Aunque ya sabemos que una golondrina no hace el verano, este testimonio de un veterano de guerra nos puede ayudar a no generalizar al criticar a los ingleses. La continuidad de políticas desfavorables para nuestra patria, no debería implicar caer en determinismos genéticos, inaceptables para una concepción cristiana.
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La Nación,
28-1-18
El 16 del actual falleció el capitán de
navío médico cirujano (RE) de la Real Armada Británica Rick Jolly, que recibió
la Orden del Imperio Británico (OBE). En 1982, durante la Guerra de las
Malvinas estuvo al frente del equipo médico del hospital de campaña montado en
el matadero abandonado de Ajax Bay, donde recibieron tratamiento de urgencia
más de mil combatientes argentinos y británicos. "Doc", como
cariñosamente lo llamaban, fue el motor incansable de lo que él mismo bautizó
como la "Red & Green Life Machine" ("La máquina roja y verde
de la vida").
Su físico era tan imponente como su
dimensión humana, que despertaba afecto y admiración espontáneamente. En 1998
estuvo en la Argentina. Con mi esposa y un grupo de aviadores navales veteranos
de Malvinas tuvimos el honor de agasajarlo en nuestra casa con un asado bien
criollo, al que se había aficionado sin concesiones. Había viajado para recibir
la Orden de Mayo, condecoración otorgada por el gobierno nacional en
reconocimiento por las vidas de combatientes argentinos salvadas y porque
siempre priorizó la asistencia médica del herido más grave por encima de su
nacionalidad.
A los 71 años, Dios lo llamó
tempranamente al cielo de los justos, no sin antes premiarlo con una de sus
mayores concesiones: se fue mientras dormía plácidamente, único veterano de la
guerra de Malvinas condecorado por ambos gobiernos.
Jorge Luis
Colombo
Capitán de
navío (RE) VGM
DNI 5.182.206