Qué revelaron
las imágenes del submarino ARA San Juan que vieron los familiares
Por Fernando
Morales
Infobae, 24 de
abril de 2019
Fue largo el
peregrinar de familiares y abogados querellantes para consensuar internamente y
frente al poder judicial la oportunidad y las condiciones en las que se
llevaría adelante la muestra de las miles de fotografías y varias horas de
videos que el buque Seabed Constructor, propiedad de la empresa Ocean Infinity,
responsable de la búsqueda del ARA San juan, recolectó el pasado 16 de
noviembre de 2018.
La interna fue
compleja. El juzgado federal de Caleta Olivia está muy lejos de los domicilios
del grueso de las familias, los recursos técnicos y humanos de los que dispone
la jueza Marta Yáñez son escasos y pergeñar un enlace nacional con sedes
judiciales desde allí incluía altas chances de fracasar.
Finalmente, y
luego de una primera tarea de decodificación de las imágenes espectrales con
equipos especiales con los que cuenta el Servicio de Hidrografía Naval, se
convinieron las reglas del juego para el tan ansiado día.
La magistrada
dispuso constituirse en el Consejo de la Magistratura ubicado en la ciudad de
Buenos Aires, el mismo recinto en el que estarían parte de los familiares, pero
alejada de los mismos a efectos de ponerlos en condiciones de igualdad con el
resto de los allegados que –de acuerdo a su radicación por domicilio-
presenciarían por videoconferencia la proyección de las imágenes.
Se abrió un
registro que incluyó padres, hermanos, parejas o esposas, hijos mayores de edad
y algunas situaciones especiales por pedido expreso.
La jueza asumió
el compromiso personal de no permitir la distribución de imágenes a los medios
de prensa, a efectos de no transformar el acto procesal en un espectáculo
público.
Solo luego de
que los familiares tomaran vista, se habilitaría la exposición para
legisladores de la Comisión Bicameral y sus asesores y, luego de ello,
querellantes y peritos podrán acceder a las mismas, siempre con los recaudos
policiales necesarios para que no tengan posibilidades de extraer copia de
ninguna imagen.
Puntualmente a
las 13 de este martes (23 de abril), en 17 sedes del poder judicial a lo largo
y ancho del país, poco más de 140 familiares comenzaron a presenciar vistas del
ARA San Juan. Primero vieron el estado en el que zarpó hacia su último viaje,
luego una serie de 9 videos –de media hora cada uno– más dos muy cortos de 3
minutos el primero y 18 segundos el restante.
Si bien se
intentó demostrar que nada había sido editado ni cortado, algunos de los
asistentes a la proyección manifestaron lo contrario. Al mismo tiempo, creen
entender que por cuestiones de brevedad y claridad se eliminaron largas escenas
donde se ve solo agua y se armó la secuencia de forma tal que fuera más
compresible para todos.
La larga
sucesión de imágenes mostró al detalle el estado actual de la malograda
embarcación. Algunas confusas o borrosas, otras con una claridad espeluznante.
"El saco naval del Segundo Comandante del submarino yace en el fondo del
mar, parcialmente tapado por arena, pero con sus galones a la vista. Dados los
mismos y siendo el único oficial con jerarquía de capitán de coberta, pudimos
comprender que perteneció a Jorge Bergallo", narró a Infobae una de las
presentes.
Tanto el
Comodoro de Marina Gabriel Attis como el Capitán de Navío Víctor Ortiz hicieron
las voces en off (fuera de la vista de los familiares) pero con el único propósito
de clarificar lo que la cámara del ROV fue registrando en su recorrida por los
restos náufragos de la nave.
Luego de muchas
tomas mostrando los restos arrugados y deformados del casco resistente, una
imagen causó un fuerte impacto entre los presentes. Un orificio de grandes
proporciones a la altura de la sala de máquinas se proyecta de adentro hacia
afuera. "Está abierto como una lata",
describió otro de los presentes.
Tanto los
peritos navales consultados por Infobae como desde fuentes cercanas a la Armada
se apresuran a aquietar cualquier especulación en este sentido aunque con
distintos argumentos. "Determinar si un agujero en la estructura del casco
es producto de una explosión interna o si la reacción a una deformación inversa
ocurrida en las proximidades del orificio, es algo que no se puede responder
sin un análisis previo. Lo que sí es cierto es que si ese orificio se hubiera
originado como consecuencia de una onda expansiva producto de una explosión, la
teoría de la implosión por la acción de la presión marina comienza a perder
sentido. Si el submarino se inundó completamente a 40 o 50 metros, las
presiones interna y externa se compensaron a una relativamente baja profundidad
y la nave se proyectó a una velocidad alta contra el fondo del mar. En ese caso
el impacto con el lecho fue el que causó todo el resto de los daños apreciados.
Pero es prematuro concluir algo así", remarcan los profesionales del mar.
Una explicación
técnicamente factible la aporta uno de los más experimentados submarinistas de
la Armada Argentina: "El submarino al perder el control se precipitó al
fondo del mar de punta (proa). Al llegar aproximadamente a los 700 metros, la
proa implosionó abriendo una vía de agua que a gran velocidad comprimió el aire
que se encontraba dentro del submarino, ese aire elevó su presión al punto de
hacer explotar la parte posterior del casco, cerca de la sala máquinas, y eso
es lo que se aprecia en las imágenes". Pero una vez más el oficial naval
ubica su teoría en un plano de conjetura.
Otro de los
aspectos no menores es que la parte que se puede apreciar del interior de la
nave muestra mamparos y tuberías con sus colores originales, lo que permite
inferir la ausencia de llamas ya que, de haber existido fuego, la pintura
sintética que los recubre se hubiera ennegrecido.
Un cajón de
fruta o verdura, que seguramente alberga en su interior algún elemento de peso
que lo mantiene en el fondo, tornillos, el mameluco de trabajo de un tripulante
y la apreciación de partes internas de la nave totalmente destruidas, se
destacan como lo más impactante. "Luego de salir del lugar nos quedamos
juntos analizando lo que vimos, tratando de comprender lo que pudo haber
pasado, pero fue mucho más fuerte de lo que esperaba", sostuvo otra de las
testigos del acto consultadas por este medio.
Durante una
conferencia de prensa posterior a la muestra, la jueza Yáñez aclaró que el
material no fue editado y fue emitido en crudo, tal como lo envió la empresa
Ocean Infinity. "Entiendo que los familiares quedaron conformes",
enfatizó.
"Estamos
cerca de llegar a una conclusión. Estamos mucho mejor que el año pasado cuando
no aventurábamos siquiera que podíamos contar con el submarino. Hoy tenemos
unas imágenes que son excepcionales. Realmente todos quedaron sorprendidos por
la calidad. Sabemos que con imágenes solas no se llega a una conclusión y yo no
puedo merituar una prueba en particular sino que tengo que merituar todo el
prexo probatorio que tiene la instrucción, que es bastante compleja",
añadió Yáñez ante los medios presentes.
La causa sigue
en trámite. Ahora, la magistrada convocará oficialmente al cuerpo de peritos
que la asesorará, mientras que las querellas ya tienen convocados a sus propios
profesionales.
Días pasados,
Luis Tagliapietra –uno de los querellantes–
manifestó su opinión de recurrir a peritos navales extranjeros ya que,
según explicó, todos los peritos nacionales de una u otra manera guardan
relación con la Armada Argentina, lo que les resta independencia y credibilidad.
"Estamos
trabajando de una manera seria y tampoco nos vamos a precipitar porque creemos
que podemos llegar a la verdad material que requiere el proceso penal. Lo único
que se sumó desde el juzgado es que se descarte la hipótesis de un conflicto
bélico porque está en el imaginario popular y es una hipótesis a descartar,
ciertamente. Es una causa que supera el interés nacional y que si alguna
virtualidad ha tenido es que todos los argentinos estemos por unos días del
mismo lado del mostrador esperando a nuestros 44 tripulantes", concluyó la
jueza.