Por Nieves San Martín
Como documentación,
debe ser uno de los estudios más completos que se han hecho sobre la masonería
y sus diversas ramas y sociedades instrumentales, publicado en español, en todo
el mundo. Los orígenes, los ritos, el modus operandi, la infiltración en
instituciones de todos tipo aparece aquí reseñada.
Ha sido publicado por
la editorial Sekotia, de Madrid, España. El autor Manuel Guerra Gómez, de
Villamartín de Sotoscueva, Burgos, es doctor en Filología Clásica, Salamanca; y
en Teología Patrística, Roma. Consultor del Secretariado de la Comisión de
Relaciones Interconfesionales de la Conferencia Episcopal Española. Profesor
emérito de la Facultad de Teología del Norte de España, Burgos. Ha publicado numerosas
obras y artículos, entre los que destacan su seguimiento documentado de las
sectas.
La masonería y el
clero católico
Desde el cura Merino
hasta la I y II Repúblicas, ha habido eminentes masones en España que han
influido en todos los ámbitos de la actividad social y de modo destacado en
periodos decisivos de la historia de este país.
Y también
pertenecientes a la Iglesia católica, aunque el magisterio ha advertido siempre
sobre la incompatibilidad de pertenencias.
Alberto Ruiz
Gallardón, brillante político desde su juventud y actual ministro de Justicia
en España, según el autor de la obra, es masón.
Y hay más. El anterior
presidente del gobierno, por ejemplo, José Luis Rodríguez Zapatero. Están en la
derecha, en la izquierda y en todas partes.
¿Hay masones en el
clero de la Iglesia católica?, se pregunta el autor. Lo cierto es que los hubo
y destacados en el siglo XIX. Y algunos a principios del siglo XX, constatados,
aquí y en otros países.
El autor cita un
listado publicado por el historiador Vicente Cárcel en Masones eclesiásticos
españoles durante el Trienio liberal (1820-1823). Es una lista de 355
eclesiásticos españoles, de ellos 255 masones en activo y 120
"espontaneados", o sea que habían abjurado de la masonería.
La lista, elaborada
en 1823 por Giacomo Giustiniani, nuncio apostólico en España (1816-1826), fue
enviada a Roma en 1844. La Secretaría de Estado de la Santa Sede la entregó al
nuncio siquiente con el fin de que ninguno de ellos fuera propuesto para los
obispados vacantes. Pertenecían a la mayoría de las diócesis españolas.
Entre los masones de
la lista, hay un obispo --el de Cartagena-Murcia Antonio Posada Rubín de
Celis--; 23 canónigos, algunos religiosos (carmelitas, capuchinos, hermanos de
San Juan de Dios; un abad; un diácono y los restantes presbíteros diocesanos.
El obispo de
Cartagena fue obligado a presentar su "dimisión espontánea" al papa,
tras la invitación del rey, a quien a su vez habría presionado el nuncio. El
obispo se resistió pero terminó por acceder, al enterarse de que el gobierno le
expulsaría del país si no lo hacía.
En la presentación
del libro, se dice: "Era de noche. Imprevistamente la luz se apagó. Un
grito estalló en la oscuridad. No recuerdo quién lo lanzó, pero todavía me
estremece: '¡Están cambiando el agua de la pecera sin que los peces se
enteren!'. Sin ser conscientes de ello lo creyentes --al menos la mayoría y
casi del todo--, el paradigma religioso, especialmente el cristiano tradicional
en los países occidentales, está siendo sustituido por otro relativista,
sincrético y laicista, o sea, masónico, y, por lo mismo, indigente de
Jesucristo y de una 'nueva evangelización'".
¿Qué es la masonería?
Aquí están todas las respuestas. El libro será más útil a los estudiosos por su
enorme cantidad de datos, citas, documentación. Pero cualquiera que quiera
saber en qué manera han influido y siguen influyendo las logias masónicas en el
pensamiento y la historia de su país, y en toda la comunidad internacional,
aquí tiene todo lo que quiera saber.
La última parte del
libro con un léxico de tecnicismos masónicos y un índice onomástico es
especialmente útil para consultas.
MADRID, martes 6
noviembre 2012 (ZENIT.org).-