por Eduardo Ferreyra
Presidente de FAEC
Estrucplan, 28-3-14
La profecía que Al
Gore hizo en 2006 resultó un chiste de muy mal gusto. Le ha costado al mundo
cientos de miles de millones de dólares en impuestos inútiles que sólo
sirvieron para elevar los costos de la energía y el de producción de todas
las empresas del mundo. Dinero dilapidado y pagado por la gente común como
usted y yo. La gente no recibió ningún beneficio ni en materia de mejoramiento
del clima, o de su salud, o de sus oportunidades de progreso.
Hace más de 8 años
que el ex vicepresidente de Estados Unidos Al Gore había profetizado que sin la
implementación inmediata de acciones para la reducción de emisiones de CO2
producidas por el hombre, la
Tierra tenía “apenas 10 años para salvar al planeta del
desastre”. Fue entonces que el comentarista americano Rush Limbaugh, desde el
27 de enero de 2006 comenzó una cuenta regresiva en su página web.
En su sitio web
Limbaugh escribió:
Algore: Tenemos Diez
Años Antes de que la Tierra
Se Cocine
Rush Limbaugh.com
Desgrabación del
audio:
Rush: No sé si
ustedes saben esto o no, pero Al Gore estuvo en el Festival de Cine Sundance en
Park City, Utah. Esto es una de esas cosas grandes que hace Robert Redford, y
aparentemente Al Gore está trabajando en una película que -¿Cuál es el nombre
de la película? Oh, es cierto, “Una Verdad Inconveniente,” y documentará sus
esfuerzos para hacer crecer la alarma por los efectos del calentamiento global,
y entonces él llevó a Tipper y los chicos para allá.
Gore está asistiendo
a fiestas y posando para fotografías con sus fans. Está gozando de macarones y
queso en la fiesta del Discovery Channel. Está de amigote con Laurie David de
“Controle su Entusiasmo”, casada con Larry David, que maneja al Prius y luego
vuela en avión. Larry David dice, “usted sabe, Al es un tipo gracioso, pero
también es una persona muy seria que cree que los humanos tienen sólo 10 años
para salvar al planeta de convertirse en una sartén completa.”
Ahora, la última vez
que yo escuché a un liberal hablar de '10 años' fue en 1988, Ted Danson. Según
él teníamos nada más que 10 años para salvar a los océanos; todos pagaríamos
las consecuencias que resultarían en nuestra muerte.
Ahora Al Gore dice
que nos quedan 10 años. Diez años para salvar al planeta de chamuscarse. Okey,
vamos a comenzar la cuenta. Hoy es enero 27 de 2006. Comenzaremos a contar, damas
y caballeros. Esto es tan… Uno tiene que amar a esta gente… desde muy lejos y
desde un punto de vista puramente observacional.
Veamos que pasó desde
2006 hasta la fecha:
Oh, oh! Sorpresa,
sorpresa! La temperatura se vino abajo, y parece que muchas ganas de seguir
bajando. En conclusión, podemos afirmar que la profecía de Al Gore ha sido un
gran fracaso. Como todas las profecías de los “calentones”:
no aumentaron ni la
frecuencia ni la intensidad de los huracanes, tornado o tormentas tropicales,
sino que disminuyeron; no se aceleró la subida del nivel del mar, sino que se
ha venido frenando; no aumentaron ni disminuyeron las sequías o las
inundaciones –que son naturales y cíclicas en todas partes del mundo. Tampoco,
según profetizó James Hansen en 1988, el Río Hudson creció 4 metros para tapar
a la West Ave.
de Nueva York en el año 2000. Tampoco el hielo del Ártico desapareció a partir
del verano de 2013 sino que comenzó una recuperación interesante.
En este punto tenemos
que preguntar por qué Al Gore sigue argumentando lo contrario, aunque la
realidad le estuvo aplicando terribles golpes que destruyeron sus teorías,
afirmaciones y profecías? La respuesta es simple: para continuar lucrando con
la mentira del cambio climático –hacia el calor, en lugar de hacia el frío- y
engañando al público para imponer una agenda claramente anti-humanista. Es
probable que esté buscando la manera de recuperar la enorme fortuna perdida
con su empresa Chicago Climate Exchange, que traficaba con bonos y créditos de
CO2. Hace dos años los precios de los bonos se desplomaron y de los $7 dólares
que cotizaban cayeron a menos de $0,10.
La empresa cerró sus puertas y las
pérdidas nunca fueron informadas como tampoco la suerte corrida por quienes
compraron esos bonos.
Pero hay algo que Al
Gore nunca dejará de hacer: expulsar aire caliente por su boca.
Fuente: Mitos y
Fraudes