lunes, 13 de octubre de 2008

FARC tienen 15 años traficando bajo el mar


Raúl Tortolero

De acuerdo con Colombia, la guerrilla y el narco usan sumergibles desde 1993 para trasladar droga y armas. Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), asociadas al narcotráfico, han estado construyendo desde 1993 las naves semisumergibles en los territorios aún bajo su control, cuyos ríos desembocan en el Océano Pacífico, según información de los aparatos de Inteligencia de la Armada y del Ejército de aquel país, a la que Excélsior tuvo acceso.

Sólo que ahora, depuradas ya sus rutas y perfeccionadas sus técnicas, empiezan a constituir una amenaza a la seguridad de la región, que abarca en el trasiego a México y Estados Unidos.

“Se ha comprobado el traslado de sustancias ilícitas en tales artefactos”, y con gran probabilidad se ha transportado explosivos y armamento, dadas las comprobada conexión entre las FARC y grupos armados mexicanos, y la similitud de estrategias y materiales usados en ataques contra oleoductos, en Colombia y en México.

El tráfico de drogas de Colombia al exterior tiene una larga historia de negro ingenio en todos los terrenos aire, tierra y mar y todas las artimañas posibles, para colocar los estupefacientes en su destino, burlando a las autoridades.

La captura de un sumergible, en julio pasado, en aguas del Pacífico cercanas a Oaxaca, causó asombro por ser el primer artefacto submarino descubierto con enervantes, pero la utilización de éstos data, al menos, de 1993, según registros de la Armada colombiana.

No obstante, la estructura acuática hallada con cuatro tripulantes colombianos no puede ser clasificada como “submarino”, pues la capacidad de sumergirse es bastante limitada. Puede sólo esconderse un poco abajo del nivel del mar, pero lo suficiente para pasar inadvertida; además, la fibra de vidrio con que está fabricada la hace casi indetectable para radares, luces infrarrojas y sonares. Parece el medio perfecto para el traslado de drogas y armas.

El 22 de mayo de 1993, unidades de la Armada Nacional de Colombia incautaron por vez primera en la Isla Providencia un artefacto semi-sumergible, el denominado Laura, en honor de la mujer de un alto mando de las FARC. En 1994 se halló otro y en 1995 uno más, ambos en la jurisdicción de la Fuerza Naval del Caribe.

Los narcotraficantes parecen tomarse su tiempo y no hacer las cosas con descuido. En 2000 fue detectada una nave sumergible en Cundinamarca. Se reportó que el proceso de construcción demoró al menos un año, y trascendió que se había usado tecnología rusa.

Según la Armada colombiana, “el empleo de artefactos semisumergibles se incrementó en 2005 y 2006, cuando se lograron detectar cinco artefactos en el Océano Pacífico, de los cuales tres estaban en etapa de alistamiento y dos en tránsito”.

En 2007, 14 años después de hallado el primer semisumergible en actividades ilícitas, las mafias del narcotráfico se concentraban en la consolidación de una estrategia sumergible para el trasiego de drogas. Ese año se detuvo nueve semisumergibles en Colombia, ocho en el Pacífico y uno en el mar Caribe.

En lo que va de 2008 se han conocido cuatro casos del semi-sumergibles en el país sudamericano. El más reciente fue el 16 de junio, en el Pacífico.

Gracias a la colaboración entre la inteligencia de la Armada Nacional colombiana y la unidad de Guardacostas de Estados Unidos, se interceptó un semisumergible con cuatro tripulantes. Al tratar de evadir la acción de la justicia, los pasajeros abrieron las válvulas de fondo y hundieron el artefacto. Sin embargo, fueron rescatados. Transportaban cerca de nueve toneladas de cocaína; serán enjuiciados por las autoridades estadunidenses.

A diferencia de lo que han difundido algunos medios, los semisumergibles son más una obra artesanal que una creación de tecnología de punta. La Armada colombiana cuenta con informes de que la fabricación de estos artefactos se da en astilleros artesanales, ubicados en los esteros aledaños a los ríos navegables en la Costa Pacífica colombiana.

Los cárteles del narcotráfico han utilizado los navíos semisumergibles, para el transporte de grandes cantidades de clorhidrato de cocaína, desde centros de acopio ubicados en costas colombianas, hasta las costas de los países de Centro y Norteamérica.

La capacidad promedio de carga oscila entre seis y diez toneladas de clorhidrato de cocaína, con una tripulación de cuatro personas. El motor empleado en la mayoría de los semisumergibles es el Caterpillar diesel. Los artefactos pueden recorrer entre 300 y 800 millas náuticas.

De acuerdo con el análisis de la inteligencia naval y militar colombianas, y según las más recientes incautaciones y detecciones de estos artefactos, se ha podido establecer que la rutas más utilizadas por las FARC o el narcotráfico son zarpando desde el Pacífico colombiano hasta países de Centroamérica. Pero dependiendo del área de su construcción, pueden utilizar otra ruta, aclara un documento clasificado.

Se ha concluido que las FARC, en unión con el narco, ha desarrollado el uso de los navíos semi-sumergibles para todo tipo de transporte ilícito.

La Armada Nacional colombiana en operaciones marítimas entre el 2007 y 2008 ha efectuado diez interrupciones exitosas, donde los narcotraficantes, al ser detectados, optan por hundir el semisumergible.

Esa institución estima que con estas detenciones se evitó la llegada de, al menos, “54 mil kilogramos de cocaína” a los mercados de Estados Unidos y Europa. En 2008, Colombia ha logrado destruir cuatro astilleros usados en la construcción de estos semisumergibles.

Acción concentrada

Durante 2008, el Ejército y la Armada colombianos lograron avistar varios sumergibles y detener a sus tripulantes. Aquí la lista:

El 2 de febrero, guardacostas del Pacífico (ayudados por los guardacostas de Estados Unidos) interceptaron un semisumergible. Los ocupantes, al ser detectados, hundieron el artefacto. Así se evitó la llegada de seis toneladas de cocaína a mercados de Estados Unidos y Europa.

El 11 de febrero interceptaron otro semisumergible en el Pacífico. Los ocupantes volvieron a hundir el artefacto, del cual reflotaron 59 pacas de cocaína, con aproximadamente seis toneladas del alcaloide. Los cuatro tripulantes colombianos están bajo proceso en Estados Unidos.

El 1 de marzo, a mil 500 kilómetros al occidente de la costa colombiana, al norte de la Isla Galápagos, unidades de Guardacostas de Estados Unidos interceptaron un semisumergible de 20 metros de largo. Los cuatro ocupantes también hundieron el aparato. Se calcula que traían seis toneladas de cocaína.

El 16 de junio, a 60 millas al noroeste de Tumaco, el USS Mcinerney interceptó un semisumergible con cuatro tripulantes, quienes abrieron las válvulas de fondo y hundieron la máquina. El personal confesó que transportaban nueve toneladas de cocaína; se les sigue juicio en Estados Unidos.
Los cárteles del narcotráfico han utilizado los navíos semisumergibles, para el transporte de grandes cantidades de clorhidrato de cocaína, desde centros de acopio ubicados en costas colombianas, hasta las costas de los países de Centro y Norteamérica.

La capacidad promedio de carga oscila entre seis y diez toneladas de clorhidrato de cocaína, con una tripulación de cuatro personas. El motor empleado en la mayoría de los semisumergibles es el Caterpillar diesel. Los artefactos pueden recorrer entre 300 y 800 millas náuticas.


12-Octubre-2008