Por Héctor GIULIANO
(26.5.2017)
El Kirchnerismo y el
Macrismo son enemigos íntimos; se
necesitan mutuamente:
- El
gobierno Macri, porque necesita lamentar la pesada herencia recibida y exhibir
la corrupción K como distractivo de su descontrol financiero fiscal, de su
política irresponsable de gobernar con
deuda y de encubrir su propia corrupción.
- La
anterior administración K, porque pretende tomar hoy la bandera dialéctica de
la oposición política contra un nuevo gobierno neo-liberal y convertirse en
portavoz de las críticas contra la política económica y social M como forma de
distraer su realidad pasada de inoperancia y falseamiento de la realidad en la
gestión de gobierno, su fracaso en materia económico-financiera, su complicidad
con la política de endeudamiento del Estado y su corrupción institucional en el
manejo de la cosa pública.
Pero cuando estas
cosas se observan no desde el llano de una visión inmediata o cortoplacista de
los hechos sino desde una óptica más amplia o abarcativa de las Políticas de
Estado que fijan las grandes estructuras de poder financiero y económico esta
falsa antinomia se revela como las dos
caras de una misma moneda, donde los gobiernos de turno terminan trabajando
en tándem: uno – a través de todas
las torpezas cómplices posibles -
deja preparado el terreno y las condiciones para que el otro se declare víctima de tales situaciones heredadas y
las utilice como excusa de continuidad y profundización política.
Es la tradicional
alternancia de Social-Democracia y Neo-Liberalismo que rige en la Argentina
desde hace más de 40 años en el marco del Capitalismo Financiero que maneja los
asuntos de Estado de nuestra Patria y
que tiene por eje el Sistema de la Deuda Pública perpetua como instrumento de
dominio.
El objeto del
presente trabajo es fundamentar estas aseveraciones, acotadas aquí al tema de
la Deuda y sus implicancias; y hacerlo más específicamente en función de las
declaraciones de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner (CFK) en su
programa televisivo de ayer (25.5) por C5N y de las decisiones actuales del
gobierno Macri.
a) Tanto el gobierno Macri como el anterior
gobierno Kirchner ocultan la Deuda Pública Nacional, total y consolidada: las
cifras del endeudamiento se refieren solamente al Estado Central y no incluyen
la deuda de Provincias/Municipios, Empresas del Estado, Organismos Nacionales,
Fondos Fiduciarios, Banco Central, Deuda Flotante o exigible y juicios contra
el Estado con sentencia en firme; por lo que no se sabe cuánto debe en total la
Argentina.
b) La
ex presidenta CFK insiste en el mito del des-endeudamiento bajo su gestión, que
es falso y engañoso: primero, porque la deuda aumentó más de 100.000 MD
(Millones de Dólares) durante los 12 años de administración K – pasó de 152.000
MD a mediados de 2003 a 254.000 MD al fin de su mandato en Diciembre de 2015 –
y segundo porque mantiene la formulación engañosa de referirse a la Deuda
Externa y no a la Deuda Pública Total.
c) El
Kirchnerismo vivió pagando deuda pública – y deuda externa pública en especial –
a niveles históricos récord. CFK se jactó incluso públicamente de ello
enfatizando la frase “Somos pagadores seriales” en su discurso del 26.8.2013,
donde habló de haber abonado 173.700 MD entre 2003 y 2012.
d) CFK
ratificó esta postura ante la Asamblea General de las Naciones Unidas el 24.9
del año siguiente, donde habló allí de
haber pagado más de 190.000 MD desde el 2003 hasta esa fecha.
e) Con
la observación importante que ninguna de estas dos cifras tuvieron luego
explicaciones claras y concretas por parte de su gobierno, descontándose que la
gran mayoría de tales pagos – o directamente la totalidad – no correspondían a
reducciones netas de pasivos sino, en realidad, a la regla permanente de
cancelar vencimientos íntegramente con nuevas obligaciones (novaciones con el
mismo acreedor y/o con terceros), por lo que no había des-endeudamiento por baja efectiva del monto total adeudado y
además, dicho monto seguía creciendo por deudas nuevas adicionales.
f) Fue
la misma época en que su gobierno – el de CFK – presentó ante Naciones Unidas
la propuesta de internacionalizar los procesos de reestructuraciones de Deuda
Soberana, que era una variante de la ponencia presentada en el 2002 por la
vicepresidenta del FMI, Anne Krueger, y cuya finalidad esencial era sustraer
los casos de default a la justicia de los países estableciendo un régimen
supra-nacional de tratamiento para este tipo de casos.
g) La
misma ex presidenta, que ahora pide revisar y auditar la nueva Deuda Externa
Macri, es la que se negó a investigar la deuda heredada e incrementada por su
administración K[1] y que
luego, tardíamente, hacia finales de su mandato, remató dejando en la inoperancia la Comisión
Investigadora de la Ley 26.984[2].
h) La
negativa a investigar la cuestión de la ilegitimidad de la Deuda Pública fue
una constante de la administración Kirchner y no difirió en absoluto del mismo
comportamiento cómplice de todos los gobiernos de turno anteriores con los
acreedores financieros, desde el Proceso hasta nuestros días, siendo ésta la
principal clave de sometimiento exigida por dichos acreedores al Sistema de la
Deuda y la base institucional del mecanismo de re-endeudamiento permanente o
deuda perpetua.
i) El
gobierno Kirchner, como agravante, fue uno de los más fieles cumplidores de los
dictados del Fondo Monetario cuando el FMI le exigió – lo mismo que a Brasil –
el pago contado total y por anticipado de la deuda bilateral con el organismo
(9.530 MD); directiva que la administración K cumplió en forma inmediata –
inaugurando con ello su política de pagos de deuda externa con reservas del
Banco Central – con el agravante adicional que lo hizo pese a que se trataba
del acreedor más cuestionable de nuestro país y que se tenía a favor de la
Argentina las graves irregularidades internas del organismo demostradas como producto
de la propia auditoria de la Oficina de Evaluación Independiente del FMI. Y con
el añadido que ese pago total y por adelantado al FMI se hizo sin desafiliarse
del Organismo, que es la única y verdadera forma de liberarse de sus
condicionalidades y reclamar la devolución de la cuota-aporte integrada por nuestro
país.
j) La falsía del planteo K con respecto a una
supuesta resistencia o confrontación suya
frente al problema de la Deuda – una falacia enmascarada bajo el mito del des-endeudamiento – tuvo como
remedo, años más tarde (en 2014) el arreglo con el Club de París bajo la
gestión Kicillof, por el que nuestro país aceptó pagar un total de otros 9.700
MD, 3.600 de los cuales correspondían a intereses punitorios y compensatorios
adicionales a los intereses acumulados por mora.
k) Peor
todavía fue el manejo cómplice e irracional de la administración K en la
cuestión de los Holdouts, donde reconoció abiertamente la competencia de
tribunales extranjeros en la ciudad de Nueva York, aceptó la validez de las
acreencias reclamadas a valor nominal y no a valor de mercado, no objetó las
irregularidades manifiestas en las obligaciones de origen y luego de perder los
juicios en todas las instancias posibles en los Estados Unidos incurrió al país
en un desacato indefendible.
l) Con
el agravante que el gobierno CFK desechó incluso la recomendación de última
instancia hecha por el estudio Cleary, Gottlieb, Steen & Hamilton (el mismo
que patrocinaba a la Argentina desde los tiempos del ministro Cavallo y sobre
el cual pesaban y pesan conflictos de intereses con los acreedores del Estado)
en el sentido de declarar nuevamente el default o cesación de pagos frente al
problema de las cláusulas RUFO y Acreedor más favorecido, dejando al país en
las peores condiciones legales y financieras posibles, que fueron así
aprovechadas por el Partido de la Deuda que retorna con el gobierno Macri para
llegar a su acuerdo secreto e irrestricto de rendición ante los Fondos Buitre. Pocas veces una
administración saliente devino tan funcional a los intereses del sistema de la Deuda
y a la nueva administración entrante, con su legión de funcionarios ligados
incondicionalmente a los intereses de los acreedores del país y preparados para
aprovechar la oportunidad servida en bandeja
merced a las torpezas K.
m) La
misma técnica de presentar sus concesiones como supuestas victorias, las aplicó el gobierno K con respecto al Megacanje
Kirchner-Lavagna de 2005-2010, vendido
a la opinión pública como un éxito de
renegociación cuando fue un allanamiento a las exigencias de los acreedores
financieros, sin quitas ni ventajas para nuestro país porque la reducción
relativa en los valores de capital fue íntegramente compensada con cupones PBI
y las nuevas obligaciones (que en su mayoría correspondían al Megacanje
delictivo De la Rúa-Cavallo del 2001) fueron pactadas a una tasa promedio del
8.28 % a 30, 35 y 42 años de plazo, convalidando además la novación de deudas que
estaban y están todavía – al menos teóricamente - investigadas por la justicia.
n) Paradójicamente,
el Ministro Lavagna y su Secretario de Finanzas Nielsen – durante el mandato de
Néstor Kirchner – esperaban con este acuerdo volver a colocar nueva Deuda
Externa en el mercado internacional de capitales (que tal era el objetivo central
del nuevo Megacanje K) mientras quedaba abierto el conflicto con los Holdouts
por más de 20.000 MD.
o) Este
objetivo de reestructurar Deuda Externa para volver a endeudarse en el exterior
fue el mismo que luego retoma el ministro Boudou con su Hoja de Ruta del 2008,
que aspiraba llegar a un arreglo con los holdouts y con el Club de París (este
último, concretado en condiciones fuertemente gravosas) con la misma finalidad
K: volver al mercado global de bonos.
p) La
presidenta CFK critica ahora al presidente Macri por la toma de 97.000 MD de
nueva Deuda Externa en lo que va de su mandato – una irresponsabilidad
financiera mayúscula que, en lo personal, venimos denunciando en forma
permanente – pero omite decir que esa vuelta al endeudamiento externo fue
facilitada precisamente por su gestión de “pagadora serial”, que descongestionó
parcialmente sus obligaciones externas en aras de volver al Mercado
Internacional de la Deuda (el objetivo frustrado del Megacanje K y de la Hoja
de Ruta Boudou).
q) Es
notable, por no decir sintomático, que sea justamente esta política sistemática
de pago privilegiado de Deuda Externa con Reservas Internacionales - llevada a
cabo por la administración K – el único
mérito que la nueva administración Macri, la gran Partidocracia con
representación parlamentaria y el establishment financiero le reconocen y
valoran a la gestión Kirchner para facilitar así la colocación de nuevos bonos
en el exterior.
r) Lo
que no pudo lograr la administración K en materia de re-endeudamiento externo
es lo que ahora – gracias a su costosa gestión – utiliza, aprovecha y agradece
el Partido de la Deuda que adviene nuevamente con el gobierno Macri.
s) Y
todo ello fue producto de la engañosa política de Deuda intra-Estado del
gobierno K, que consistió en el pago prioritario y privilegiado de la Deuda
Externa con Terceros – Acreedores Privados y Organismos Financieros
Internacionales – traspasándole así la deuda impagable a los entes del propio
Estado Argentino para dejar allanada la vuelta a un nuevo endeudamiento externo
del país (que tal era el objetivo declarado de la administración Kirchner bajo
las gestiones Lavagna, Boudou y Kicillof, en sus últimas negociaciones para pago a los holdouts a
partir del 2015).
t) La
presidenta CFK advierte hoy el peligro cierto de que el dinero de los jubilados
se vaya a terminar usando por la administración Macri para pagar Deuda Externa,
pero omite decir que su administración – siempre en el marco de su Deuda
intra-Estado – dejó el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la ANSES comprometido
en un 65 % de su monto con deudas impagables del Tesoro Nacional, que su
gobierno – a través de la sub-indexación inflacionaria – fue licuando
fuertemente el valor de los títulos públicos en pesos que tenía
mayoritariamente la ANSES y que la re-estatización de las AFJP por Boudou en
2008 se hizo para poder trasladar al propio Estado la carga de endeudamiento
sin capacidad de repago liberando del correspondiente riesgo de insolvencia a
los grandes bancos que controlaban dichas AFJP.
u) Fue
algo parecido al rol que jugó con el Kirchnerismo – y que sigue jugando hoy en
día - el Banco Nación (BNA), cuya mitad de la cartera de créditos está prestada
al Tesoro y/o al Banco Central (BCRA) contra obligaciones igualmente sin
capacidad de pago.
v) Pero
seguramente la nota más singular dentro de las declaraciones de la ex
presidenta CFK es la que corresponde al rol del BCRA y particularmente a su
política de endeudamiento a cortísimos plazos vía Lebac. CFK se escandaliza de
la aberrante desproporción actual del pasivo cuasi-fiscal del BCRA en relación
a la Base Monetaria (BM) – hecho que, también en lo personal, venimos
denunciando desde hace largos años – pero soslaya que dicha política fue
desarrollada por su gobierno y con el mismo procedimiento: comprar divisas con
deuda para reponer las reservas prestadas al Tesoro para pagar Deuda Externa,
mantener artificialmente un retraso cambiario para poder cubrir obligaciones en
moneda extranjera y elevar las tasas de interés que paga el BCRA para subsidiar
a los bancos y al sistema financiero en general.
w) Ciertamente
la proporción era distinta en cuanto a magnitudes: al fin del mandato K la
relación Lebac / BM era de un 57 % (346.300 M$ - Millones de Pesos – sobre
612.300 M$, según datos al 7.12.2015), aunque con un tipo de cambio entonces a
9.73 $/US$. Hoy, bajo la gestión Sturzenegger, dicha relación asciende a más
del doble: 123 % (959.400 / 777.700 M$, según datos al 15.5.2017 y con el tipo
de cambio 15.48 $/US$).
x) Entonces,
como ahora – con las variaciones de montos señaladas en los dos puntos
precedentes – la política financiera del BCRA era básicamente la misma:
favorecer el sistema bancario con el subsidio resultante de las altas tasas de
interés pagadas por las Lebac y también por las Operaciones de Pase, lo que hizo
– bajo la administración K - y mantiene hoy
- con la administración M – que los bancos sigan siendo el sector de la
actividad económica que mantiene niveles récord de ganancias especulativas a
costa del Estado (capitales financieros locales y capitales golondrina externos
que lucran con el enorme diferencial de tasas de interés locales e
internacionales bajo la política oficial de retraso cambiario para poder pagar
servicios de la deuda externa).
y) Fue
y es esta misma política de atraso cambiario combinada con altas tasas de
interés, de mantenimiento de un BCRA sin reservas propias sino tomadas con
Deuda y de Lebac calzadas con seguros de cambio en el Mercado Rofex y en el MAE
que se dio – y amenaza repetirse – el negociado conjunto Kirchner-Macri de contratos
de dólar futuro que le costaron al Estado Nacional (y, por ende, al Pueblo
Argentino) más de 50.000 M$ por diferencias de cambio después de la
macro-devaluación Macri de Diciembre de 2015.
z) No
es casual que en un país donde un tercio de la población se encuentra bajo la
Línea de Pobreza, sea el sector financiero-bancario el que mantenga los más
altos niveles de rentabilidad.
Hasta aquí, parte de
lo que principalmente pueda decirse a raíz de los recientes dichos de la ex
presidenta CFK y la realidad concurrente de su política de deuda y
financiamiento que hoy el Partido Macrista de la Deuda está llevando
irresponsablemente a niveles financieros inmanejables.
Es parte de las Políticas de Estado que la Plutocracia Financiera
que rige hoy la vida de las Naciones impone a los pueblos precisamente en
contra de los verdaderos intereses del Estado.
[1] En su libro “Después del
derrumbe” (editado el 15.4.2003, es decir, apenas pocos días antes de su
asunción) el ex presidente Néstor Kirchner anticipaba expresamente que su
gobierno no cuestionaría la legitimidad de la Deuda Pública que iba a heredar
su administración.
Esta tesitura fue mantenida a
rajatabla durante toda la administración K y ratificada incluso por CFK,
añadiendo que la posibilidad u oportunidad de haber objetado la cuestión de la
Deuda se había perdido por culpa de la administración Alfonsín al no haber
planteado el problema inmediatamente después del Gobierno Militar (argumento
que era y es parcialmente cierto pero que no inhibe la actitud negativa
cómplice de su no investigación).
Esta postura K, efectivamente, no era
válida debido a que la Deuda Pública en su conjunto estaba - y sigue estando –
en manos de la Justicia (Causas Olmos I – con sentencia del juez Ballestero de
Julio 2000 – Olmos II, Megacanje De la Rúa-Cavallo y denuncia Olmos
Gaona-Marcos), por lo que la nulidad de origen de las obligaciones sigue
estando potencialmente presente.
El hecho de que ninguna de estas
causas legales - relacionadas todas ellas directamente con la ilegitimidad de
la Deuda - haya avanzado conforme corresponde a los trámites judiciales
pertinentes se debe a una complicidad de hecho entre los gobiernos de turno, el
Congreso y la justicia federal de la Argentina para no investigar las
irregularidades y delitos manifiestos en el origen y evolución de la deuda del
Estado.
Y en este plano la corresponsabilidad
por la no investigación y/o revisión de los actos ligados al endeudamiento
público es común a la administración Macri como a la administración Kirchner y
todos los gobiernos precedentes
[2] En Setiembre de 2014 el
Congreso Nacional – con mayoría kirchnerista – aprobó esta Ley 26.984,
denominada de Pago soberano local que, entre otras disposiciones, creaba por
primera vez (si se soslaya la frustrada
Comisión Villada de 1984) una Comisión Investigadora del endeudamiento público
argentino.
Esta comisión – que estuvo a cargo del
diputado oficialista Eric Calcagno (hijo) – no hizo progreso alguno en su
misión, no constituyó grupo de trabajo alguno, desatendió las propuestas en tal
sentido de la oposición (concretamente, las del diputado Claudio Lozano), dejó
que pasara el tiempo de vigencia del cuerpo y caducó de hecho sin que se
debatiera siquiera un borrador de Informe final al respecto.
Pese a la manifiesta irresponsabilidad
financiera y a las graves irregularidades que conlleva el extraordinario nuevo crecimiento de la
Deuda Externa que hoy se está produciendo bajo la administración Macri resulta
paradójico – por no decir burlesco – que sea la ex presidenta CFK la que ahora pida
revisar y auditar la nueva Deuda del Estado.