domingo, 3 de enero de 2010

SAN MARTÍN: RADIOGRAFÍA DE LA GUERRA NARCO EN UN POLO CLAVE


La tercera parte de la cocaína y marihuana secuestrada por fiscales bonaerenses en 2008 fue incautada en el departamento judicial de San Martín. Según estadísticas de la Procuración de la Suprema Corte provincial, que refleja el tráfico al menudeo, lejos quedaron las otras jurisdicciones que completan el podio: La Plata (10%) y Lomas de Zamora (8%).

Los números, por sí solos, pueden indicar tanto que en San Martín se trafica más que en cualquier otra zona como también que allí se trabaja mejor en la lucha contra el narcotráfico. Sin embargo, el dato estadístico no está aislado. En este caso, las cifras tienen como marco sangrientas vendettas narco, barrios marginales copados por los dealers y clanes familiares poderosos y temerarios.

Hace apenas una semana (entre las 6 de la mañana y las once de la noche del domingo 27 de diciembre), la última batalla entre dos grupos enfrentados por la distribución de droga en la llamada Villa Korea dejó dos muertos.

Primero cayó Gabriel Castrogiovanni (22), a quien sicarios confundieron con Nacho Barrera, miembro del clan de "Los Ranitas". A las pocas horas fue asesinado en la casa de su abuela Germán Alejandro Bustamente, alias "Pichi", hijastro de Claudio Soria, jefe del grupo de "Los Gardelitos", a quien se señalaba detrás del primer crimen. Los Soria son enemigos de "Los Ranitas".

Construidas durante la primera presidencia de Perón, las casas de Villa Korea se transformaron en una zona ideal para vender cocaína y marihuana. "Acá le decimos El Shopping. Ofrece variedad de oferta, calidad, asfalto (muchos vienen en autos caros desde San Isidro) y es relativamente segura", explicaron con ironía a Clarín fuentes de la UFI 16 de San Martín, especializada en estupefacientes. Como buen "shopping" atrae tours de compras: "Los grupos van en tren hasta la estación de José León Suárez, se toman allí el 343, compran y desandan el camino".

Como los "transas" son despreciados y maltratados en las cárceles, la UFI 16 cuenta con cinco comisarías para derivar sus detenidos, que no son pocos. En la Villa Korea, por ejemplo, hay un operativo antidroga cada 15 días. "Pero detenemos a uno y en su lugar aparecen dos", se lamentó un investigador consultado.

Algunos operativos fueron especialmente memorables. "Una vez detuvimos a una familia que en un sótano disimulado tenía los panes de cocaína y, sobre cada uno de ellos, medio naipe. Descubrimos que la otra media carta era como un recibo: el comprador pagaba en otro lado, le daban, por ejemplo, la mitad de un as de corazones y, con eso, iba a buscar a lo de esta familia el paquete que le pertenecía", explicaron a Clarín.

La carta, además, remitía a una cierta calidad de droga, igual que el color de lo envoltorios de látex (a veces profilácticos) que tanto en Villa Korea como en otras villas de la zona se usan para diferenciar las diferentes purezas.

Hasta hace unos años, Villa Korea era el 100% de la familia Soria ("Gardelitos"). Ahora, algunos miembros se mudaron al Barrio Santa Rita (Boulogne). Claudio Soria, líder del clan, llegó a estar preso por el secuestro del empresario textil Abraham Awada (agosto de 2001). Hoy vive en una coqueta casa de uno de los countries más tradicionales de Pilar.

Del otro lado del campo de batalla esta Víctor Hugo "El Chato" Barrera, quien armó el clan con hijos y sobrinos. A Nacho Barrera (su sobrino) le adjudican el crimen de Marcelo "Floyd" Soria (hermano de Claudio), ocurrido hace dos meses. Este homicidio, se cree, habría gatillado las vendettas cruzadas del fin de semana pasado.

Uno de los pocos territorios donde no hay guerra de clanes es la Villa 18. Aunque Miguel Angel "Mameluco" Villalba se declaró retirado luego de ser condenado a 12 años de cárcel en 2004, lo cierto es que este año volvió al barrio y muchos sostienen que es tan jefe como antes.

Los Werbrouck, una banda familiar que creció bajo el ala de "Mameluco" e intentó independizarse, no llegó a hacerle sombra. Cinco de sus integrantes (ladrones devenidos "transas") están presos.

Con conflictos más parecidos a Villa Korea, la Villa 9 de Julio cada tanto cobra protagonismo: en septiembre pasado, dos narcos murieron en un enfrentamiento que dejó más de 300 vainas servidas en las calles del barrio. El jefe histórico de esta villa fue Gerardo Goncebat, llamado respetuosamente Don Gerardo. Se dice que está hemipléjico. Fue detenido a principios de septiembre luego del tiroteo de las 300 balas.

En esa oportunidad, el que lo enfrentó fue el "Negro" Gómez, jefe de un clan históricamente en tensión con Los Pacheco, aliados de Goncebat en la 9 de Julio. A través de los años, la pelea entre ellos dejó más de una docena de muertos. Gómez tiene su centro de poder en la Villa de los Paraguayos, pero sus planes de expansión siempre incluyeron a la 9 de Julio. Los Pacheco trabajaron para Goncebat, pero en los últimos tiempos quisieron abrirse y eso trató de ser capitalizado por Gómez.

En esta guerra entre clanes lo que está en juego no es poco: para empezar, un territorio donde el negocio narco está tan aceitado que todo se piensa en función al tráfico. Ejemplo: algunas casas de la villa 9 de Julio fueron reformadas y hoy cuentan con muros falsos que intercomunican pasillos. La Policía entra por la puerta, el narco se escapa por la pared.

Clarín, 3-1-10