LA CARTA DE
CRISTINA
POR HORACIO
VERBITSKY
El Cohete a la
Luna, MAR 27, 2022
Durante cuatro
días el Poder Ejecutivo estuvo en vilo, esperando una carta de ruptura de CFK,
en cuya redacción me involucraron Clarín y La Nación. Incluso circuló en las
redes antisociales la presunta renuncia de Cristina y de quienes reconocen su
liderazgo a los cargos que ocupan en el gobierno. Estos dislates se disiparon
el 24 de marzo, cuando nada de eso pasó. Lo cual es muy distinto a decir que no
pasó nada.
En diciembre del
año pasado lo dijimos en El Cohete: el kirchnerismo, que resistió las
seducciones del emergente Frepaso y no dejó las filas del PJ cuando era una
minoría en un partido hegemonizado por Carlos Menem, mucho menos lo hará ahora,
cuando es el segmento mayoritario de la coalición gobernante.
El jueves lo
ratificó sin escatimar detalles el secretario de La Cámpora, Andrés Larroque:
“No nos podemos ir de algo que gestamos. El Presidente fue jefe de campaña de
un espacio que [en 2017] sacó 4 puntos en la elección de la provincia de Buenos
Aires”. En realidad fueron 5,3%, suficientes para asegurar que el anodino
Esteban Bullrich prevaleciera sobre Cristina. Sin embargo, a partir de allí el
liderazgo kirchnerista se tornó indiscutible, como el de Perón en 1965 luego de
perder las elecciones en Mendoza.
La semana pasada El Cohete afirmó que entonces
Héctor Daer y los eviteros habían apoyado a Florencio Randazzo contra Cristina.
Daer tuvo la amabilidad de comunicarse con la redacción para rectificar lo que
le toca: en 2017, al no lograrse la unidad, apoyó a CFK. La nota fue corregida
de inmediato, pero la aclaración es necesaria para quienes vieron la primera
edición. Los eviteros, en cambio, explican que nadie es perfecto y que todos
nos equivocamos alguna vez. Uno de sus dirigentes asomó el 24 en la Plaza de
Mayo, con encomiable actitud de aprendizaje.
A ver cómo se
hace.
La reflexión sobre
ese episodio fue el origen de la consigna de Alberto: “Con Cristina no alcanza,
sin Cristina no se puede”. La marcha desde la EXMA hacia la Plaza de Mayo
ratificó la primacía de CFK en la alianza electoral a la que convocó a
Fernández. Esas son las cartas que Cristina y Máximo Kirchner pusieron sobre la
mesa. Ni ruptura ni complacencia. Quien quiera oír, que oiga.
Una sombra
La convocatoria
fue de La Cámpora, que desde hace años inicia la recordación del 24 de marzo en
la EXMA y cruza la ciudad hasta la Plaza de Mayo. Pero la asistencia excedió
los límites de esa organización y fue expresiva del peronismo realmente existente,
sobre todo en la provincia de Buenos Aires, con una exhibición contundente de
poder territorial. Vecinos que observaron el paso de la columna desde un balcón
sobre la avenida Libertador, cronometraron que insumió tres horas. La
asistencia de los intendentes de las secciones electorales 1ª y 3ª fue casi
perfecta, lo cual ensombrece la perspectiva que hace cien días instaló Alberto,
sobre una primaria abierta para dirimir las candidaturas a todos los cargos,
incluyendo el que él ocupa.
Quienes lo justifican
aducen que un gobernante sin la expectativa de un segundo mandato se convierte
en un pato rengo. No hay ninguna expresión en cualquier idioma, tomada del
presidencialismo comparado, que caracterice a quien anticipa en forma
voluntaria su apuesta a una carta perdedora. Es inquietante la similitud con el
anuncio de una guerra contra la inflación que debía comenzar tres días después,
y que obró como señal de largada para una carrera de remarcación de precios en
artículos de primera necesidad, por lo que las cifras de inflación de marzo
serían peores que las ya malas de febrero.
Esto dio lugar a
un duro contrapunto entre el Secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti,
las industrias alimenticias y la Sociedad Rural. El 23 de marzo, el funcionario
indicó que el promedio de aumentos de precios en esos días fatales rozó el 15%
y suministró la nómina de las 10 primeras empresas en el ranking de
incumplimiento con los acuerdos de Precios Cuidados:
Chandon,
CCU Argentina,
Coca-Cola,
Granix,
Los 5 Hispanos,
Prodea,
Quilmes
Reckitt Benckiser,
Mondelez, y
Las Marías.
Feletti también
acusó a “la especulación de los que quieren comprarse más departamentos en
Miami, más 4×4 y salen a las rutas a exhibir el lujo que tienen porque quieren
convalidar una suba de 50 por ciento en dólares en sus stocks por sólo efecto
riqueza”.
Hasta le respondió
al ministro de Agricultura, Julián Domínguez, para quien el campo es “la
gallina de los huevos de oro”. Según Feletti, “se quedan con el oro en el
gallinero”. La referencia a los departamentos en Miami no es ociosa. Ese mismo
día, Infoemba había publicado una nota sobre el tema:
Lejos de cualquier crítica, se enorgullece que
los argentinos encabecen el ranking de compradores, con adquisiciones por un
monto superior a los mil millones de dólares. Entre 2011 y 2017 el porcentaje
comprado por los latinoamericanos disminuyó, con excepción de los argentinos,
que pasaron del 11 al 15% de los compradores extranjeros y encabezan el
ranking, por delante de venezolanos (11%), canadienses (9%), colombianos (9%) y
brasileños (8%). El promedio de las transacciones de los argentinos es de
400.000 dólares. Todos esos datos provienen de la Asociación de Agentes de
Bienes Raíces de Miami.
Diego Belaunzarán
Colombo, del colectivo Les Jóvenes, realizó este video sobre las movilizaciones
del 24, Y la vida va, el tema de Mario Clavell que la joven Susana Rinaldi
canta con toda potencia a sus 86 años.*
Barbas en remojo
La noche anterior
a la marcha, Máximo acompañó en Quilmes la asunción del nuevo secretario
general de la UOM en la zona sur del Gran Buenos Aires, Adrian Pérez, quien con
el apoyo de la Intendenta camporista Mayra Mendoza desbancó al secretario
general durante casi cuatro décadas, Francisco Gutiérrez, El Barba.
La elección de
Pérez en Quilmes, como la de Daniel Daporta en Avellaneda, preludió el
desplazamiento de Antonio Caló de la secretaría general de la UOM nacional, que
ocupaba desde la muerte de Lorenzo Miguel, en 2004. Cuando ya tenía hasta la
reserva en el restaurante y gestionaba la asistencia del Presidente Fernández
al festejo de su reelección, Caló se llevó la sorpresa de su vida.
Sin que nadie lo
hubiera advertido, se organizó una lista alternativa, encabezada por el
secretario general de Zárate-Campana, Abel Furlán, quien tiene casi quince años
menos que Caló. Lo acompañará como adjunto el titular más resiliente de las 54
seccionales del gremio metalúrgico, Naldo Brunelli, quien conduce San Nicolás
desde 1973, hace casi medio siglo. Ambos comenzaron su vida laboral y sindical
en empresas siderúrgicas del Grupo Techint.
Cuando terminó de
entender que perdería por abrumador porcentaje, Caló desistió del intento y
permitió que se consagrara la nueva conducción, que, por ahora, mantendría al
ex secretario general como representante metalúrgico en la CGT. Esa noche, Caló
debía comer con Alberto Fernández y la mesa chica de la CGT (sin Pablo Moyano)
para analizar un pacto de gobernabilidad con la Unión Industrial, que preside
un lobbysta de las multinacionales alimenticias. La mesa tendida en FATSA, el
gremio de Héctor Daer, fue revelada en Infoemba por Ricardo Carpena, un
periodista de temas sindicales de antigua vinculación con la UCR, para la que
trabajó en el sindicato de Aeronavegantes, el mismo que había dado por segura
la reelección de Caló. Según Carpena, un sindicalista protestó por la tensión
con las patronales agropecuarias y el Presidente le dio la razón. Fernández
prometió solucionar las deudas con las obras sociales y los anfitriones
acordaron ayudarlo, para “no beneficiar a Cristina”.
Varios medios
presentaron la migración de la UOM como un triunfo del kirchnerismo y La
Cámpora. También recordaron que cuando fue diputado nacional entre 2015 y 2019,
Furlán resistió las presiones para alejarse de las políticas de Cristina y que
el año pasado apoyó la elección de Máximo para presidir el justicialismo
bonaerense.
Llamar
kirchnerista a Furlán, cuyo suegro, dirigente sindical de la construcción, fue
detenido-desaparecido por la dictadura, es una interpretación superestructural
de un fenómeno más profundo. Un video casero muestra un almuerzo durante un
Congreso de Delegados de la UOM de abril de 2019, muchos de ellos con sus ropas
de trabajo. Allí se hizo un simulacro para la elección presidencial de ese año.
Furlán lee los resultados, y se registra la reacción de los presentes.
Del Caño 2
Pichetto 2
Urtubey 4
Massa 5
Macrì 7
Scioli 31
Lavagna 5
Cristina 280
Salvo los tibios
aplausos para Scioli y la ovación para Cristina, el resto de los nombres es
recibido con abucheos e insultos. Alberto no figura porque Cristina recién lo
ungió al mes siguiente. Hasta entonces no asomaba en el horizonte gremial.
Buena parte del malestar que condujo al desalojo de Caló se debe a su blandura
en las negociaciones paritarias.
Derechos humanos y
renovación generacional
Victorio Paulón,
ex secretario general de la UOM de Villa Constitución y Secretario de Derechos
Humanos de la CTA, señala la importancia en este proceso de la renovación
generacional y de la revalorización de los derechos humanos. Paulón fue uno de
los impulsores de la Intersindical de Derechos Humanos, que agrupa a sindicatos
de todas las centrales y que mantiene relación con sus pares de Brasil, Uruguay
y Chile. “Los derechos humanos tienen una vinculación profunda con la historia
del movimiento obrero, que aportó la mayoría de las víctimas del terrorismo de
Estado. Y los referentes históricos, como Madres, Abuelas e Hijos, se ganaron
el respeto de la militancia obrera, sobre todo en las generaciones más jóvenes.
La ruptura de la CTA y la CGT fue un fenómeno fundamentalmente
superestructural, de la dirigencia. Las bases sindicales, fundamentalmente del
interior, tendieron a seguir luchando en forma conjunta, por lo cual toda
iniciativa que tienda a unir fuerzas es muy bien acogida. Llevó muchos años
oficializar en el movimiento obrero la reivindicación de los derechos humanos.
Esto tiene que ver con la forma en que se produjo la represión y la
participación de las patotas sindicales en el secuestro y asesinato de muchos
trabajadores”. Es irónico que la agrupación con la que se produjo el cambio en
la UOM lleve el nombre de José Rucci. Su origen se remonta a principios de
siglo, cuando esa denominación fue escogida para reemplazar a la agrupación
Augusto Vandor, creada por Lorenzo Miguel. Los obreros actuales tienen una idea
borrosa acerca de quiénes fueron tanto Vandor como Rucci, pero saben muy bien
en qué consistió la dictadura y en qué se parece su política económica a la que
pregona Macrì en un hipotético segundo tiempo.
Victorio Paulón,
la unidad del movimiento obrero.
Paulón cree que el desarrollo de la
Intersindical de derechos humanos no tiene techo y que obrará como un factor
unificador del movimiento sindical. A su juicio la unidad desde arriba será más
lenta, por la negativa de un sector tradicional y reaccionario, “porque eso
cuestiona sus propias posibilidades de representación. No conciben al sindicalismo
como una herramienta de lucha sino de negociación, de modo que cuanta mayor
participación haya, entre más gente será el reparto”. Agrega que “estamos ante
una nueva etapa histórica del sindicalismo, que volverá a ser la principal
fuerza de oposición al neoliberalismo, que ha puesto como eje de su política e
incluso de su propaganda, el ataque a los derechos de los trabajadores,
individuales y colectivos, y creen que ha llegado el momento de terminar con el
problema que han tenido a lo largo de la historia, que es la existencia de un
fuerte sindicalismo”.
El impacto del
relevo de Caló por El Perro Furlán fue tan grande, que pasó a segundo plano la
derrota de Luis Barrionuevo en Gastronómicos, vencido por su ex cuñado Dante
Camaño, y el anuncio de Armando Oriente Cavalieri de que el año próximo no
buscará otro mandato en Comercio, otras constancias de los movimientos
tectónicos que sacuden al gremialismo obrero.
Adentro o afuera
“La política
económica con la gente adentro”, fue la frase más repetida del breve diálogo
que Máximo Kirchner mantuvo con los reporteros de La Cámpora, en el camión
desde el cual transmitieron la marcha por las redes. También dijo que “queremos
un país mejor, cuando todos te dicen que tenés que bajar los brazos porque todo
es una mierda. Y si todo es una mierda, vamos a empujar para que deje de serlo.
No tenemos que bajar los brazos, no podemos compadecernos de nosotros mismo,
tenemos que salir adelante. La autocompasión es el peor de los caminos,
queremos transformar la realidad, para eso nos preparamos”.
El viernes, una
vez que el directorio del FMI anunció la aprobación del Acuerdo, Alberto
Fernández volvió a defender su firma, que “permite seguir creciendo, no quita
derechos, no propicia reformas laborales ni jubilatorias ni dispone reformas
estructurales en el Estado”. Pero el comunicado con que el Fondo Monetario
anunció la aprobación del acuerdo (y que hasta ayer sólo estaba disponible en
inglés) destacó la necesidad de esas “reformas estructurales que aborden las
vulnerabilidades de larga data de Argentina”. Fuera del comunicado, se reveló
que la primera revisión del programa se adelantará de junio a mayo. Según la
declaración oficial de Kristalina Georgieva, el programa tiene “riesgos
excepcionalmente altos” que requerirán “una recalibración temprana”. También
objetó “las barreras regulatorias a la productividad, la inversión y el empleo
formal”. Alberto se congratuló por la aprobación del Congreso y “el apoyo de
trabajadores, empresarios, organizaciones sociales y gobernadores” y por el
acompañamiento de la comunidad internacional. Sólo el tiempo permitirá apreciar
qué implica para el futuro el apoyo de la oposición política, las cámaras
patronales y una burocracia sindical que ya comienza a padecer las
reverberaciones de su actitud.
El comunicado del
FMI afirma la necesidad de “un fuerte consenso político y social” para
“sostener la implementación de la agenda de reformas”. En una oblicua admisión
de las diferencias en el directorio, el Fondo dijo que algunos directores
pidieron que la Argentina “incorpore algunas de estas reformas en el programa
actual para aumentar su credibilidad”, que es tan baja allí como aquí. Según
Clarín fueron los representantes de Estados Unidos, Alemania, Gran Bretaña,
Francia y Japón, nada menos.
El test de San
Isidro
Hoy elegirá
autoridades el Partido Justicialista en
San Isidro, donde no se logró la unidad. La CGT respalda a la nómina que
impulsa la jefa del bloque de Senadores del FdT en la Legislatura provincial,
Teresa García. La particularidad es que esa lista, que postula como presidente
del partido al sindicalista José Luis Casares, confronta con la que respalda el
ministro Santiago Cafiero. El plenario en el que la CGT hizo pública su
posición se realizó en la Unión Ferroviaria. Doce días antes de las elecciones,
se produjeron media docena de renuncias a la lista de Cafiero, que se pasaron
al otro bando. García cuenta con el respaldo del kirchnerismo, del gobernador
Axel Kicillof y del presidente de la Cámara de Diputados Sergio Massa, cuyos suegros
militan esa lista, mientras Cafiero sigue siendo una de las personas más
próximas al Presidente Alberto Fernández. También los resultados de estos
comicios se proyectarán como hitos en el camino hacia 2023.
El precursor
Aunque la atención
mediática se enfoca en los conflictos internos del FdT, las disputas al
interior de JxC no son menores. La presión del ex Presidente Maurizio Macrì
sobre los bloques cambiantes, de modo que votaran contra el acuerdo con el FMI
por la deuda que su gobierno contrajo, así como sus elogios al ex Presidente
Carlos Menem, alborotaron a la alianza opositora. Quien tomó la lanza para
enfrentar a Macrì fue el presidente UCeReista, Gerardo Morales, el único
aspirante a la presidencia que lo vocea en forma abierta. Su proximidad cada
vez menos disimulada al Presidente Alberto Fernández y el vínculo de vieja data
que mantiene con Sergio Massa, hacen de él un útil ariete para profundizar la
discordia en la vereda de enfrente. La semana pasada, al frente de una
delegación de intendentes radicales, fue recibido por el ministro de ayuda
social, Juan Horacio Zabaleta, uno de los principales impulsores de la ruptura
presidencial con el kirchnerismo.
Esto contamina al
gobierno, porque el amigo Gerardo es el carcelero de Milagro Sala. Con su detención, en febrero de 2016, el contador
Morales fue precursor de la política que aplicaría el gobierno de Macrì a sus
adversarios en los cuatro años siguientes. Pero ya han pasado más de dos años
desde que terminó. El 24 de marzo los organismos de derechos humanos jujeños
marcharon en San Salvador para conmemorar a las víctimas del Estado Terrorista.
Lo que queda de la Túpac Amaru llevó los restos de la bandera con las fotos de
los detenidos-desaparecidos jujeños, rescatada de un container al que el
gobierno de Morales la había tirado cuando se apoderó de la sede central de la
organización, donde instaló un destacamento policial y luego una dependencia de
atención a jubilados. Los manifestantes también denunciaron la demolición del
sitio de memoria que funcionaba en lo que fue el Comando Radioeléctrico 323,
con el pretexto de una obra de remodelación del Cabildo. Son límites que no
pueden traspasarse sin consecuencias.
Larreta y/o
Bullrich
Tan rápida con el
tuit como lo fue con el gatillo policial durante su gestión en seguridad,
Patricia Bullrich se comió una curva al increpar al ministro de Turismo y
Deportes, Matías Lammens, a partir de una nota turbia publicada por quien
aspiraba a su cartera, el empresario de medios Víctor Santa María.
En operaciones
Su diario
Página/12 afirmó en una nota sin firma que Lammens alquiló una oficina por un
monto millonario de 643.500 dólares. “Curiosamente, el único oferente que se
presentó fue la firma Sadia Empresa Constructora S.A., que tiene su domicilio
en el mismo lugar en el que Lammens alquiló su oficina”. Ni lenta ni perezosa,
Patricia Bullrich le descerrajó un tuitazo, con los datos de ese diario
desprendido de su historia. Lammens le respondió de inmediato:
Bullrich también
dispara en redondo. Desde Madrid, el también aspirante Horacio Rodríguez
Larreta dijo que su eventual gobierno se diferenciaría en lo económico del que
presidió Macrì y habló de un plan de desarrollo basado en las exportaciones.
“Tenemos recursos naturales, una de las zonas agropecuarias más fértiles del
mundo, tenemos litio que es el mineral del futuro, una costa larguísima para
explotar. Un capital humano muy cualificado: siguen apareciendo unicornios
argentinos, en Latinoamérica somos el país que más tiene”, dijo. Agregó que se
precisa el 51% de los votos para ganar la elección, pero un consenso de 70%
para que las transformaciones de fondo se realicen aun con alternancia de
gobiernos.
Bullrich tampoco
perdió tiempo para responderle: “Es necesario cambiar las cosas que impidieron
la reelección, pero no es correcto cómo lo plantea Rodríguez Larreta. Él quiere
a todo el sistema político junto y yo creo que eso es continuidad, no cambio.
Seguro que vamos a hacer algo distinto y habrá continuidades y rupturas”.