevar adelante investigaciones” sobre drogas, lo cual dicha asociación no hace ni ha hecho jamás. Lo único que sí hace ARDA es desinformar acerca del real peligro que conllevan éstas, minimizando sus verdaderas secuelas.
Asimismo, proveen gratuitamente un kit llamado “La Cajita”, que consta de jeringas, agujas, recipiente estéril para preparar droga, sobres de algodón con alcohol y agua destilada, además de un Manual de Inyección, que explica cómo drogarse de manera segura (¿?).
Es dable destacar que el presidente honorario de ARDA es el Juez Penal Martín Vázquez Acuña, famoso por haber declarado inimputable a un joven que, bajo los efectos de la droga, robó un automóvil con el que chocó frontalmente a otro vehículo, en la salida de una autopista.
El accidente se produjo el 10 de agosto de 1994, cuando Gustavo Eduardo Felder de 29 años, intentó subir a la autopista 25 de Mayo por un carril utilizado para descender y con un auto robado por él horas antes.
Años después, Vazquez Acuña iba a sobreseer a otro malviviente acusado de haber asaltado un garage.
La mayoría del tribunal -integrado por los camaristas Ricardo Giúdice Bravo y Miguel Angel Caminos- entendió que con la confesión del imputado y otras probanzas reunidas durante la etapa instructoria "nada resta agregar para arribar al grado de certeza que demanda un juicio de condena" y, por tal motivo, dispusieron que el joven cumpla una sentencia a cinco años de prisión al encontrarlo "autor penalmente responsable del delito de robo calificado por su comisión con arma, en concurso real con tenencia ilegítima de arma de guerra".
Distinto fue el enfoque de Vazquez Acuña, quien votó en minoría y sostuvo que había que absolver del robo al malviviente.
Lamentable.


Concluyendo

La mejor manera de combatir un flagelo no es legalizándolo. A nadie se le ocurriría legitimar un asesinato para provocar su disminución. Es una locura.
La mejor manera de ayudar a la sociedad es a través de una firme contención y una instrucción a fondo respecto a lo que significan las drogas. Hay un gran desconocimiento sobre el tema.
Ninguna droga es buena, no nos engañemos. No hay drogas “duras” y “blandas”, todas son perjudiciales. Lo que nos digan personajes como los integrantes de ARDA no debe convencernos. Sus palabras no condicen para nada con la realidad. La droga mata y no tiene piedad por nadie. Nunca lo olvidemos.
Se lo debemos a nuestros hijos...

Christian Sanz

*El THC o Tetra hidro cannabinol es uno de los principios activos de la marihuana. Cuando la misma se fuma, el THC es absorbido por los tejidos grasos de muchos órganos, como el hígado, los pulmones, el aparato reproductor y el cerebro. A diferencia del alcohol, el THC no es rápidamente eliminado del organismo ya que es liposoluble, lo cual vuelve a la marihuana una droga muy peligrosa.


Periódico Tribuna, Publicado 20 de Junio de 2004