POR NATASHA NIEBIESKIKWIAT
En una decisión de enorme envergadura económica para los planes del Reino Unido de convertir a las Malvinas en un polo petrolero, el gobierno británico de las islas decidió transferir 8,274 millones de libras (más de 13 millones de dólares) para el recientemente creado Fondo de Desarrollo de Reserva. De acuerdo con lo publicado ayer en el semanario Penguin News, se trata del primer paso para la creación de un Fondo Soberano de Inversión, basado en un exitoso modelo noruego.
Los fondos soberanos se definen como un vehículo de inversión de propiedad estatal y cuentan con una cartera de activos financieros nacionales e internacionales.
Economistas consultados por Clarín afirmaron que la cifra que aportarán en el caso de las Malvinas no es de las mayores, pero es de bastante importancia. Sin duda –señalaron los consultados– marca la apuesta británica e isleña a las exploraciones hidrocarburíferas que empresas británicas, francesas, italianas y estadounidenses están realizando alrededor del disputado archipiélago, aún bajo protesta del Estado argentino, que reclama la soberanía de las mismas junto a la de las islas Georgias del Sur y Sandwich del Sur.
De acuerdo con el Penguin News, esta transferencia millonaria forma “parte de un Fondo Consolidado” y la intención es hacer un primer llamado a este Fondo Soberano de Reserva para que financie proyectos que se encararán para el desarrollo del petróleo extraído de las islas.
Los petroleras que operan en Malvinas comenzaron sus tareas en febrero de 2010 bajo fuerte protesta de la Argentina, que a su vez reforzó sus controles marítimos en el Atlántico Sur, para dificultar un negocio que hasta ahora sólo avanza.
Informaciones como éstas, que llegan desde Londres, buscan reflejar que la entrada de estos fondos a un negocio del cual los isleños quieren sacar frutos muestra que las empresas no temen a los reclamos argentinos. Efectivamente, la unilateralidad de las exploraciones ha puesto al Gobierno nacional en un plan de amenazas de sanciones, advertencias y pedidos contra las empresas que tienen intereses en las exploraciones de Malvinas, como también en los mercados donde las firmas cotizan.
Igual, hasta ahora, los logros anunciados son escasos, salvo que se tengan resultados secretos. Los isleños dicen que para 2016 ya quieren estar produciendo y vendiendo el crudo del Atlántico Sur.
Con este fin ya diseñaron un gigantesco puerto petrolero a kilómetros de la capital isleña. El lugar elegido es el gran islote del Este. La ubicación tiene un claro objetivo: sacar los barcos cargados de petróleo por el Atlántico directamente hacia Europa sin tener la necesidad de rozar el continente a la altura del territorio continental argentino.
Clarín, 26-1-13