13-11-14
Señora presidenta: el
padre Mugica tenía 33 años y, como un rasgo importante a destacar, optaba por
los jóvenes. Por eso a la salida de la misa en la iglesia del Socorro un puñado
de chicos nos juntábamos con él y todavía tengo las sensaciones del vínculo
estrecho que él establecía, espiritual, con
los muchachos, los adolescentes, los jovencitos que lo rodeábamos, y era
además del cura de la iglesia, una guía para todos nosotros.
Pasaron algunos pocos
años y él se corrió 500 metros y fue al mismo barrio, pero a la zona más
humilde de Retiro. Ahí optó por los pobres, por la búsqueda de la dignidad de
los pobres. En ningún momento nadie podrá decir que el padre Mugica quería que esos
habitantes humildes de un barrio llamado “villa” continuaran en esa condición.
Él los quería –por
decir un verbo? sacar de esa zona, pero no de la zona geográfica, sino del modo
marginal de vida que sufrían. Él fue a ese barrio de la Villa 31 no a exaltar esa
condición de villero, sino a tratar de
ayudar a que la puedan superar.
Si hoy decimos que la
fecha de su nacimiento, el 7 de octubre, es para establecer el Día Nacional del
Villero, de los valores villeros, estamos estigmatizando a esa parte de nuestro
pueblo, y lo que nosotros tenemos que hacer, interpretando el sentir del propio
homenajeado, el padre Carlos Mugica, es responder a ese sector de nuestro país
con vivienda social, con mejor calidad de trabajo, con mejor salud y educación
y con todo lo que el pueblo argentino reclama, sobre todo el más necesitado.
Llama poderosamente
la atención que once años y medio después de haber asumido este gobierno,
todavía estemos declarativamente hablando de los villeros en lugar de darles
soluciones. Esto es claramente un falso debate. Hemos errado la senda, hemos
derrapado.Se ha perdido el rumbo. Esto no ayuda a nuestros hermanos villeros.
Si queremos
homenajear a Mugica –por supuesto que desde el Frente Renovador acordamos en
hacerlo porque se lo merece sobradamente?, lo que debemos hacer es dar
respuesta a los que sufren y no hacer declaraciones de esta naturaleza.
Establezcamos el 7 de
octubre como el Día Nacional de los Valores. Esto me parece bien, porque si
algo caracterizó a Mugica es que llevó y portó en su vida valores,
definiciones, valentía, solidaridad, compromiso, generosidad, es decir, todo lo
que se ha dicho. Pero nada que ver con el anclaje en su marginalidad que
quieren hacer de los villeros, porque ellos, nuestros hermanos villeros, si algo
están esperando de nosotros es esa respuesta para tener una vida más digna y no
que estemos estigmatizándolos como villeros y deportándolos definitivamente a
la villa.
Ser villero no puede
ser motivo de orgullo. Es desopilante que en vez de combatir a la pobreza con
soluciones socio-económicas, se la exalte y se la considere motivo de
satisfacción. Da la impresión de que como le brindan soluciones ni tienes
planes futuros para los pobres, se opta por transformarlos en objeto – ni
siquiera sujetos – de orgullo. Es un mayúsculo contrasentido.
Este proyecto es el
intento de anclar en la villa a nuestros hermanos villeros, y desde el Frente
Renovador queremos que superen esa condición y se dirijan hacia el camino de la
dignidad. Esa es nuestra responsabilidad y el mandato que hemos recibido del
pueblo.
Por estas razones,
nos vamos a abstener en la votación de este proyecto, porque sus fundamentos
son absolutamente insatisfactorios y claramente engañosos. (Aplausos.)