La Nación,
editorial, 15 de abril de 2019
La corrupción es
una lacra, una enfermedad inmoral, un robo que afecta a todos, particularmente
a quienes menos tienen, y un frustrante freno al crecimiento de los países en
los que se enquista.
Según un trabajo
reciente del Fondo Monetario Internacional, la corrupción en el mundo hoy se
equipara nada menos que con el 2% del PBI mundial y esto equivale a la
sumatoria de cuatro PBI como el de la República Argentina. Una cifra por demás
elocuente.
Cuando hay
corrupción, los ingresos tributarios normales de los Estados disminuyen
inequívocamente. Además, la confianza de los principales actores económicos se
lastima, debilita y resiente. Naturalmente, también el gasto público y el nivel
de empleo pierden tanto impulso como calidad.
Para combatir
esta lacra se requiere un esfuerzo serio, concertado y sostenido a nivel
internacional. Sin ese esfuerzo crítico, apoyado y difundido por las
autoridades, la gobernabilidad misma de algunos países en desarrollo queda
inevitablemente en situación de riesgo y los objetivos de crecimiento
sostenible, que en cada caso hayan sido definidos, corren riesgo de no ser
alcanzados, incluyendo aquellos vinculados con la modernización y sostén de la
infraestructura física de los Estados.
La corrupción
carga contra el nivel de vida de los habitantes de un país con mucha mayor
fiereza sobre aquellos que, por su propia fragilidad, dependen de las
prestaciones que reciben del Estado, en sus distintas formas y expresiones.
Denunciar sus
males, explicar sus consecuencias y, por sobre todo, combatirla eficazmente es
un deber ineludible de los gobernantes y funcionarios de una administración,
que la ciudadanía ha de exigir y controlar, contando para ello con los
mecanismos institucionales previstos y defendiendo los valores de la Justicia
independiente y de la prensa libre como inestimables instrumentos, tal como
quedó demostrado con los recientes cuadernos de las coimas.
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El FBI ha iniciado un proyecto denominado "Iniciativa de Recupero de Activos de la Cleptocracia"; que incluye investigar fondos ilícitos invertidos en EEUU por allegados al gobierno Kirchner. Cleptocracia es el gobierno de los ladrones.
La Nación, 14-4-19