Entre lo que para muchos es sorpresa, para otros justicia y para otros ridículo, Ucrania decidió revisar fragmentos de su propia historia. Al cabo de un proceso judicial comenzado en mayo pasado, hace dos días, un tribunal de Kiev comenzó a cerrar el polvoriento expediente del llamado Holodomor, como se conoce al período de hambruna que asoló al país durante el bienio 1931-1933, cuando Ucrania formaba parte de la Unión Soviética.
El principal acusado: nada menos que Josep Stalin. El saldo de su plan para someter a Ucrania por hambre: de cuatro a diez millones de muertos.
Al término de sus deliberaciones, la corte ha decidido que Stalin y sus camaradas –entre quienes se encuentra el célebre Viatcheslav Molotov- sean procesados por genocidio, según lo establece el código criminal ucraniano. Pero claro, como todos están muertos, los ulteriores caminos procesales han tenido que ser desechados.
No obstante, para Valentín Nalivaichenko, jefe del Servicio de Seguridad Nacional, el proceso representa una buena oportunidad para sentar un precedente. "Podría no reconocerse la prescripción al ser crímenes de lesa humanidad", expresó Nalivaichenko, que probablemente logre encontrar el apoyo del propio presidente de la república, Viktor Yushchenko. "Por lo menos, este veredicto ya hace historia. La decisión restablece la justicia histórica y le entrega al pueblo de Ucrania la oportunidad de construir un país justo y de principios democráticos", según el mandatario.
De acuerdo con la fiscalía, la hambruna fue el punto culminante de un proceso que había comenzado en 1921, cuando los bolcheviques comenzaron a tejer diferentes estrategias para impedir la creación de un Estado ucraniano independiente.
Rusia, por supuesto, se opone totalmente a este punto de vista. Para ella, el Holodomor no tuvo nada que ver con una limpieza étnica ni estuvo enfocado en los ucranianos, sino que fue una ofensiva contra los propietarios de la tierra desatada en todo el conjunto de la entonces Unión Soviética. "Es inmoral culpar a Rusia de la muerte de millones de personas durante la hambruna estalinista. Aquello fue un episodio histórico, una desgracia que fue común a todos nosotros", declaró el presidente ruso Dmitri Medvédev.
Según varios analistas, ahora ha comenzado un juego de especulaciones acerca de si Moscú reconocerá su responsabilidad en el genocidio contra el pueblo ucraniano. De ser así, los familiares de las víctimas podrían recibir millonarias indemnizaciones.
©Reuters
www.politicaydesarrollo.com.ar, 17-01-2010