POR AGUSTÍN DE BEITIA
La Prensa, 03.12.2019
El coronel (r) Horacio
Guglielmone, un héroe de la Guerra de Malvinas que tuvo además una destacada
labor en la recuperación de la Guarnición militar de Azul, tomada por asalto
por el ERP en 1974, falleció hoy, a los 67 años, en el Hospital Italiano, pocos
días después de ser operado de un cáncer.
Guglielmone era en los
últimos años un activo defensor de los militares detenidos por su actuación en
la guerra contra la subversión y un incansable luchador por el reconocimiento
de las víctimas del terrorismo. Un desafío que llevaba adelante desde distintas
agrupaciones, como la Unión de Promociones, de la que era un miembro fundador.
Afable, cordial, generoso
con su tiempo, preocupado por el sesgo ideológico con el que se cuenta la
historia de los setenta, fue despedido en las redes sociales por numerosas
personas, tanto civiles como militares.
Quienes lo conocieron lo
describieron como un hombre de notable porte militar, muy inteligente, dotado
de una gran capacidad de análisis, humilde, componedor y un gran ser humano.
El coronel había ingresado
muy joven al Colegio Militar, con 16 años, y se recibió en 1972 como
subteniente del arma de Artillería, igual que su padre.
Tan pronto como en su primer
destino encontraría su bautismo de fuego. Fue en el Grupo de Artillería
Blindado 1 de Azul (GA Bl 1), que en la noche del sábado 19 de enero de 1974
sería objeto de un masivo asalto por parte del Ejército Revolucionario del
Pueblo (ERP).
Guglielmone, que se
encontraba en una fiesta de cumpleaños en el Barrio Militar, estuvo entre los
primeros oficiales que cruzaron a la Guarnición para participar de la
resistencia en aquella noche cálida y confusa, cuando los atacantes llegaban
con uniforme militar y los defensores acudían a defenderlo con lo puesto,
vestidos de civil.
La dotación de la unidad
estaba reducida por licencias y por el fin de semana, pero la resistencia
imprevista de oficiales y suboficiales contuvo a los 120 integrantes de la
compañía Héroes de Trelew, dirigidos por Gorriarán Merlo, que buscaban
apoderarse de la Sala de Armas. Su accionar terminó por frustrar el copamiento.
Un mérito que no impediría a los atacantes asesinar al jefe de la Guarnición,
el coronel Arturo Gay, y tomar de rehén al jefe del GA Bl 1, el teniente
coronel Jorge Ibarzábal, quien iniciaba así diez meses de calvario para acabar
fusilado.
Guglielmone, quien fue
condecorado por su actuación con la medalla de la Nación al Heroico Valor en
Combate, sería convocado dos veces después para combatir contra el intento del
ERP de instalar un foco revolucionario en el monte tucumano.
Después de esa experiencia
hizo el curso de comandos e integró la primera unidad de soldados con esa
especialidad del Ejército, creada en 1978 con motivo del Campeonato Mundial de
Fútbol que se disputó en nuestro país. Para esa ocasión se formó un equipo
especial de lucha contra la subversión, llamado "Halcón 8", para
brindar seguridad en el espectáculo deportivo. El equipo estaba al mando del
mayor Mohamed Alí Seineldín.
Hasta el comienzo de la
Guerra de Malvinas no había compañía de comandos. Quienes alcanzaban esa
aptitud eran disgregados en diferentes unidades. La primera compañía que se
formó fue la 601, al mando del mayor Mario Castagneto. Entonces se organizó
rápidamente la compañía 602, que cruzó a Malvinas al mando del mayor Aldo Rico.
Ahí estaba Guglielmone. Esa compañía fue la que más se empeñó en combate y la
que más muertos y heridos tuvo.
Guglielmone, inquieto,
cursaría después de Malvinas la Escuela Superior de Guerra para graduarse como
oficial de Estado Mayor. Sus diferentes destinos lo llevarían en 1995 a
regresar a Azul como jefe del Grupo de Artillería, el mismo que había sido
atacado por el ERP.
Una vez retirado no se
detuvo. Se volcó a una lucha cultural y por la memoria histórica desde
distintas organizaciones, como UnoAmerica (Unión de Organizaciones Democráticas
de América), una plataforma formada por muchas ONG como contracara del Foro de
San Pablo.
Con su partida, Argentina
pierde a otro querido soldado, un héroe de Malvinas y un hombre probado varias
veces en el combate contra la subversión. Sus restos serán despedidos hoy a las
11.15 horas en el Cementerio de la Chacarita, donde habrá un responso y una
posterior rendición de honores.