reconoció "graves anomalías" en el submarino ARA San Juan antes de
zarpar
Por Andrés Klipphan
Infobae, 3 de marzo de 2018
"El señor Comandante de Adiestramiento y
Alistamiento de la Armada, Contraalmirante Luis Enrique López Mazzeo y el señor
Comandante de la Fuerza de Submarinos, Capitán de Navío Claudio Javier
Villamide, revisten la condición de presuntos infractores por arriesgar la
integridad física de sus subordinados, sin necesidad evidente, y por actuar con
negligencia/imprudencia notoria y grave al no impedir que el Submarino ARA San
Juan navegase con posterioridad a las severas anomalías detectadas –tanto en la
inspección N°10/16 'S'; como en la previa navegación del SUSJ (ARA San Juan)
para 'Control de Mar' efectuada entre los días 1 y 19 de julio de 2017,
circunstancias conocidas por los involucrados- y no superadas, sin evidenciarse
medidas de control y supervisión ante el eventual peligro para la tripulación y
la Unidad Naval, causando además, presumiblemente, por esa falta de control y
supervisión de ambas autoridades navales, la pérdida de contacto definitiva con
el Submarino ARA San Juan".
Así de contundente es el sumario realizado por la
Armada sobre las responsabilidades que podrían caberles a los oficiales
superiores que estaban a cargo de la navegación y las tareas encomendadas al
submarino desaparecido el 15 de noviembre pasado con sus 44 tripulantes a
bordo.
La "Disposición concluyente del sumario"
–tal su nombre-, de 15 carillas, con el membrete del Estado Mayor General de la
Armada y refrendado por el entonces titular de esa fuerza, Almirante Marcelo
Eduardo Hipólito Srur, confirma cada uno de los datos publicados por Infobae y
que indicaban que el ARA San Juan zarpó de la Base Naval de Mar del Plata con
deficiencias técnicas y operativas que lo limitaban, por ejemplo, a no
descender a más de 100 metros de profundidad cuando, en un estado normal,
podría realizar una inmersión de hasta 350 metros.
Si la jueza federal de Caleta Olivia, Marta Yáñez, que
investiga la desaparición del buque militar, llega a las mismas conclusiones
que el oficial sumariante a cargo de la pesquisa interna de la Armada, la
situación procesal de López Mazzeo y Villamide podría terminar de complicarse.
Hasta ahora, el expediente no tiene imputados, y el
personal que declaró, como los dos tripulantes que desembarcaron del ARA San
Juan en Ushuaia, Juan Gabriel Viana y Humberto René Vilte, admitieron que el
submarino había tenido desperfectos en sus itinerarios previos. Esto incluía un
problema en el snorkel, por donde ingresaba agua; que algunos paneles de
baterías habían quedado fuera de servicio por esta situación y que la nave
perdía aceite. También aseguraron que el buque "tuvo un fallo grave previo
a la desaparición".
En su exposición ante la magistrada, los tripulantes
afirmaron que durante la navegación de Mar del Plata a Ushuaia "hubo
fallas en la válvula cabeza del snorkel, más precisamente en los dos electrodos
de popa que no podían ser reparados en inmersión". Repreguntados sobre
este punto por Yáñez, los suboficiales reconocieron que "desconocían si se
habían reparado en Ushuaia"; además reportaron haber "escuchado un
ruido seguido de dos golpes fuertes y una vibración que recién al llegar a
puerto se supo que se había producido por el desprendimiento de una tapa forro
a la altura de la batería de proa". Por último le dijeron a la jueza que
"el día 5 en el Puerto de Ushuaia tuvieron una falla en una bobina de un
interruptor de potencia de las baterías que debió ser reparada antes de zarpar
por lo cual la estadía se alargó un día más".
"Negligencia en el servicio". La Disposición
concluyente del sumario interno de la Armada Argentina, que toma estado público
por primera vez, y al que accedió Infobae por fuentes oficiales de manera
exclusiva, está fechado el 7 de diciembre de 2017, es decir 22 días después de
la desaparición del submarino.
Cinco días después de que Srur avalase la auditoría,
el 12 de diciembre, Aguad dispuso el pase a disponibilidad de siete oficiales,
entre ellos Luis Enrique López Mazzeo y Claudio Villamide, los oficiales
señalados por el Oficial Auditor Instructor designado por el entonces jefe de
la Armada para investigar "las responsabilidades emergentes vinculadas a
la pérdida de contacto con el Submarino ARA San Juan".
La documentación requerida por el auditor fue
solicitada al Inspector General de la Armada, Contraalmirante Eduardo Alfredo
Pérez Bachi, a través del "oficio DGAJ, RM4 N° 291/17 'C'".
De manera inmediata, Pérez Bachi, recabó toda la
información, más de 100 hojas y planillas que revelaban lo que hasta ese
momento el ministerio de Defensa desconocía, las deficiencias del ARA San Juan
para navegar. La misma documentación aseguraba que estas fallas técnicas no
suponían un desenlace fatal durante las misiones asignadas al buque de guerra,
entre ellas avistar a las naves y aeronaves de guerra británicas que se
desenvolvían en cercanías de las Islas Malvinas, escenario del conflicto bélico
entre Inglaterra y la Argentina en 1982.
Pérez Bachi es un oficial reconocido dentro de la
Marina. Tanto es así que el año pasado, durante la conmemoración del
aniversario 35 de aquel 2 de abril en que desembarcaron las tropas argentinas
en Malvinas, y durante el acto que se realizó en el Edificio Libertad, el
Contraalmirante se dirigió a los presentes solicitando "un recuerdo"
para los ex combatientes, los héroes caídos durante el hundimiento del Crucero
General Belgrano, y destacando "el rol de la Armada" que
"trascendió al cubrir el mar, la isla, el espacio aéreo y submarino".
Por entonces, López Mazzeo ya había sido cuestionado
públicamente por la magistrada de Caleta Olivia Yáñez, a cargo de la causa, por
la reticencia a aportar información sobre las comunicaciones del submarino con
la base naval y el reporte de averías en las baterías, además de la logística
dispuesta para la aplicación del SAR, por sus siglas en inglés "search and
rescue" o "búsqueda y rescate".
El mismo vocero de la Armada, Enrique Balbi, les había
respondido a los periodistas reunidos en la escalinata del Edificio Libertad a
la espera de los entonces famosos partes oficiales, que algunas preguntas no se
podían responder porque existía secreto de Estado.
Fue entonces que el ministro Aguad los desautorizó
asegurando que tal secreto no existía y ordenó entregar de forma inmediata la
documentación requerida por Marta Yáñez. Entre esos documentos se encuentra la auditoría
interna que en el "Punto 2" de su resolución pide: "Suspéndase
del servicio" a López Mazzeo y Villamide por "arriesgar a la
tropa" y "negligencia en el servicio".
A lo largo de la quincena de carillas la Disposición
concluyente de la auditoría da cuenta de cada una de las irregularidades que
presentaba el ARA San Juan y que no fueron corregidas (cada una de ellas
ampliamente detalladas en varias investigaciones de Infobae).
A estos cuestionamientos, la auditoría agrega como
agravantes las comunicaciones que se mantuvieron entre el comando de submarinos
y el ARA San Juan horas antes de su desaparición y que daban cuenta de las
dificultades que este mantenía para navegar y salir a "hacer
snorkel", es decir recambiar el oxígeno, con un océano embravecido como el
de esos días donde las olas llegaban a siete metros de altura.
Las comunicaciones volcadas en el documento son 18 y
corresponden a los días 14 y 15 de noviembre. Es decir las del día en que se
terminó perdiendo contacto y el anterior. La mayoría de ellas cierra con una
lapidaria frase que dice: "se
desconoce contenido" de la comunicación.
En cambio, algunas de ellas son relevantes y, si bien
trascendieron algunos de sus contenidos, ahora, los documentos oficiales
sumados a la causa no dejan margen de dudas:
– El 15/11, a las 01:31 el Comando de Fuerza Submarina
(COFS) -que estaba a cargo de Villamide- le ordenó al ARA San Juan, por los
evidentes problemas que este presentaba en su navegación, cambiar su rumbo e ir
en "derrota directa a MDP (Mar del Plata) a
discreción/inmersión-superficie según factibilidad". Como se sabe, la nave
de guerra nunca llegó a destino y al día de hoy se desconoce su ubicación.
– A las seis de la mañana desde el submarino se emitió
un informe de situación que decía: "Ingreso de agua de mar por sistema de
ventilación al tanque de baterías N° 3 ocasionó cortocircuito y principio de
incendio en el balcón de barra de baterías. Baterías de proa fuera de servicio,
al momento en inmersión propulsando con circuito dividido. Sin novedades de
personal. Mantendré informado".
– Cuarenta minutos después, el ARA San Juan informa
que, tal como ya se le había solicitado, cambiará su rumbo hacia la Base naval
de Mar del Plata.
-A las 08:20 el Comando de Fuerza de Submarinos le trasmite
al ARA San Juan gacetillas de prensa con noticias de actualidad varias.
– A las 08:52, el Comando de la Fuerza de Submarinos,
es decir Villamide, le comunica al Comando de Adiestramiento y Alistamiento
(COAA), por entonces a cargo de López Mazzeo lo siguiente: "Ingreso de
agua de mar por sistema de ventilación al tanque de baterías N° 3 ocasionó
cortocircuito y principio de incendio en el balcón de barra de baterías.
Baterías de proa fuera de servicio, al momento en inmersión propulsando con circuito
dividido. Sin novedades de personal. Mantendré informado". Es decir que se
retransmitió el mensaje sobre el principio de incendio (que al comienzo la
Armada negó en sus primeras conferencias de prensa).
– A las 13:43, después de varias comunicaciones satelitales
exitosas establecidas por el SUSJ con posteriores conexiones fallidas al
sistema Eureka, el Comando de la Fuerza de Submarinos, le pide al ARA San Juan
"Verificar dirección IP de servidor principal EUREKA". (El
Visualizador Eureka es un planificador de misiones y un asistente compilador de
información necesaria para la toma de decisiones, que reviste de secreto
militar, por eso no se pueden brindar más detalles).
– La de las 13:43 del 15 de noviembre de 2017 fue la
última comunicación transcripta por el auditor en su informe.
Párrafo seguido, su comentario es más que elocuente y
no deja lugar a segundas interpretaciones: "Estas comunicaciones develan
la existencia de anomalías por ingreso de agua al ARA San Juan que son
similares a las que ya habían acontecido en la navegación efectuada entre el 1
y 19 de julio del corriente año, de las cuales ya tenían conocimiento el señor
comandante de la Fuerza de Submarinos (por Villamide), quien a su vez le
reportó al señor comandante de Adiestramiento y Alistamiento de la Armada (en
fecha 5 de septiembre de 2017), sin evidenciarse medidas de control y
supervisión ante el eventual peligro para la tripulación y la Unidad Naval,
causando además, presumiblemente, por esta falta de control y supervisión de
ambas autoridades navales, la pérdida de contacto definitivo con el ARA San
Juan".
Sobran comentarios. Sí vale destacar que los
desplazados comandantes López Mazzeo y Villamide ya presentaron abogados en la
causa judicial. El primero de ellos es el que se muestra más activo. Presentó
la recusación de todos los que intervinieron en la disposición interna que hoy
publica Infobae de manera exclusiva. Tanto del Almirante Srur, es decir el ex
jefe de la fuerza que la firmó, como de los auditores e inspectores que hicieron
las auditorías y analizaron la documentación.